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martes, 9 de enero de 2024

TYPICAL MADRID, GUÍA PARA UNA PRIMERA VEZ

Creemos que hay dos tipos de viajes (y de turistas). Por una parte aquellos que son fruto de la experiencia y en los que se descubre aquellos lugares menos transitados o menos conocidos por el gran público. El otro tipo de viaje (y turista) es aquel que prefiere ir sobre seguro, bien porque entiende que hay que ir a ver lo que es obvio, o porque es su primera vez. Para quien quiera conocer los básicos, lo más típico de Madrid va dedicado este post.


Typical Madrid, guía para una primera vez

Entendemos que hay gente que no ha ido nunca a hacer turismo por Madrid. A pesar que suceda un poco lo que a nivel mundial pasa con Nueva York, creemos que lo hemos visto mil y una veces en la tele o el cine y parece que ya lo conocemos de sobra. Pero somos fieles defensores de que hay que conocer los destinos in situ. Así que poneos las sandalias con calcetines, la camisa floreada de manga corta y unos shorts, y vamos a disfrutar de la capital como si fuera la primera vez.


La Plaza Mayor y el Madrid de los Austrias


Vamos a empezar por el principio. Por donde todo el mundo debería empezar a conocer Madrid. La plaza Mayor es un lugar especial. Bullicioso, vivo, lleno de historia, rodeado de tiendas y bares, y a mano de otras zonas turísticas de la capital. 

Todavía resuenan en nuestros oídos aquel “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” que pronunció la entonces alcaldesa Ana Botella. Pero esa es una de las maravillas de la Plaza Mayor, poder sentarse a observar la vida, ya sea con un café o con un típico bocata de calamares. Otra deliciosa opción es sentarnos a mesa y mantel para degustar un buen cocido madrileño.

Sus edificios con fachadas de ladrillos rojos y sus tejados con chapiteles y pizarra nos transportan a tiempos de la Corte de Felipe II, cuando tras el descubrimiento de América los acontecimientos iban más deprisa de lo que el propio estado podía asimilar. 

Muy cerca de la plaza Mayor encontraremos el Mercado de San Miguel, que se ha reconvertido en un espacio de gastronomía gourmet, perfecto para descubrir la variada y suculenta cocina española.


La arquitectura borbónica en Madrid


Typical Madrid, guía para una primera vez

Si acabamos de ver ejemplos del Madrid de los Austria, ahora vamos a ver ejemplos de edificios impulsados por el primer monarca Borbón. Quizás el edificio más representativo sea el Palacio Real. Edificado por orden de Felipe V sobre las ruinas del antiguo alcázar que (misteriosamente) se quemó en la Nochebuena de 1734. Tiene un estilo más al gusto de la corte francesa y recuerda a construcciones del país vecino. Tiene una superficie de unos 135.000 m2 y casi 3500 habitaciones.

A nosotros nos gusta más el exterior que el interior del Palacio Real. En una visita hace bastantes años nos dejó bastante fríos. Justo enfrente, con un gran patio de por medio, se encuentra la Catedral de la Almudena. Otro edificio que ni por fuera ni por dentro. Estaría en el ranking de catedrales españolas menos bonitas (por ser amables y no hacer sangre). 

Para resarcirnos de esta sensación agridulce en este mismo lugar se encuentra uno de los miradores más codiciados de Madrid. A nuestros pies los jardines del Campo del Moro y el Parque de Atenas.  A lo lejos la Casa de Campo y el perfil del Madrid del extrarradio. Nuestro consejo, visitadlo al atardecer. 

Completa este conjunto el nuevo museo de la Galería de las Colecciones Reales. Inaugurado en el verano de 2023, ya os contamos en un post de este blog lo que podéis encontrar en el nuevo espacio museístico de Madrid.


Por último, queda mencionar el Teatro Real. Inaugurado en 1850 bajo el reinado de Isabel II (aunque la construyó la impulsó su padre, el ínclito Fernando VII). En 1997 concluyó una importante remodelación. Más allá de las representaciones operísticas ha abierto su abanico para contemplar otros géneros musicales y disciplinas escénicas, incluyendo el flamenco, el pop o la danza. 


Día y noche en Gran Vía


Typical Madrid, guía para una primera vez

Probablemente sea la calle más famosa de Madrid. Una arteria donde la vida fluye sin descanso, desde hace más de un siglo. Día y noche. En las dos últimas décadas se ha convertido en un Broadway patrio, donde tienen cabida los musicales que cada año atraen a miles de espectadores. Sin olvidar todos los bares y comercios (que por desgracia cada vez son más cadenas). 

