domingo, 28 de abril de 2019

EXCURSIÓN AL PANTANO DEL AMADORIO DE VILLAJOYOSA

Con la llegada de la primavera apetece salir más de casa. Mejor tiempo, más horas de luz, y la sangre alterada son algunos de los motivos para evitar que se caiga la casa encima. Tampoco es necesario ir muy lejos. En este caso nosotros fuimos cerquita, a Villajoyosa (o La Vila Joiosa), al embalse del Amadorio.


Como la mayoría de los ríos que desembocan en el Mediterráneo, el Amadorio es un río corto y que no tiene un caudal estable durante todo el año. De hecho la mayor parte del año, a partir del pantano, el cauce está seco. De presa para arriba el paisaje no es menos desolador, suele tener menos de un 25% de agua embalsada de su capacidad total (15,83 Hm3) pero la pátina turquesa lo disimula muy bien.


La presa se construyó a mediados de los años 50 del s. XX, uno de los famosos pantanos que después aparecía en el NO-DO cuando Franco lo inauguraba. Su construcción atrajo una fuerte inmigración a La Vila Joiosa, sobre todo de zonas de Andalucía y Castilla-La Mancha. Por el trabajo que venían a desempeñar, despectivamente, los oriundos los denominaban (y denominan) "pantaneros". De esa época se conservan en los alrededores de la presa dos silos para cemento que han sido restaurados y los lugares donde se hacía acopio de áridos para ser usados posteriormente. Estos elementos hacen que el paisaje tenga un punto extraterrestre.


Cerca de la presa se ha creado un área recreativa donde hay juegos infantiles y mesas de picnic. El área necesita un mayor mantenimiento, sobre todo los juegos infantiles, que les falta algunas partes. Pero bueno, los niños no necesitan mucho para divertirse. También se ha acondicionado la zona para facilitar su visita. Se ha construido un mirador y se han rellenado las zonas con arenas y plantas autóctonas.


Para visitar la presa hay que atravesar el túnel que se abre hacia la izquierda según llegamos por la carretera de acceso al área recreativa. En la presa podemos observar los diferentes elementos que forman parte de la infraestructura, como las compuertas o los puntos de vigilancia, para evitar que una hipotética rotura de la presa provoque una desgracia.


Además de una buena caminata, en el pantano se puede practicar la pesca y otros deportes náuticos. Para ello hay que solicitar los preceptivos permisos a las autoridades competentes, que en este caso es la Confederación hidrográfica del Júcar. También un poco de precaución, ya que hace unos años ocurrió un desgraciado accidente que se cobró la vida de un pescador aficionado que tocó sin querer unos cables de alta tensión con su caña. 


Para llegar al pantano del Amadorio tenéis que llegar a Villajoyosa y salir del centro urbano en dirección Orxeta (CV-770). Si llegáis por la N-332 o por la AP-7 no necesitáis entrar en la ciudad. Apenas a un kilómetro de la rotonda que da acceso al peaje de la autopista AP-7, a la izquierda, está el desvío (perfectamente señalizado). Seguid hasta que encontréis la presa, tras pasar el área polideportiva.


De camino podeis hacer una parada bastante interesante. Es visitar la Olivera Grossa (olivo gordo), uno de los árboles más antiguos de España. Dicen que este olivo pudo ser plantado en la época de los
romanos y, por lo tanto, tendría unos dos mil años. Aunque hay estudios genéticos que aseguran que la longevidad de un olivo es menor. De cualquier manera nos encontramos con un ejemplar único, como demuestra su tronco, amplio y retorcido. Para llegar hay que desviarse en la CV-770. Lo mejor es programar el navegador GPS porque no existe ninguna indicación. La única referencia es un cartel de "MARINA VERDE".


De esta manera pasaremos un día completo, descubriendo un paraje distinto, y en cierto sentido único, al conservar elementos que eran efímeros pero que han permanecido hasta nuestros días. Nos permitirá enseñar a los niños elementos naturales y cómo la transformación del paisaje por la acción humana puede dar lugar a nuevos hábitats, una clase de Conocimiento del Medio al aire libre.

jueves, 18 de abril de 2019

EL NUEVO LIBRO DEL MONSTRUO DE COLORES Y LA FIRMA DE SU AUTORA

Este es el monstruo de colores. 
Hoy se ha levantado raro,
confuso, aturdido...
No sabe muy bien qué le pasa.

