martes, 28 de enero de 2020

TRUCOS Y CONSEJOS PARA VISITAR BIOPARC VALENCIA

Dice Sabina en Peces de Ciudad que “al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”. A pesar de ser bastante sabinistas nos hemos saltado a la torera la recomendación del maestro de Úbeda y después de unos cuantos años hemos vuelto a un lugar que nos encantaba cuando vivíamos en Valencia: el Bioparc.


Para entendernos, el Bioparc es el zoo de Valencia. Abrió sus puertas en 2008 para sustituir al que había en los Jardines de Viveros que era insuficiente y había quedado completamente obsoleto. Este es un parque zoológico de última generación, bajo el principio de la zoo-inmersión, es decir que los animales no se encuentran enjaulados, si no en un espacio que reproduce su hábitat natural donde las barreras con los humanos están disimuladas. 



Respecto a cuando íbamos hace unos años no hemos encontrado diferencias fundamentales en el parque más allá de la actualización de algún hábitat concreto, o la instalación de algún elemento que en su día no existía. A pesar de esto sigue siendo un parque fantástico para toda la familia, con una señalética muy didáctica y hábitats en perfecto estado de revista, muy limpios y muy bien cuidados.



Al poco de entrar recordé una de las cosas que hacíamos para visitar Bioparc. Pero ya era tarde. No es nada del otro mundo, simplemente consiste en visitar el parque en el sentido de las agujas del reloj, es decir, en cuanto entramos dirigirnos a nuestra izquierda. Generalmente conseguiremos apartarnos de la masa mayoritaria de visitantes y podremos disfrutar del parque un poco más a nuestras anchas. 



Bioparc representa en sus instalaciones diversos hábitats de África en los que podremos observar unos 800 animales de más de 100 especies diferentes. Los hábitats son espectaculares con una recreación fantástica. Probablemente el recinto más espectacular sea la sabana, donde conviven y trotan jirafas con varios tipos de gacelas y distintas especies de aves, fundamentalmente acuáticas. 



Otro de nuestros recintos favoritos es el de los gorilas de montaña, para nosotros las grandes estrellas del parque, con permiso de jirafas, elefantes, chimpancés, rinocerontes y leones (bueno, leonas que el macho falleció hace poco tiempo). Impresiona ver a estos majestuosos simios que pueden medir como un humano y pesar hasta 200 kg. 


Quizá una de las cosas que más nos gustan de Bioparc es la cantidad de espacios con agua que existen. Ríos con multitud de peces, cascadas para que los elefantes se refresquen o el espectacular acuario de la cueva de Kitum donde viven cocodrilos o hipopótamos (en tanques separados, claro) son algunos ejemplos. Un secreto, también funcionan de barreras porque muchos animales no saben nadar y temen caerse al agua.



Por resumir un poco y no citar todas las especies que hay en Bioparc, destacaremos, por último los baobabs que existen en el recinto de los elefantes, y los lémures que se pueden ver en el hábitat de Madagascar. Pero todo el parque tiene rincones que os fascinarán.



En el anfiteatro se sigue representando un espectáculo con aves y mamíferos. Un espacio ovalado con capacidad para unas mil personas, que se suele llenar en cada representación, no lleguéis muy tarde. En el show sí que notamos algún cambio respecto al que nosotros vimos en su momento, pero esencialmente sigue siendo el mismo. 



Os recomendamos acudir a primera hora a Bioparc, ya que nada más abrir se puede ver por turnos como los animales salen de sus refugios para llegar a sus hábitats. Durante todo el día hay actividades de divulgación sobre los animales que generalmente van una a continuación de otra, además de la proyección en el cine del parque. Tened en cuenta que podéis ver todo Bioparc en unas 4 horas, por lo que da tiempo a todo.



Para comer existen varias opciones. Hay un restaurante panorámico con vistas a la sabana, que es el restaurante central del parque. También con vistas a la sabana hay una cafetería que ofrece sándwiches. Nosotros nos decidimos por los restaurante Samburu y Ndoki que se encuentran muy cerca y ofrecen menús de bocadillos, hamburguesas y brochetas a un precio bastante contenido respecto a otros parques de similares características. Además entre ambos hay una zona de juegos infantiles que a los niños les encanta. 