El bullicio incesante se derrama por las calles aledañas. A partir de la plaza de Callao la calle de Preciados nos lleva hasta la plaza de Sol, kilómetro cero de las carreteras radiales españolas y el lugar donde arranca el año para millones de españoles, ya sea en vivo o a través de la televisión. En Preciados los centros comerciales añaden más gentío a nuestro paseo. Por esta zona podéis visitar también la Casa del Ratón Pérez o, cambiando de tercio, Casa Labra, uno de los locales más castizos de la capital con su inigualable bacalao rebozado.


Al final de Gran Vía se encuentra la plaza de España, que todavía tiene que asentar su reforma. A un lado (ya en la calle Princesa), casi oculto de las miradas, el palacio de Liria, propiedad y sede de la Casa de Alba (¡cómo te añoramos, Cayetana!) y la vivienda más grande de Madrid, que permite visitas a la parte menos privada. En el otro extremo de la plaza divisamos el Parque del Oeste donde se sitúa una de las rarezas de Madrid: el templo de Debod. Este es un auténtico templo egipcio que fue donado a España por su contribución en la campaña internacional que rescató importantes monumentos que iban a desaparecer tras la construcción de la presa Nasser.


El Paisaje de la Luz, Patrimonio de la Humanidad


Typical Madrid, guía para una primera vez

Otro de los imprescindibles a la hora de visitar Madrid es el eje alrededor del Paseo del Prado y su cercanía al parque de El Retiro. En 2021 la UNESCO declaró a este conjunto Patrimonio de la Humanidad. Denominado ‘El Paisaje de la Luz’ incluye el paseo del Prado entre Cibeles y la plaza del Emperador Carlos V, en Atocha, el parque del Retiro y el barrio de los Jerónimos.

A la cabeza de este conjunto tan poco homogéneo encontramos el Museo del Prado y el parque del Retiro. Empezamos por el segundo. Un área verde que se extiende unos 120 hectáreas (unos 120 Santiagos Bernabeus) en pleno corazón de Madrid. Un oasis donde disfrutar de la naturaleza, de la calma, del sosiego y de algunas joyas arquitectónicas. El Palacio de Cristal sería el ejemplo más claro, rodeado de un espacio fabuloso. No podemos olvidarnos del Estanque Mayor y de sus barcas, que se pueden alquilar para remar un rato. La visita al parque del Retiro nunca defrauda.


En esta zona se encuentran algunos de los museos más importantes de nuestro país. Sobresale el Museo del Prado. El edificio ideado por Juan de Villanueva a finales del s. XVIII alberga algunas de las obras maestras de la pintura: El Bosco, Durero, Velázquez, Rubens, Goya, Bonheur, Sorolla… la nómina de artistas es inabarcable. La visita se puede complementar con otros museos cercanos como el Reina Sofía, el Thyssen o la sede madrileña de CaixaForum.

Es una zona llena de edificios emblemáticos y monumentos: la plaza de Cibeles, con su diosa y el Palacio de Telecomunicaciones, nueva sede del Ayuntamiento de Madrid; la Puerta de Alcalá (imposible mirarla sin evitar tararear la canción); el Jardín Botánico o la estación de Atocha, por citar más ejemplos. 


Mucho Madrid, muchísimo más


Typical Madrid, guía para una primera vez

Es cierto que algunas de estas zonas que os hemos mostrado están muy cerca unas de otras y hay lugares que podríamos haber situado en una zona u otra indistintamente. Hay olvidos, seguro, pero Madrid es tan inabarcable que es casi imposible visitarlo en una sola visita. Además, hemos intentado hacer un resumen. 

Por ese motivo la capital nos invita a volver una y otra vez. Para volver a disfruta, ya sea en su vertiente más típica y castiza, o buscando esas sorpresas que poca gente conoce. 


Claro que hay más, hay mucho más: barrios como La Latina, Chueca o Malasaña; grandes recintos deportivos; otros parques históricos; más museos y centros de arte… Como ya hemos dicho, Madrid es una ciudad inabarcable e inacabable. ¿La conocemos juntos?

sábado, 9 de septiembre de 2023

CONOCEMOS LA GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES, EL NUEVO GRAN MUSEO EN MADRID

Cinco siglos dan para mucho, para muchísimo. Cinco siglos para el centro del poder de un reino y todo un imperio dan para muchísimo, para muchisísimo. Bajo esta premisa, y tras casi ocho años de retrasos (pandemia de por medio incluida) el pasado 28 de junio se inauguró oficialmente en Madrid el último gran museo, la Galería de las Colecciones Reales.

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Este museo tiene como misión reunir en un mismo espacio obras artísticas que fueron realizadas bajo el mandato del monarca de turno. Es cierto que esta función la cumple parcialmente el Museo del Prado, cuya colección se nutrió principalmente de las obras que los monarcas fueron reuniendo a lo largo de los siglos, pero la Galería reúne y muestra más objetos. 