Seguro que muchos habéis reconocido el párrafo anterior. Pertenece (por si no sabéis de que va) a "El Monstruo de Colores", un cuento escrito e ilustrado por Anna Llenas y que es todo un best-seller entre el público infantil, con más de 300.000 ejemplares vendidos desde 2012 que fue publicado.

Y es que este simpático monstruo explica a los más pequeños que existen distintos tipos de emociones y que no es extraño que en ocasiones nos sintamos alegres, en otras tristes, a veces nos enfademos y en otro momento nos sintamos confusos. Todo esto se explica a través de colores, lo que hace que el niño pueda sentirse identificado rápidamente. El azul es la calma, el rojo la rabia, el negro la tristeza...

Nuestros hijos son fans de este libro, sobre todo nuestra hija mediana y el pequeño (bueno, es el libro favorito del pequeño) y aprovechando hace meses una visita a Madrid acudimos a la presentación de las nuevas aventuras del Monstruo de Colores, "El Monstruo de Colores va al cole", en una conocidísima tienda en pleno centro. A pesar de acudir con bastante tiempo la cola era tremendamente larga.

Aunque los trabajadores de la tienda nos advertían que el aforo era limitado y seguramente no entraríamos, de la cola no se movía nadie. Entonces llegó el momento de la verdad y la sala donde tenía lugar el acto se llenó rápidamente de niños, carros, mamás, papás, libros y peluches. Sí, peluches, porque el Monstruo de Colores ha traspasado el papel para convertirse en numerosos objetos, desde libretas a peluches, de libros para colorear a canción en Youtube. Nosotros, por ejemplo, tenemos la edición convencional, otra en pop-up (con desplegables) y el nuevo libro, que compramos para la ocasión.


Pasó lo que tenía que pasar: aforo completo. La sala se desbordó y no cabía ni un alfiler chiquitito. Teníamos dos opciones: o esperar arriesgándonos a que nos quedáramos sin firma, o irnos. Aguantamos más o menos media hora. Pero esperar vosotros media hora en una cola con tres niños pequeños si tenéis valor. Así que al cabo de un rato nos fuimos.

Aprovechamos para pasear por el centro de Madrid. Calle Preciados, Puerta del Sol, Plaza Mayor... Tras un buen rato, más de hora y media, volvimos a pasar por la tienda y asomamos, por si acaso. Todavía había cola, pero mucho menos, así que decidimos esperar. Nos volvíamos a arriesgar a quedarnos sin firma, pero oye, ya que estábamos... Cada poco calculábamos: si en x tiempo ha firmado tantos libros y quedan estas personas... Y sucedió, Anna Llenas nos firmó nuestro ejemplar. Fuimos los últimos, pero de allí ya no nos movía ni la grúa. 


El monstruo nació como un diseño para una línea de productos que su autora, diseñadora gráfica, había sacado a la venta: cortinas de ducha, carritos de la compra. Cuando escribió el cuento de "El Monstruo de Colores" se dio cuenta de que esa figura encajaba perfectamente, y le dio una nueva vida.

Como el Monstruo de Colores va creciendo, le ha llegado la hora de ir al cole. Está nervioso porque no sabe lo que va a encontrar. Junto a su amiga Nuna conocerá a su profe y a sus nuevos compañeros, y vivirá muchas aventuras.
   

Y esta es la historia de la primera firma de libros de nuestros hijos, de una lección de paciencia, sobre
todo por parte de la autora, que tenía a unos pesaos esperando hasta el último momento. Fue muy amable y atenta, y la verdad es que así da gusto esperar lo que esperamos. Nosotros ya estamos esperando una nueva aventura del Monstruo de Colores. Y lo querremos firmado.

lunes, 8 de abril de 2019

DOMINGUEANDO EN EL AREA RECREATIVA SANTO ESPÍRITU DE GILET

Es domingo, no tenemos ningún plan a la vista empezamos a holgazanear y de repente un WhatsApp: os apetece ir al área de Santo Espíritu en Gilet? ¡¡¡Por fin, plan dominguero!!! Improvisamos algo de comer y para allá que nos vamos.



El área recreativa Santo Espíritu de Gilet se encuentra al sudeste de la Sierra Calderona en la provincia de Valencia para ello la forma más fácil para llegar es dirigirnos hacia Sagunto y tomar después la autovía que va hacia Segorbe (y Teruel). La primera salida lleva hacia el municipio, y siguiendo las indicaciones pronto llegamos al área recreativa, atravesando el centro urbano y pasando la urbanización, que se encuentra a unos tres kilómetros.