Bioparc se encuentra junto al Parque de Cabecera, de hecho se pasa sobre este parque para entrar. Dispone de un parking de pago que generalmente está vacío. Las entradas generales (de 13 a 64 años) cuestan 23,80 euros, la infantil (de 4 a 12) 18 €, la senior (mayores de 65 años) 17,50 € y los menores de 4 años no pagan. Las familias numerosas nos beneficiamos de un 15% de descuento. También tienen el mismo descuento familias monoparentales, menores de 25 años y discapacitados o pensionistas.



No dudéis en visitar Bioparc si estáis en Valencia. Es una visita muy agradecida en una zona de la ciudad que, como ya os hemos contado en este blog, tiene muchas posibilidades para toda la familia. 

sábado, 18 de enero de 2020

¿SE PUEDE VISITAR PORT AVENTURA EN UN DÍA?

El 1 de mayo de 1995 un hecho provocó una tremenda sacudida en España. Se inauguraba el primer parque temático en nuestro país, concretamente en Cataluña, en la provincia de Tarragona, entre los municipios de Salou y Vilaseca. De esta manera respondíamos a París, que había abierto las puertas tres año antes el parque que entonces se conocía como Euro Disney. Desde el primer día Port Aventura nos fascinó a todos. 


Aunque no creo que haga falta explicar mucho qué es Port Aventura pero para los despistados diremos que es un parque temático que recrea seis áreas: Mediterrània (un pueblecito de pescadores en el Mediterráneo), Polynesia, China, México, Far West y SésamoAventura, una zona infantil inspirada en Barrio Sésamo. La decoración, las atracciones y la restauración remiten elementos típicos de cada una de las áreas temáticas. 

En puridad llamamos Port Aventura a lo que se debería llamar Port Aventura Park, ya que a lo largo de estos 25 años han abierto dos parques más en el complejo: el parque acuático Caribe Aquatic Park, y Ferrari Land. Además seis hoteles, un campo de golf y un centro de convenciones completan la oferta. 


Respondiendo la pregunta que da título a este artículo, sí, en líneas generales nosotros pudimos. Pero nosotros tenemos una particularidad, no somos mucho de montar en las atracciones más fuertes, así que dejamos de emplear el tiempo de las colas en otras atracciones y en los espectáculos. Si quieres montarte en todas la atracciones y ver todos los espectáculos, no, un día no es suficiente ni exprimiéndolo al máximo. 


Tras la experiencia el año anterior en el Parque Warner (visitamos Port Aventura en las mismas fechas, sí, otra vez con el cumpleaños de nuestro hijo mayor como excusa) esta vez nos planteamos planear la visita un poco más para no ir a tontas y locas y aprovechar. A pesar de eso incluso en el orden hubo caos, pero sí que nos dió la sensación de que aprovechamos mucho mejor la jornada. 

La planificación previa fue importante porque ya conocíamos los requisitos de altura para las atracciones y pudimos ir discriminando. No era fácil con tres niños de diferentes edades, alturas y rangos de altura. En la web de Port Aventura hay mucha información útil y nos vino muy bien. 


Lo primero que hicimos es ir al área de SésamoAventura, la zona infantil, así mis hijos montaban en todo y ya podíamos dedicar el resto del día al resto del parque. Para llegar allí aprovechamos el tren que recorre Port Aventura y que es una gozada ya que te ahorra caminata y cansancio. No estoy muy seguro de que ahorre tiempo, pero oye, que a nosotros nos gusta el tren (y el barco, ojo, no nos olvidemos del barco). 


Pudimos (o pudieron, depende) montar en casi todo , excepto en Street Mission, la atracción que se inauguró el año pasado y que siempre tenía una cola de al menos una hora, así que íbamos retrasándolo. En todo el parque hay paneles informativos con la espera en las principales atracciones, y también así puedes decidir si ir hacia un lugar u otro. 


Pero a pesar de toda la planificación también tuvimos que correr, porque si bien teníamos claro las atracciones en las que queríamos montar y en las que no, también sabíamos que queríamos ver el máximo número de espectáculos posible, empezando por el Bang Bang West, el show de especialistas ambientado en el Oeste. Aunque en estos 25 años ha perdido por el camino algunas de las partes más emocionantes, sigue siendo muy divertido. 


