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martes, 28 de septiembre de 2021

MONTANEJOS, DONDE EL AGUA ES VIDA

La pandemia ha hecho que vayamos posponiendo planes que más o menos teníamos encauzados hace un año y medio, aproximadamente. El levantamiento progresivo de las medidas de restricción para evitar los contagios en cada una de las comunidades autónomas ha hecho que esos planes se hayan recolocado y se concentren en unas cuantas semanas. De esta manera hemos ido posponiendo nuestra visita a Montanejos hasta que finalmente ha sido posible.

Montanejos, donde el agua es vida

Montanejos es un municipio que se encuentra en la provincia de Castellón. Concretamente en su interior, en la comarca del Alto Mijares. Es precisamente este río, el Mijares, es que le confiere toda su personalidad a Montanejos. Pasando por este municipio el río aflora unas aguas termales, en la conocida como Fuente de los Baños, que desde hace siglos han sido muy valoradas por sus propiedades.

De esta manera Montanejos se ha convertido en una villa termal con numerosos establecimientos que aprovechan estas aguas termales para un balneario o varios circuitos de spa. Evidentemente nuestra visita a Montanejos pasaba, obligatoriamente, por probar las propiedades de estas aguas.


Muy cerca del Parque Natural de la Sierra de Espadán, en una zona de media montaña, Montanejos se encuentra en un valle formado por el propio Mijares y por otros ríos afluentes de éste como el Maimona. El paisaje es realmente espectacular, rodeado de frondosos bosques mediterráneos de pinos y carrascas (encinas). Desde la carretera que llega a Montanejos es fácil percatarse de que nos adentramos en una zona muy especial.

Para llegar se puede tomar la autovía A-23, que conecta Sagunto con Teruel (y Zaragoza). Se toma la salida 42, y buscar la CV-195 siguiendo las indicaciones. No hay pérdida. No está de más detenerse un segundo para visitar los pueblos que atraviesa esta carretera: Caudiel y Montán. Su ubicación, prácticamente equidistante con Valencia y Teruel, lo convierten en un destino fantástico para una escapada de fin de semana o durante un puente. No está lejos de localidades como Fanzara u Onda.

Montanejos, donde el agua es vida

Una de las primeras cosas que nos llamó la atención es que hay bastantes establecimientos que ofrezcan alojamiento. Tanto hoteles como apartamentos turísticos y casas rurales. Teniendo en cuenta que la población empadronada es de algo más de 500 habitantes, está muy bien. El más conocido es el Balneario de Montanejos. La otra gran sorpresa que nos llevamos es que pensábamos que sería una estancia tranquila. Nada más llegar vimos muchos coches aparcados. ¡Estaban en fiestas! Pero no montaron, por suerte, mucho escándalo.

El centro urbano de Montanejos es peatonal, con bastantes espacios para pasear. Aunque hay bastantes cuestas, eso sí. Uno de los puntos neurálgicos es la Plaza de España. En el centro hay una fuente, que además de agua parece distribuir la vida por este enclave. En un lado de la plaza se encuentra el Ayuntamiento. En otro la cabecera de la Iglesia de San Jaime. Alrededor hay varios bares y restaurantes donde se come muy bien. 


Junto al Ayuntamiento hay un pequeño supermercado donde podréis adquirir productos típicos de Montanejos y su zona. La verdad es que hay cosas magníficas. Y riquísimas. Otro consejo sería visitar la panadería Collado, en la avenida Fuente de los Baños. Es un pequeño establecimiento, pero lleno de delicias. 

Montanejos, donde el agua es vida

En una calle un poco más alejada del centro, de cara al río Mijares, se encuentra Villa Purificación. Este edificio fue construido en 1929, por parte de un empresario valenciano, Jaime Asensio, como villa de vacaciones. En aquella época empiezan a popularizarse las vacaciones entre la burguesía y ciertas clases acomodadas. La decisión de la familia Asensio de construirse esta casa en Montanejos no es casual. Aprovechan sus vacaciones para "tomar las aguas", en especial las de la Fuente de los Baños, atraídos por las propiedades que se comenta que tienen. La casa se edifica en un solar en desnivel, por lo que se aprovechan varios niveles, en especial para el jardín de la villa. 

La verdad es que poco les duró la alegría a Jaime Asensio y su esposa Purificación, que le da nombre a la propiedad, ya que durante la Guerra Civil la casa es incautada por ambos bandos. El ejército de la República instala en primer lugar unas escuelas para convertirlo en hospital más tarde. Por su parte, el bando franquista instala un cuartel general durante la campaña de Teruel. Ambos bandos modificarán el interior para adaptarlo a sus necesidades. Con todas sus rehabilitaciones, sigue siendo una casa muy bonita.


Muy cerca de Villa Purificación se encuentra un paseo fluvial que discurre paralelo al cauce del río Mijares. A lo largo de este paseo, perfectamente practicable porque tiene una capa de hormigón, hay varias playas fluviales. Son muchísimas las personas que cada verano aprovechan para darse un chapuzón. Es un espacio muy agradable y tranquilo, perfecto para familias.

Montanejos, donde el agua es vida

Pero si Montanejos es realmente conocido es por la Fuente de los Baños. Para llegar hay que dirigirse aguas arriba. Poco después del lugar donde el río Maimona desemboca en el Mijares, bajo el puente que hay a la salida de Montanejos, se encuentra el acceso a este paraje. La entrada cuesta entre 3,5€ y 2€, dependiendo de la edad, aunque hay bastantes gratuidades, como por ejemplo para los clientes que se alojen en un establecimiento de Montanejos. 

Las aguas de la Fuente de los Baños tienen una temperatura constante de 25º C y tienen propiedades antioxidantes y antienvejecimiento. A nosotros nos costó un poco encontrar la corriente que lleva ese agua. Como cualquier río que se precie el agua estaba fría. Pero sí que de vez en cuando notábamos un calorcillo. Aunque en ningún momento dejamos de sospechar... Si no es por el agua visitadlo por el paisaje. Absolutamente espectacular. Encajado en un cañón de una gran belleza entre paredes casi verticales de piedra. 


Los alrededores de Montanejos se prestan para la práctica del senderismo. Vimos a bastantes personas con bastones y botas para disfrutar de la montaña. Desde luego que el paisaje lo merece. Entre bosques y algunas zonas que se han habilitado al cultivo. Y los ríos, que también acompañan a las caminatas. 

Montanejos, donde el agua es vida

La sensación es que nos quedó algunas cosas que ver en Montanejos. Por ejemplo algunos restos de edificios de origen musulmán, como unos baños en la zona del Mijares, o un antiguo molino que, igualmente, aprovechaba estas aguas. Pero estamos absolutamente convencidos de que volveremos. De hecho ya se lo hemos recomendado a algunos familiares y amigos. Seguro que, igual que nosotros, no les decepcionará.