Por suerte (no siempre es así) se ha habilitado un parking bastante amplio para poder dejar el coche, algo que facilita bastante el acceso. Se tenía intención de cobrar, pero no vimos a nadie, ni nadie se acercó a nosotros, ni nada por el estilo. El área se encuentra en una inmensa pinada y tiene una extensión bastante grande, algo fantástico para que los niños puedan correr agusto, aunque los padres tengamos de vez en cuando que exhortarles para que no se alejen. Hay un área de juegos, por lo que no tienen excusa para aburrirse.



En este área hay bastantes paelleros con barbacoas, con un poco de previsión os podéis preparar carnes o embutidos a la brasa. Hay valientes que también se atreven a asar verduras, allá ellos. Ahora en serio, lo verdaderos valientes preparan paellas, algo que a leña me parece una proeza (aunque el humo de la madera le otorga un sabor especial y único). Eso sí, mirad siempre los canales oficiales del 112 o de la Conselleria de Medio Ambiente, para comprobar que no hay riesgo de incendio y se puede hacer fuego.



Si hacéis un pensat i fet (típica expresión en valenciano que significa "pensado y hecho") no os preocupéis ya que los sábados, domingos y festivos abre el chiringuito que hay en la parte baja del área recreativa. Además de bocadillos también podéis tomaros un café o un helado. Si vamos con niños, esto nos salvará de algún apuro.



¿De donde proviene el nombre de este paraje? Junto al área recreativa se encuentra un monasterio franciscano que tiene como denominación Santo Espíritu (o en latín: Sancti Spiritu). Este monasterio sigue en activo actualmente, de hecho la campana de su iglesia nos indicará las horas. Si os apetece, podéis dormir en la hospedería del monasterio, dicen que es muy tranquilo... Los que sí que duermen tranquilos son los monjes que descansan en el cementerio del monasterio, que se encuentra en el centro del área recreativa.


Para los que seáis más inquietos, el Sendero de Gran Recorrido GR-10 pasa por esta área recreativa enlazando por una parte con Puzol (punto de inicio del sendero) y con Segart y Serra por el otro. También por allí podéis recorrer la carretera que comunica el centro de Gilet con el monasterio. Opciones no faltan, ya que por la misma área recreativa y alrededores se puede pasear, y hay pequeñas sendas por las lomas que rodean al área.


Hay bastantes mesas, pero las mejores, las que tienen sombra o están cerca de los paelleros, son las primeras que se ocupan. Si no llegáis pronto corréis el riesgo de tener que sentaros en alguna mal posicionada. En los días de mucha afluencia hay quien se lleva su mesa y sus sillas, pero si sois previsores no tiene que ocurrir nada raro.



Seáis como seáis, pasar el día en el área recreativa Santo Espíritu es una buena alternativa. El entorno es muy bonito y un rato en contacto con la naturaleza (controlada, eso sí) no hace daño a nadie. Además los niños se lo pasan en grande. Vamos, será un día redondo.

jueves, 28 de marzo de 2019

RECORRER TODA EUROPA EN UNA TARDE: EL PARQUE EUROPA EN TORREJÓN DE ARDOZ

Si visitáis la Comunidad de Madrid uno de los espacios que más éxito ha tenido desde su apertura hace ahora algo más de 8 años, ha sido el Parque Europa de Torrejón de Ardoz. En este parque podemos viajar de Holanda a Londres, de Roma a París, o de Berlín a Madrid en apenas unos minutos y sin necesitar de teletransporte o cualquier práctica mágica.


Como acabo de comentar este parque se encuentra en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz en una zona que anteriormente estaba degradada y que el Ayuntamiento decidió poner en valor. Para eso construyó este parque que tiene una extensión total de unos 233.000 metros cuadrados que cuenta como principal atractivo las réplicas de monumentos de toda Europa.

Además cuenta con el reclamo, bastante interesante para las familias, de que la entrada es totalmente gratuita. En el interior encontramos, además de las réplicas que ya hemos mencionado, numerosos espacios para él disfrute de toda la familia, tanto área de juegos infantiles como un bar, atracciones, tirolinas y un gran lago central dónde podemos alquilar barcas de remo.