También nos gustó mucho Bubblebou, un espectáculo con pompas de jabón que se hacía en el Teatro Mágico de China. En principio no parece gran cosa, pero es realmente sorprendente, tierno y divertido. 150% recomendable. 


Pero si hablamos de espectáculos no os podéis perder FiestaAventura, el gran show que se realiza justo antes del cierre del parque y que es sencillamente espectacular. ¡Y nosotros nos lo queríamos perder! Cuando fuimos el parque cerraba a medianoche, y las fuerzas, sobre todo las de nuestros hijos, ya iban justitas, y estuvimos a punto de irnos tras ver el desfile de artistas. 


¿Pero que es Port Aventura sin atracciones? Nada. Que no no gusten las más potentes no significa que no montemos en ninguna. Si vais, como nosotros, con niños pequeños (el mayor cumplió 10 años el día anterior) os vamos a recomendar dos. Por una parte Angkor, una atracción acuática inspirada en el templo camboyano de Angkor Wat, sin cuestas ni saltos como el Tutuki Splash o el Silver River Flume pero muy divertida ya que debes mojar a otros grupos. La otra atracción recomendada es Street Mission. Os hemos dicho que fuimos retrasándola por la cola, y al final montamos pasadas las 10 de la noche, antes de ir a los espectáculos finales. Es muy divertida y todos, empezando por mi hijo pequeño, nos lo pasamos en grande. 

Por último una última recomendación, nos fiamos de algunos blogs que recomendaban comer en Cactus Express, en México. Hicimos caso. Acertaban. Comida tex-mex. Son menús grandes, tanto que pedimos 4 para los 5, y hubo comida más que suficiente. Perritos calientes, burritos, nachos, patatas fritas… Precios de Port Aventura pero comida abundante. 


Para mis hijos era la primera visita y nada más salir querían volver. Para mi mujer era su segunda visita, la primera fue en un Halloween. Por mi parte era la tercera vez. Estuve hace casi 25 años, cuando el parque estaba recién inaugurado. No será la última vez, estamos convencidos que más pronto que tarde volveremos todos a Port Aventura.

miércoles, 8 de enero de 2020

DE EXCURSIÓN EN EL NACIMIENTO DEL RÍO CUERVO

Hace poco estuvimos pasando unos días en la provincia de Cuenca. Ésta es una provincia que tiene muchísimos encantos, muchísimas cosas que visitar. Hace unos cuantos años que visité uno de los mayores iconos naturales conquenses con mi padre, y ahora, con mis hijos, hemos vuelto al Nacimiento del Río Cuervo.


El Nacimiento del Río Cuervo está situado en pleno Parque Natural de la Serranía de Cuenca, y a su vez, está singularmente protegido por la figura del Monumento Natural, que define a una formación de singular belleza o rareza. En este caso es su formación geológica la que le otorga su carácter especial, y su aspecto único.


Posiblemente hayáis visto alguna vez fotos de este espacio natural, ya que sus cascadas son bastante conocidas. Completamente cubiertas de musgo, en invierno se llegan a helar en múltiples ocasiones, lo que atrae en los meses más fríos a numerosos visitantes. Numerosos fotógrafos aficionados se acuden para dar rienda suelta a su afición, y nosotros son quedaríamos horas oyendo el rugido del agua y viendo el posterior lento circular de las aguas.


El paraje se conserva bastante virgen, a pesar de ser un lugar muy turístico. Hace unos años se construyó una pasarela y una rampa para facilitar el acceso a personas en silla de ruedas y carros de bebé. El aparcamiento es amplio, pero no está asfaltado. Además los caminos se encuentran vallados por una pasarela de madera para ayudar al visitante e impedir el acceso a la laguna que se forma a los pies de las cascadas u otras zonas. Como souvenir seguramente os llevéis un buen puñado de barro en vuestro calzado. Os recomendamos que sea calzado deportivo, nada de tacones o zapatos con los que os podáis resbalar. Sobre todo si queréis ascender por la escalera que lleva a la parte superior de las cascadas.