LA GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES PASO A PASO


Quizás para entender mejor el porqué de este museo hay que remontarse a la Segunda República, curiosamente. Manuel Azaña, Presidente del Gobierno, propuso la creación de un museo para los tapices y carruajes procedentes de las monarquías y que habían pasado a ser custodiados por el Estado. La Guerra Civil dio al traste con el proyecto. Con la vuelta de la democracia tras la dictadura y, sobre todo, con la creación en 1982 de Patrimonio Nacional, como organismo encargado de la custodia, gestión y administración de los bienes adscritos a la Corona, la idea se retomó. Y en pispás, casi cuarenta años después ha visto la luz esa idea, convenientemente reestructurada.

La Galería de las Colecciones Reales muestra obras de arte y otros objetos con carácter artístico que fueron encargo de la Corona. Se ponen en contexto con el monarca correspondiente y con el contexto histórico y social en el que se produjo. La colección, perteneciente en su totalidad a Patrimonio Nacional, se estructura en dos grandes salas. Cada sala está dedicada a una de las dinastías que ha reinado en España (en resumen). La sala A dedicada a los Austrias, y la sala B, a los Borbones.

El edificio está situado junto al Palacio Real, a espaldas de la Catedral de la Almudena, en el mirador que se levanta sobre los Jardines del Moro. Desde la entrada es casi muy discreto, prácticamente invisible. Solo se verá el exterior desde la Cuesta de la Vega y la C/ Segovia. Es muy sobrio. Pero es que lo mejor está dentro.

El museo se estructura hacia abajo, a través de una rampa que conecta cada piso. Cada una de las grandes salas, de unos 103 metros de largo por 16 de ancho, ocupa una de las plantas del edificio.


LA SALA DE LOS AUSTRIAS

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

La casa dinástica de los Austrias fue una casa que empezó con el reinado de Carlos I y acabó, dos siglos después, con Carlos II. De uno a otro la Corona vivió uno de los momentos de máximo esplendor, pero también la amargura de la decadencia.

Carlos I ( y V de Alemania) fue hijo de Felipe I (el Hermoso) y de Juana I de Castilla, hija de Fernando e Isabel, reyes de Aragón y Castilla respectivamente y apodados los Reyes Católicos. Por vía paterna heredará el trono del Sacro Imperio Romano que junto a las posesiones maternas, que incluían el nuevo continente descubierto en Oriente (que más tarde se supo que era América) hizo que fuera una de las personas más poderosas de la Historia. 

Esta sala es una muestra clara del increíble poder que atesoró esta casa. Se exhiben Tapices que representan cuadros de los mejores pintores del momento, maquetas de edificios tan únicos como el Monasterio de El Escorial, libros que relatan todo lo que se van encontrando en el Nuevo Mundo. Son reyes que han entrado en la Edad Moderna. Gutenberg ha inventado su imprenta de tipos móviles y el Renacimiento es un estilo artístico que desde Italia se está difundiendo por Europa. 

Pero todavía hay etapas del pasado por superar. Las armaduras, por ejemplo, siguen siendo símbolo de estatus y poderío. Parece que a Carlos I le gustaba especialmente una armadura en concreto. La habéis visto en algún libro de historia, ya que se retrató con ella en varias ocasiones, y la tendréis frente a vosotros. 

El gusto de los Austria por el fomento de las artes y los objetos únicos va en paralelo a la decadencia de un imperio que tras un siglo se enfrenta a múltiples guerras y a la pujanza de otros estados enemigos.


UNA VENTANA AL MÁS PASADO 


Que el lugar donde se encuentra las galerías de las colecciones reales sea donde también se asienta la Catedral de la Almudena y el Palacio Real y antiguamente el Alcázar real no es casual. Aquí se encontraban una serie de construcciones de origen andalusí que conformaron el germen de lo que posteriormente sería Madrid, la islámica Mayrit.

Se sabía bien que en esta zona existían restos arqueológicos, Por ejemplo en el cercano aparcamiento bajo la plaza de Oriente también se puede ver parte de la antigua alcazaba. Parte del retraso en la finalización de la Galería de las Colecciones Reales procede del hallazgo de estas construcciones y del trabajo arqueológico que lleva aparejado. En la sala A hay un espacio anexo en el que se enseña un audiovisual que cuenta la historia de la evolución del antiguo Madrid. A su lado una enorme ventana muestra los restos recuperados. 


B DE BORBONES 


Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Tras la cruenta guerra de Sucesión que traerá consecuencias que cambiarán para siempre la historia de nuestro país, Felipe V se hace con el trono español inaugurando la dinastía de los Borbón, que llega a nuestros días con Felipe VI. Nieto de Luis XIV, pero también biznieto de Felipe III, Felipe V nació en Versailles y traerá un nuevo aire afrancesado que impregnará las artes del momento. 