Hacía tiempo que teníamos ganas de ir a conocer este parque ya que nos habían hablado bastante bien de él y, la verdad, es que está bastante chulo. Podríamos poner alguna pega: alguna de las réplicas como la Torre Eiffel que no está perfectamente conseguida o la Fontana di Trevi que sin el muro posterior desluce bastante, pero en líneas generales los monumentos están bastante conseguidos. Y oye, te puedes hacer unas cuantas fotos de postureo y fingir en Instagram que has estado viajando por todo el continente...


En la entrada nos recibe la Puerta de Brandenburgo de Berlín, que sirve de pórtico de acceso. Inmediatamente después lo primero que vemos en el parque es un fragmento del Muro de Berlín, donado por el Ayuntamiento de la capital alemana. Si nos dirigimos hacia la derecha llegaremos a los molinos holandeses y si vamos hacia la izquierda tomaremos con la Plaza de España, una plaza presidida por el Edificio del Reloj de la Puerta del Sol de Madrid y que cuenta con réplicas de fachadas de casas típicas de distintas regiones españolas. Además de ser un magnífico mirador de todo el parque, en esta plaza es donde se ubica el bar-restaurante del parque.


Muy cerca localizamos el teatro griego, que a la manera de los teatros clásicos, aprovecha el desnivel del terreno. Aquí, en las noches de verano, se realizan espectáculos y se puede observar la Fuente Cibernética que está instalada en el lago central y que los viernes y sábados lleva a cabo un show de agua, luz y sonido. Este lago, además de las barcas que hemos comentado anteriormente, está atravesado por el Puente de Londres.


Si seguimos hacia la izquierda encontraremos, además de la Sirenita de Copenhague y un barco vikingo que se está hundiendo, la Mujer Gigante, una instalación que permite adentrarse en un cuerpo humano para conocer su funcionamiento. Muy cerca está la parte preferida de los niños, ya que se localiza aquí el área infantil y un pequeño parque de atracciones denominado "Diversión en la Granja", que sí que es de pago. Justo enfrente hay un circuito para poder montar en poni, algo que también les gusta mucho a los niños.


También por esta parte del parque se pueden observar la Torre Eiffel, el Manneken Pis, la Fontana di Trevi, el David de Miguel Ángel o el Atomium. También un espacio que se denomina la Plaza de Europa, y que con un plano a escala del continente y doce estrellas, como la bandera de la Unión Europea, rinde tributo a ese invento que es la UE, que nos ha proporcionado alegrías, alguna decepción, pero ante todo ha logrado afrontar un período de paz bastante duradero, que falta nos hacía.

¿Y el resto? Os preguntaréis. Bueno, en cuestión de veinte o treinta minutos el cielo se cubrió y cayó un auténtico tormentón, que hizo que tuviéramos que correr para refugiarnos o nos hubiéramos calado de los pies a la cabeza. La verdad es que fue una auténtica lástima porque lo estábamos pasando bastante bien y ese ratito de lluvia nos estropeó el resto de la tarde, ya que anochecía y debíamos volver a nuestro alojamiento.


A pesar de todo os recomendamos ir al Parque Europa, es una magnífica alternativa para pasar un buen rato, y la cantidad de actividades complementarias que presenta hace que tengamos muchas opciones para ir con toda la familia. Nosotros volveremos, seguro, pero con paraguas, chubasquero y botas de agua, por si acaso.

lunes, 18 de marzo de 2019

MÁLAGA, UN PASEO POR UNA CIUDAD ACOGEDORA


Uno de los descubrimientos más felices que hemos realizado ha sido la ciudad de Málaga. No será porque no estábamos avisados, todas las personas que han estado en la capital malagueña han quedado encantados. Incluso familiares nuestros nos advirtieron de las maravillas de esta ciudad. Con tanto halago solo nos quedó comprobarlo por nosotros mismos.



Málaga es una ciudad maravillosa. Así, sin ambages. Os vamos a dar unos consejos para conocerla en un solo día, algo que es del todo insuficiente, pero menos es nada.


El punto de partida de nuestro paseo con el que conoceremos la ciudad malagueña es La Farola. Sí, en mayúsculas porque no estamos hablando de un poste que sostiene una bombilla, dicho así de manera rápida, si no del nombre popular con que se conoce al faro situado en el puerto de Málaga, a escasos metros de la famosa playa de La Malagueta. Construido en 1816, durante el reinado de Fernando VII, es uno de los símbolos más reconocibles de la ciudad.