Para llegar al Nacimiento del Río Cuervo, desde la capital conquense hay que tomar la carretera CM- 2105. No tiene pérdida, está perfectamente señalizado, no sólo para llegar al Nacimiento del Río Cuervo, si no que también se dirige a la famosa Ciudad Encantada, aunque está vez no la visitamos. Esta vía es de un carril y doble sentido, con un trazado muy sinuoso, así que os rogamos que extreméis la precaución.


Pero al mismo tiempo esta carretera nos va a mostrar una serie de lugares bastante bonitos. En primer lugar vais a atravesar, como antes hemos comentado, el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, por lo que podréis observar inmensos bosques de pinos, y con suerte ver algún animal de la zona. Lo más habitual es ver águilas, que volando son un auténtico espectáculo, aunque también hay otras rapaces, ardillas, o animales domésticos como vacas u ovejas (para un urbanita, casi cualquier animal es una celebración).


Otros lugares pintorescos (mira que me gusta esta palabra) que podéis visitar son: el embalse de la Toba, las localidades de Uña, y su laguna, Huélamo o Tragacete, municipios muy tranquilos, donde la despoblación ha hecho mella y donde apenas encontraremos un bar, una tienda o un estanco abierto.


Nosotros al volver paramos unos minutos para contemplar el paisaje desde el Ventano del Diablo. ¿Qué es esto? Una formación rocosa que asemeja un balcón con vistas a las hoces del río Júcar. Las vistas son una pasada, por lo que os recomendamos que paréis. Muy cerca se encuentra el poblado de El Salto de Villalba, un conjunto de edificios que se construyó para los trabajadores de una central hidroeléctrica que todavía hoy proporciona electricidad.


Otra opción es seguir la ruta, de apenas 58 kilómetros (eso sí, con más curvas que un sacacorchos), donde podremos ver el nacimiento de los ríos Cuervo, Tajo, Júcar y Turia. Esta ruta se desarrolla entre las provincias de Cuenca y Teruel, y podéis acabar, incluso visitando Albarracín. Como curiosidad, el río Cuervo es afluente del Tajo (nosotros convencidos que era afluente del Júcar, que serpentea por todo el camino) y es el que surte de agua al conocido manantial de Solán de Cabras.


Como veis hay múltiples opciones para pasar un magnífico día en familia. Con muy poco podréis organizar una bonita excursión rodeados de una naturaleza exuberante y enigmática, donde las piedras juegan con el agua a ser lo que en realidad no son. 

sábado, 28 de diciembre de 2019

DESEOS VIAJEROS PARA 2020

Aunque Papa Noel, Santa Claus, San Nicolás o el Olentzero haya pasado, todavía nos queda la oportunidad de pedirle a los Reyes Magos lo que deseamos para el próximo año. Nuestra carta está llena de viajes por realizar. Tenemos varias peticiones, a ver si con suerte alguna se materializa durante este año nuevo que vamos a estrenar. Seremos realistas, al contrario que en el mayo del 68 no pediremos imposibles:


BURGOS: Un viaje que teníamos bastante adelantado para 2019, pero que al final no pudo ser. Tanto la capital como el resto de la provincia tienen numerosos atractivos que la convierten en un destino fantástico para toda la familia. Con la Catedral burgalesa como icono de la ciudad y de la arquitectura gótica. El Museo de la Evolución Humana como estandarte de un nuevo recurso que aprovecha las investigaciones que se realizan en el cercano yacimiento de Atapuerca, que también es visitable. 


CAMINO DE SANTIAGO: Sí, queremos hacer el primer road trip de la historia. Sí, con niños. Sí, nos han dicho que estamos locos. Efectivamente, lo más complicado es diseñar una logística que permita poder poner punto final a cada etapa en cualquier momento, porque con tres niños las probabilidades de que hayan quejas son numerosas. Salir de Sarria y llegar a Santiago de Compostela. En principio son 5 etapas, allí veremos.


EXTREMADURA: Mérida, Cáceres, los paisajes de las Hurdes, el valle del Jerte, la comarca de la Vera. Historia y gastronomía. Una enorme cantidad de posibilidades en esta comunidad autónoma. Aunque nos pilla un poco lejos eso no nos quita las ganas de visitarla y conocerla. La combinación de edificios de época de los romanos con espacios de naturaleza desbordante es un gran aliciente. Y si nos falta algo, Portugal está a la vuelta de la esquina.