Al inicio de la sala ya podemos apreciar que la sobriedad de los Austria ha sido reemplazada por las blancas pelucas y el colorido borbónico. Se puede apreciar en esta sala el cambio de época y de pensamiento. Si los Austrias quisieron fomentar las artes, los Borbones, al menos hasta Isabel II, persiguen dar un cambio en lo arquitectónico. Tras el fortuito incendio del Alcázar se levantó el actual Palacio Real; el Palacio de Aranjuez tiene unos jardines diseñados por jardineros europeos y las fuentes del palacio de la Granja recuerdan poderosamente a Versailles. 


En lo artístico esta sala no tiene tantas piezas de relumbrón como la de los Austrias, pero tiene cosas muy curiosas. Concretamente hay que avanzar hasta tiempos de Carlos IV. Aquí se pueden ver los tapices elaborados con arreglo a los cartones pintados por Francisco de Goya junto a los cartones. Otra pieza muy bonita es una casaca de seda maravillosa  También una de los primeros retratos fotográficos que se realizaron en España, concretamente a la reina Isabel II y sus hijos. Consideramos un poco decepcionante la falta de materiales que reflejen los reinados de Juan Carlos I y Felipe VI.


LA PLANTA BAJA

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Visita a la galería de las colecciones reales finaliza en el último nivel que tiene una salida directa a los jardines del Moro. En esta planta se encuentra el cubo. No es nada referido al servicio de mantenimiento del edificio, si no una habitación cúbica donde se proyectan imágenes envolventes de los palacios reales creando una experiencia inmersiva. 

En esta misma planta está la sala de exposiciones temporales. Para la primera muestra efímera de este museo han escogido una serie de carruajes y coches bajo el título ‘En movimiento’. Quizás por haber visto algunos carruajes y sillas de paseo no sorprende mucho, a excepción de los dos automóviles Mercedes que se exponen, adquiridos a la Alemania nazi por el dictador Franco y, al menos uno, regalo del mismo Adolf Hitler. Vaya. 


NUESTRA OPINIÓN DE LA GALERÍA DE LAS COLECCIONES REALES 


La Galería de las Colecciones Reales nos causó una impresión muy positiva. El edificio y su recorrido está muy bien resuelto. La rampa es cómoda para bajar, para subir no tanto, pero mucho mejor que escaleras. 

La visita a las salas es cómoda. Todavía no hay un agobio de público muy grande. En algunas webs cifran el tiempo de visita en unas dos horas y media. Si queréis ver todos los audiovisuales que proyectan y ver mínimamente bien todas las piezas, la visita se va a alargar una hora más como mínimo. Hay un pero generalizado, el texto de las cartelas es excesivamente pequeño y muchas personas deben acercarse para leerlas bien (alguno de nosotros, por ejemplo, pero no desvelaremos quien). 

Otra pega es que las consignas se sitúan junto a la entrada, en la parte superior del edificio. No podréis salir por la parte inferior, la salida que da directamente a los Jardines del Moro. Si queréis visitarlo es un poco rollo volver a subir y rodear toda la catedral de la Almudena teniendo esta entrada tan a mano.

Pero aún con estas pegas, muy menores, la sensación fue muy positiva. Es un museo que merece mucho la pena y va a dar mucho juego en los próximos años.


UNAS PINCELADAS DE INFORMACIÓN ÚTIL

Conocemos la Galería de las Colecciones Reales, el nuevo gran museo en Madrid

Si os hemos convencido para visitar la Galería de las Colecciones Reales, o ya veníais convencidos, debéis saber que la Tarifa general es de 14€, mientras que la reducida es de 7€. Se pueden acoger mayores de 65 años, menores entre 16 y 5 años y estudiantes hasta 25 años. Las familias numerosas nos beneficiamos de la entrada gratuita, entre otros colectivos como personas desempleadas, personas con discapacidad superior al 33% o docentes. Además de lunes a jueves el museo es gratuito de 18:00 a 20:00, pero nos avisaron que se llena. La entrada incluye la visita al Palacio Real, que como hemos dicho, está junto al museo. Spoiler: no nos dio tiempo, y hace unos años lo visitamos y ni fu ni fa.

Lo más cómodo y conveniente es acceder paseando tras acercarse en transporte público. Las estaciones más cercanas de metro son Ópera (líneas 2 y 5), Plaza de España (líneas 2, 3 y 10) y Príncipe Pío (líneas 6 y 10). Además Príncipe Pío tiene servicio de Cercanías. Si optáis por el bus, Callao y Príncipe Pío son las mejores referencias de paradas. Si vais en vuestro coche hay un parking subterráneo bajo la plaza de Oriente (cuidado con las restricciones de la Zona de Bajas Emisiones).


Aunque la apertura se retrasara varios años, la espera ha merecido la pena. Aunque no lo parezca es un patrimonio que nos pertenece a todos y está muy bien que podamos disfrutarlo. Solo han hecho falta cinco siglos.