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martes, 18 de octubre de 2022

LAS IMPRESCINDIBLES 3C DE BRUSELAS

De nuevo un viaje de trabajo me ha llevado a visitar una ciudad que no es la mía. No penséis que me voy de viaje cada 2 por 3. El anterior ya lo conté en un post, si es que se le puede llamar viaje a visitar Fitur. Esta vez he ido un poco más lejos concretamente a la capital europea, a Bruselas.

Las imprescindibles 3C de Bruselas


Como ya sabéis, Bruselas además de ser la capital de Bélgica se le considera la capital de la Unión Europea al albergar las sedes de las principales instituciones europeas. Entre ellas la sede del Consejo de Europa, de la Comisión Europea y el edificio principal del Parlamento Europeo. Aunque tenga un hemiciclo, los plenos se celebran en el Parlamento que se encuentra en la ciudad francesa de Estrasburgo.

Los belgas están muy orgullosos de 3 elementos que tienen como nexo de unión que comienzan por la letra C. Esto es, los cómics, el chocolate y la cerveza. Ya desde el mismo momento que ponemos pie en el aeropuerto de Bruselas se puede comprobar que allá donde vayamos podremos encontrarnos con estos tres elementos.  De hecho es fácil encontrarlos casi en cada esquina de Bruselas. A este trío de elementos de orgullo belga habría que sumar un par más. Por un lado las patatas fritas, por otro los gofres. Aunque no empiecen por la letra C.

Cualquiera de estos 3 (más 2) elementos puede ser un regalo perfecto y es que este post va dedicado a la última parte del viaje. Porque ya sabéis que lo primero que os van a preguntar en cuanto lleguéis a casa es “¿qué me has traído?”. Eso sí, con precaución, porque Bruselas es extremadamente caro sobre todo en comparación con los precios en España. No quiero consultar cual es el salario mínimo ni el sueldo medio en Bélgica, porque seguramente me eche a llorar, y tampoco es necesario deprimirse para escribir un post.

Cómics, héroes de papel y tinta



Bélgica es la orgullosa patria de alguno de los cómics más famosos. Por encima de todos sobresale Tintín. El cómic del reportero rubio creado por Hergé es seña de identidad belga y se encuentra omnipresente. Otros cómics que también tienen su origen en autores belgas son Spirou, Lucky Luke (sí, el vaquero), Marsupilami o Los Pitufos cuyo nombre original, Les Schtroumpfs, poco tiene que ver con nuestra traducción. Vete a saber quién se la sacó de la manga.

Las imprescindibles 3C de Bruselas


Los amantes del comic pueden recorrer en el centro de Bruselas la ruta donde se contemplan algunos murales que se han pintado en paredes de edificios. Estos murales rinden homenaje a los personajes de cómic que os hemos nombrado y alguno más de lo que se conoce como cómic franco-belga (por ocmpartir lengua) como por ejemplo Asterix y Obélix.



Otros lugares de interés son la tienda oficial de Tintín, que se encuentra en el centro muy cerca de la Grand Place, así como el Museo del Cómic. Éste se ubica en un edificio de estilo Art Nouveau diseñado por el arquitecto Victor Horta (que tiene otro museo en Bruselas). En esta ocasión no me dio tiempo a visitarlo y es una de mis asignaturas pendientes para cuando vuelva a Bruselas.

Negro, con leche y blanco

Las imprescindibles 3C de Bruselas


El chocolate es probablemente ,y con permiso de la cerveza, el producto estrella en Bélgica. Es casi imposible no toparse con una chocolatería en cualquier paseo, por corto que sea. Nombres cómo Godiva, Neuhaus, Pierre Marcolini o Leonidas hacen la boca agua a los amantes de este dulce con solo pronunciarlos. También tienen una merecida fama marcas comerciales como Côte d’Or, que es prácticamente imposible de encontrar ya en España, y que hacen las delicias de los más chocolateros.



Es uno de los regalos perfectos porque es muy complicado equivocarse al elegir bombones, pralinés, trufas, o simplemente una tableta de chocolate belga. Es absolutamente imposible contar todas las chocolaterías o todas las tiendas que venden chocolate en Bruselas,  especialmente en el centro, su zona más turística. Hay calles que están plagadas de chocolaterías, incluso con varios establecimientos de una misma marca prácticamente uno al lado del otro.