ANDORRA: Otro de los viajes que teníamos bastante organizado para el 2019. Si os gusta esquiar es un destino perfecto, pero no sólo de invierno vive Andorra, y eso lo saben perfectamente. Los increíbles paisajes pirenaicos se complementan con los numerosos comercios del Principado, y sus promesas de ofertones y gangas, y uno de los complejos termolúdicos más conocidos de la Península Ibérica. Por si fuera poco, desde hace unos años las noches del mes de julio se amenizan con un espectáculo exclusivo y gratuito del Cirque du Soleil. 


LYON: Sí, también es uno de los viajes que quedaron pendientes en 2019. Probablemente sea el viaje que con mayor seguridad realicemos, puesto que tenemos un familiar muy cercano que reside allí (cercano en consanguinidad, claro) y tenemos resuelto el alojamiento. Antigua capital de la provincia romana de la Galia, importante ciudad comercial en la Edad Media y centro industrial en la Edad Moderna, Lyon vió nacer a los Hermanos Lumière, Antoine de Saint-Exupéry o Paul Bocusse, además de los emperadores romanos Caracalla y Tiberio. Un destino que tenemos muchas ganas de visitar.


DISNEYLAND PARÍS: De parque temático en parque temático y tiro porque me toca. No os podéis ni imaginar la cantidad de blogs que hemos leído con recomendaciones acerca de este parque, la de veces que hemos mirado las ofertas, las alternativas que existen en cuanto a transporte y alojamiento… Quien no haya soñado alguna vez con visitar la filial europea del parque de atracciones del ratón más famoso del planeta no tiene corazón.


LONDRES: Quizás la ciudad europea que más ganas tenemos de conocer. De toda esta lista de deseos probablemente es el menos seguro de realizar en 2020, Brexit mediante. ¿Qué queremos ver en Londres? Pues desde sus fascinantes museos a sus famosos monumentos. Y sobre todo muchos lugares que tienen relación directa con nuestros cantantes y grupos de rock and roll favoritos. Una ciudad increíble que queremos descubrir.

¿Y vosotros? ¿Qué planes tenéis para 2020?

PD: Todas las imágenes utilizadas para este post tienen licencia Creative Commons para poder reutilizarse con modificaciones

miércoles, 18 de diciembre de 2019

PORQUÉ EL JARDÍN DEL TURIA DE VALENCIA ES UNA VISITA IMPRESCINDIBLE

En octubre de 1957 el rio Turia se desbordó en Valencia, provocando unas terribles inundaciones en las que 81 personas (al menos) perdieron la vida y hubo daños que tardarían años en repararse. Para evitar nuevas riadas, que por el volumen de la ciudad cada vez eran más destructivas, se diseñó el denominado "Plan Sur", un nuevo cauce del Turia evitando la ciudad. Entonces surgió una duda, qué hacer en el antiguo cauce del rio. 


El Régimen franquista bajo aquella premisa de que "el progreso como sea es progreso" quiso construir una autopista que atravesara Valencia de punta a punta (¡¡¡atravesara Valencia de punta a punta!!!) conectando el puerto con el aeropuerto. Al potente movimiento vecinal que surgió en contra de ese proyecto le debemos que el verde le ganara la batalla al asfalto y que hoy día se pueda disfrutar de un espacio para todos. Una autopista verde que no atraviesa Valencia, si no que la cohesiona.


El Jardín del Turia es una magnífica mezcla de muchas cosas: en primer lugar vegetación, pero también historia, arquitectura y cultura; y deporte; y lugar de encuentro y esparcimiento. Porque en sus cerca de 7 kilómetros de longitud y 110 hectáreas de extensión caben muchas cosas, y se pueden hacer muchas cosas, como pasear, correr o montar en bici. Uno de los parques favoritos de Valencia.



La urbanización del Jardín del Turia se fue ejecutando por tramos que fueron encargados a distintos estudios de arquitectura y diseño, lo que le confiere al jardín un cierto aire ecléctico, ya que no es posible distinguir un hilo conductor común a lo largo de todo el recorrido. En total encontramos 16 tramos, delimitados generalmente por puentes. Si empezamos por el extremo más alejado al mar, junto al Parque de Cabecera, encontraremos una zona de jardines, con arbolado e instalaciones lúdicas como mesas de ping-pong, zonas de juegos infantiles y canchas deportivas, entre ellas el Estadio de Atletismo del Turia, donde se celebran pruebas de primer nivel. 


A continuación el bosque mediterráneo es el gran protagonista, con una importante presencia de pinos y de vegetación autóctona. Es la zona más “natural”, la que más se acerca a la naturaleza en bruto. Aquí también encontraremos instalaciones deportivas como campos de fútbol, un campo de rugby y un campo de beisbol y sotfbol, donde disputan sus partidos los diferentes equipos valencianos de cada disciplina. 




Siguen jardines finamente diseñados. Éstos se sitúan frente al Museo de Bellas Artes, Viveros y la Alameda. Hasta llegar al puente de la Exposición, ya que el paisaje cambia y se transforma en una explanada donde se celebran ferias, festivales, espectáculos pirotécnicos y antes se instalaban circos. 



Los siguientes tramos tienen como gran estrella la explanada que se abre frente al Palau de la Música. Diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill, predomina la ordenación regular y simétrica de los elementos, tanto arquitectónicos como vegetales, con la presencia de especies como palmeras o naranjos amargos. 


Uno de los elementos más queridos de Valencia se encuentra a continuación. Éste no es otro que el Parque Gulliver, un espacio que recrea al gigante creado por Jonathan Swift y que viajó a Liliput, transformando tanto su cuerpo como su ropa en divertidos toboganes para todos los públicos. No os recomendamos ir en las horas centrales en verano. 



Los últimos tramos del Jardín del Turia tienen como gran elemento a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el conocidísimo conjunto diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela, uno de los mayores centros lúdicos y de divulgación científica de toda Europa. Alrededor de sus edificios se abren numerosas y amplias zonas ajardinadas, atravesadas por un río que recuerda la antigua presencia del Turia. 


Mencionar los puentes que salvaban (y salvan) el Turia es imprescindible, ya que se convierten en una magnífica lección de arquitectura y de ingeniería al aire libre. El más antiguo se remonta al s. XIV, concretamente el Puente de la Trinidad (1356-1402), junto al Museo de Bellas Artes. Los puentes de Serranos (1518), del Mar (1592-1596), del Real (1594-1599) y de San José (1604-1607), completan el top 5 de los más antiguos. Por contra los puentes del 9 D’Octubre, de las Artes, la Exposición, y L’Assut de l’Or, todos de Calatrava, además del Puente de las Flores son los más modernos. 


¿Queréis más? Alquiler de bicicletas y carritos. Terrazas donde tomarse un refresco con unas bravas. Estanques para perros. Se mire como se mire, el Jardín del Turia es un lugar imprescindible si visitáis la capital valenciana. Tiene de todo y seguro que toda la familia podrá disfrutar de él. Si se os queda corto alrededor del antiguo cauce se encuentran museos, más parques, y un sinfín de posibilidades.  Creemos que por si solo ya merece una visita a Valencia.

domingo, 8 de diciembre de 2019

7 JUEGOS DE MESA PARA DIVERTIROS EN FAMILIA

Las Navidades asoman por la esquinita. Las ciudades ya se preparan, instalando luces decorativas y belenes por doquier. Pero sobre todo los comercios, que parece que cada vez adelantan más las ventas para estas fiestas. Por si fuera poco, los canales de televisión repiten machaconamente decenas de anuncios de juguetes, colonias y otros productos susceptibles de convertirse en regalo.


Uno de nuestros regalos favoritos, tanto en nuestra familia como para otras personas ajenas, son los juegos de mesa. Lejos de los más tradicionales como el parchís, la oca, el Trivial Pursuit, Risk o Monopoly, existen multitud de juegos que editan pequeñas empresas, que nada tienen que ver con las macro como MB, Hasbro, etc.


¿Por qué juegos de mesa? En primer lugar porque nos permite socializar en un ambiente lúdico. ¿Quién no añora esas tardes jugando en familia o con amigos a vuestros juegos favoritos? Por otra parte entrenan destrezas como la imaginación, la creación de estrategias o la resistencia a la frustración, puesto que a veces ganas y otras pierdes. Estas destrezas que entrenan los niños (y los adultos) en un entorno divertido nos permiten estar preparados para la vida real (donde no podemos volver a la casilla de salida).