Litros de cerveza

Las imprescindibles 3C de Bruselas


Hablar de Bélgica es hablar de cerveza. Esta bebida alcohólica tiene un grandísimo predicamento en Bélgica. Casi como ocurre con el chocolate, el número de marcas que existe tiende hacia el infinito. Además hay que contar con las distintas variedades que se fabrican dentro de una misma marca (rubia, tostada, extrafuerte, etcétera). Aún con eso, las estadísticas no sitúan a los belgas entre los más bebedores de cerveza, lejos de países como República Checa o España, que encabezan el ránking cervecero mundial. Será por el precio...



Dentro de los espacios más destacados para tomarse una cerveza se encuentran las cervecerías Delirium. Esta marca que tiene como logo un simpático elefante rosa, sospechosamente parecido al que sale en la película Dumbo (y que los fans de Los Simpson también recuerdan como Trompy la mascota imaginaria de Barney Gumble). Actualmente su propietaria es la multinacional Guiness, sí, la del libro de los récords, que también es una de las cerveceras más importantes del mundo. En el centro de Bruselas hay una manzana entera donde prácticamente todos los bajos y sótanos son cervecerías con la marca Delirium.

También vais a encontrar incontables tiendas que van a vender no solo botellas de cerveza, generalmente en formato de 33 cl., sino también packs con distintas variedades de una misma marca o un pack de iniciación para degustar diferentes tipos y saber apreciar los matices de cada variedad de cerveza.

Les frites y los gofres

Las imprescindibles 3C de Bruselas


Respecto a las patatas fritas poco hay que contar. Misterio hay el mínimo. Como curiosidad, y consejo, os diremos que jamás, pero jamás, se os ocurra pedir una bolsa de patatas chips. Ni para los niños. Os van a mirar bastante raro, y con raro quiero decir una mirada llena de odio que atraviesa el alma congelándola. Nosotros lo llegamos a experimentar.

Los gofres hay que probarlos, sí o sí. Con poco topping. No seáis bestias que matáis el sabor de este dulce que debe de disfrutarse a solas. Si no… lagarto. El olor dulzón del gofre inunda algunas calles, haciéndose imposible no caer en la tentación. Otra curiosidad, evitamos como si de un mal se tratara la cadena “Churros & waffles”, porque ya me contaréis…

 


Pensaréis que solo he ido a comer y beber a Bélgica. Pero no. En otros posts contaré alguna de las visitas que realicé por Bruselas. Lo que no quita para que disfrutara de los placeres que proporciona Bélgica. Y ya se sabe, dónde fueres haz lo que vieres. 

 

martes, 18 de diciembre de 2018

HAY QUE VISITAR ESTRASBURGO

Lo han vuelto a hacer. El terrorismo ha vuelto a actuar asesinando a cinco personas e hiriendo a otras once cuyo único delito era estar en el momento más inoportuno en el lugar más inoportuno. La sinrazón ha atacado Estrasburgo, una ciudad que simboliza los valores de más profundos de la Unión Europea. Y como a los terroristas les molesta mucho que la gente visite Estrasburgo, disfrute de sus mercadillos de Navidad y se divierta en sus calles, en este artículo vamos a desempolvar algunas fotos de hace años y os vamos a recomendar esta preciosa ciudad, única y exclusivamente porque le va a tocar las narices a los terroristas.


Estrasburgo está situada en el noreste de Francia, en la región de Alsacia. Este territorio, junto a Lorena, fueron disputados por Francia y Alemania durante dos siglos debido a la gran cantidad de recursos naturales que atesoraban, entre otros carbón y hierro. Este detalle nos hará entender porque sus casas típicas tienen un aspecto más cercano a unas construcciones que asociamos a Alemania (con sus características vigas de madera en las fachadas en blanco y negro) que a edificios más "franceses".


Al estar a caballo entre Alemania y Francia, la cultura alsaciana es una rica mezcla de tradiciones de ambos países. Además le valió para que la Unión Europea situara en Estrasburgo su Parlamento, que una vez al mes celebra sesión, revolucionando la vida de esta ciudad. Gracias a la Unión Europea se puede visitar Estrasburgo ya que tiene (o al menos tenía) un programa que subvenciona parte de los gastos de desplazamientos para que los ciudadanos de la U.E. puedan conocer sus instituciones.