A continuación os presentamos una serie de juegos menos conocidos por el gran público pero que nos parecen magníficos para jugar en familia:

MONZA: Un juego de mesa divertido, con una mecánica fácil y con partidas rápidas. Lo fabrica Haba, una marca alemana de juegos educativos. Por el nombre habrás deducido que tiene algo que ver con las carreras. Efectivamente, nuestro objetivo es llegar a la meta los primeros con nuestro coche. Para ello se lanzan seis dados de colores y avanzaremos según los colores de la pista. Esto nos permite establecer estrategias con los colores para avanzar más o menos. Aunque la edad recomendada sea a partir de 5 años, nuestro hijo pequeño, con 4 años, ya juega con nosotros.


DIXIT: Uno de los juegos de mesa más bonitos con los que os podéis encontrar. Creado por Jean-Louis Roubira, el juego consiste en adivinar una carta a partir de cierta pista. Todas las cartas del juego son diferentes y tienen sugerentes (y preciosas) ilustraciones que cada jugador puede interpretar de un modo distinto. Ahí radica gran parte del éxito de este juego que ha obtenido varios premios internacionales.


LA DANZA DEL HUEVO: Otro juego de Haba. En esta ocasión necesitaremos tener una habitación grande para jugar ya que habrá que correr y buscar huevos de goma que botan. Sí, de ahí proviene el nombre de un juego muy divertido, donde se pondrá a prueba la agilidad de los jugadores. Altamente recomendado para niños pequeños, que se lo pasarán pipa intentando que los huevos no se les caigan del cuello, entre las piernas, etc.


JUNGLE SPEED: Aunque nosotros tenemos una, ejem, versión del juego, el contenido y las reglas son las mismas. Hay un mazo de cartas con dibujos geométricos en cuatro colores distintos. En el centro de la mesa se coloca un tótem. Si dos o más jugadores destapan una carta que coincide en dibujo o color (depende del caso) deberán coger el tótem el primero. Un juego de velocidad y cierta picardía.


SPEED CUPS: Otro juego donde la velocidad de los jugadores es un valor fundamental. Cada uno tiene cinco cubiletes, rojo, azul, verde, amarillo y negro, y debe de imitar la posición que aparece en las cartas que se van destapando. Quien primero lo hace debe de hacer sonar un timbre que se coloca en el centro. Los reflejos son imprescindibles en este juego si quieres ganar.


CÓDIGO 13+1: En este juego los niños se van a meter en la piel de unos agentes secretos y van a intentar descifrar un código secreto para alcanzar la cámara acorazada del museo. Para conseguirlo van a contar con el arma más eficaz jamás creada: las matemáticas. Sí, con este juego los niños (y los adultos) repasarán las operaciones aritméticas básicas: sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Aunque pueda parecer un poco rollaco, los niños se lo pasan muy bien, sin darse excesiva cuenta de que están repasando mates. Otro juego creado por la alemana Haba, que sí, nos gusta mucho.


AVENTUREROS AL TREN: Desde que este juego creado por Alan R. Moon viera la luz en 2004, se ha convertido en un clásico entre los clásicos. Su sencilla mecánica, intentar conectar dos ciudades con el convoy más largo posible, ha seducido a jugadores de todo el mundo. En esta ocasión os traemos el juego de cartas, que carece de tablero y fichas, pero por el contrario, es mucho más ágil y mucho más fácil de llevar, algo ideal para los viajes y vacaciones. Esta versión es una más de las muchas que se han lanzado de este juego, que recorre el planeta al compás de chacachá.


Con estos juegos analizados hemos intentado abarcar un espectro lo más amplio posible acorde a la edad de nuestros hijos, entre 4 y 10 años. Aunque alguno de los juegos roza la línea del rol, creemos que es un tema tan absolutamente amplio (y apasionante) que dentro de un tiempo le dedicaremos un artículo. Esperamos que estas recomendaciones os puedan ser útiles y que si no tenéis listos los regalos para Papá Noel y/o Reyes Magos, podamos guiaros.