¿Qué visitar en Estrasburgo? Vamos a empezar por su centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad en 1988. Este centro histórico se halla en la conocida como Grande Île (Isla Grande), formada por el río Ill y otros afluentes, que tras atravesar el centro urbano desembocan en el Rihn (¿acaso hay un río más alemán?) formando frontera natural con Alemania. Durante siglos se han construido canales y presas que han regulado la navegación fluvial, convirtiendo a Estrasburgo en un importante nodo de transporte de mercancías desde la Edad Media. Hoy día es posible realizar un tour panorámico en barco, el conocido como Batorama, que os recomendamos encarecidamente. Dura alrededor de una hora y cuesta 13 € para adultos, 7,50€ para niños entre 12 y 4 años, y gratuito para menores de cuatro.


En la Grande Île encontramos la Catedral de Nuestra Señora de Estrasburgo (sí, hay más Notre Dame además de la parisina) probablemente el monumento estrasburgués más conocido. Construida en estilo gótico flamígero, destaca su única torre-campanario que con sus 142 metros de altura fue durante dos siglos la construcción más alta de Europa. En su amplio interior podemos encontrar su famoso reloj astrológico, una de las atracciones más celebradas de Estrasburgo. Debido a los intensos bombardeos que sufrió la ciudad durante la Segunda Guerra Mundial, la Catedral se encuentra muy restaurada.


Un paseo por las calles que rodean la Catedral nos transportará por varios siglos, en una combinación de tradición y modernidad. Plazas como Kléber, la más característica de Estrasburgo, donde se encuentra su Ayuntamiento o Gutemberg, más recogida y punto de encuentro; calles como la Rue des Grandes Arcades, donde se ubican las tiendas más modernas y de grandes firmas, o la Rue des Orfrèvres o des Hallebardes, más estrechas, repletas de tiendas de lujo y de productos tradicionales como quesos, foie, embutidos, etc. También es muy interesante un recorrido por algunos de sus edificios históricos situados a ambos lados de la ribera del río Ill: la Antigua Aduana (ocupado en parte por un restaurante), el Museo Alsaciano, la Iglesia Protestante de Santo Tomás, el Palacio Rohan, los conocidos como Puentes Cubiertos, o cualquiera de los puentes históricos.


El mes de diciembre es un momento fantástico para visitar Estrasburgo ya que, como en otras ciudades europeas, sus mercadillos navideños inundan las calles y nos invitan a disfrutar de las fiestas que están por venir. Sin duda, y a pesar del intenso frío, es el mejor momento para visitar la ciudad. Aunque como ocurre con otros mercados "tradicionales", algunos puestos están estandarizados y encontramos varios iguales en diferentes zonas de la ciudad, no está de más patearlos para encontrar algunas cosas curiosas.


A las afueras de Estrasburgo se encuentran los edificios epicentro de la actividad de la Unión Europea. Aunque el más representativo es el del Parlamento Europeo, también se encuentran las sedes de otras instituciones importantes como la Corte Europea de los Derechos Humanos, el Comando Central del Eurocuerpo (el ejército multinacional europeo) y el Centro de Información de Europol (la policía europea). También tiene aquí su sede el canal cultural Arte. Evidentemente estos edificios son contemporáneos y tienen una arquitectura muy espectacular. Nosotros tuvimos la suerte de poder visitar el Parlamento Europeo, acudir a una de sus sesiones y ver como se organiza un órgano decisorio que nos parece muy lejano pero que es el más influyente en la vida de los ciudadanos europeos por su capacidad normativa.


Otra de las actividades que no podéis dejar pasar es probar la gastronomía local, representada especialmente por las flambeés, una especie de pizza con crema de leche, queso, cebolla y trozos de bacon. El mejor acompañamiento es una buena cerveza, y no es difícil encontrarlas en Estrasburgo. Os recomendamos visitar una brasserie donde podéis encontrar buenos menús, incluso algunos donde comer y beber tanto como podáis (o puedan servir los camareros) durante un tiempo determinado, normalmente una hora u hora y media. Au brasseur es uno de los más recomendados, muy frecuentado por estudiantes Erasmus, donde elaboran su propia cerveza. 


Por todo esto y mucho más, Estrasburgo bien se merece una visita. Corazón de la Unión Europea, ejemplo de reconciliación y convivencia. Perfecta mezcla de la tradición medieval y de la arquitectura más vanguardista. Disfrutaremos de un paseo cruzando los puentes sobre el Ill, o de una cerveza en uno de sus múltiples bares. Una ciudad perfecta para celebrar la Navidad, algo que sin lugar a dudas les encantará a los niños. Y porqué no, es una celebración de la vida, de nuestra libertad. Viajad, y si podéis ir a Estrasburgo, mejor.