Desde este punto el paseo lo dirigiremos hacia el conocido Muelle UnoEs un centro comercial abierto con tiendas y establecimientos de restauración que hacen que Málaga mire cara a cara al mar Mediterráneo. Esto es algo que echamos de menos en otras ciudades como Valencia, y que en Alicante se intentó pero que se ha conseguido en parte. Si queréis que pongamos un pero, la mayoría de los establecimientos son franquiciados, y el centro se parece mucho a otros centros comerciales, algo que desmerece un poco a una ciudad como ésta, con suficientes encantos propios.



Hay que hacer una parada obligatoria. Málaga ha logrado situarse en el mapa gracias a una decidida apuesta por el turismo cultural, concretamente por el turismo de museos. Ha abierto algunas subsedes  de otros centros, una tendencia que va a más en todo el mundo, como ésta frente a a la que nos encontramos: la subsede del parisino Centro PompidouReconoceremos perfectamente la entrada de este museo, un  enorme cubo de colores, que a imitación de un inmenso cubo de Rubik,  nos anima a jugar con él. La colección presenta obras de algunos de los artistas más importantes del pasado siglo. Al ubicuo Picasso, le acompaña Miró, Giacometti, Bacon Magritte o Frida Khalo, por citar algunos.


Desde aquí podemos tomar dos caminos que transcurren paralelos. Si decidimos ir junto al mar recorreremos el Palmeral de las Sorpresas dónde nos cubrirá su pérgola, una interesante estructura en zigzag en la que nos resguardaremos, aunque solo sea de manera parcial, del sol. Bajo esta pérgola más o menos a mitad, se encuentra el Aula del Mar, un espacio museístico centrado en la acercarnos la flora y fauna del Mediterráneo malagueño. 


Si decidimos adentrarnos un poquito más en la ciudad vamos a dar al Parque de Málaga, bordeado por el Paseo de los Curas. En este parque encontraremos más de 300 especies botánicas enfrente de edificios tan emblemáticos como el Ayuntamiento o el Banco de España. El serpenteante trazado interior nos irá descubriendo esculturas dedicadas a malagueños notables (no, Antonio Banderas no tiene escultura todavía). Al fondo encontraremos la vista del Castillo de Gibralfaro y de algunas estancias de la Alcazaba malagueña que prácticamente se derraman hasta el mar. Escojamos un camino o el otro vamos a dar a parar a los pies de la noria "Mirador Princess", un magnífico lugar desde el que descubrir la ciudad con otra perspectiva.



Lo más seguro es que en ese instante tengamos enfrente la escultura de Don Manuel Domingo Larios y Larios, más conocido por ser el II Marqués de Larios, uno de los impulsores de la calle más conocida de Málaga, y que lleva el apellido familiar: la calle Larios. Junto al monumento a Larios (sí, su sobrino y III Marqués de Larios fue el fundador de la destilería) transcurre esta calle que es casi sinónimo de la ciudad. Su peatonalización ha ayudado a que se pueda pasear tranquilamente por ella y disfrutar de sus tiendas y bares. A través de la calle Larios, poco a poco nos iremos adentrando en el centro histórico de la ciudad.

¿Qué más podemos ver en Málaga? Siguiendo hacia el casco antiguo podremos descubrir, en primer lugar la Catedral de la Encarnación. De estilo renacentista, tiene añadidos elementos barrocos. Popularmente se le conoce como la "manquita", ya que de las dos torres proyectadas solo se realizó una. Muy cerca encontramos los restos del teatro romano de la antigua Malaca, lo que demuestra la importancia que tuvo la ciudad en el siglo I. Justo a espaldas del teatro romano se encuentra la Alcazaba, el antiguo recinto palaciego de época musulmana, que estaba conectado con el castillo de Gibralfaro, del que ya os hablamos



Entre la Catedral y Teatro Romano se encuentra el museo más visitado de Andalucía, el Museo Picasso. Este centro reúne casi 300 obras del artista malagueño, recorriendo todos los estilos que ejecutó. Este museo fue el detonante del turismo museístico que hemos comentado anteriormente y que ha conseguido atraer a Málaga otros museos como el Museo Carmen Thyssen (que muestra la colección privada de Carmen Cervera), la subsede del Museo Estatal Ruso de San Petesburgo, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo y el Centro Pompidou Maálga que antes hemos mencionado. 

No nos olvidamos de algo imprescindible en Málaga: el buen comer y el buen beber. Que los tradicionales espetos no os nublen y os dejen disfrutar de una gastronomía mediterránea y potente. Acompañada de fantásticos vinos, y agradables cervezas. Málaga, es una ciudad acogedora, abierta y que quiere que se disfrute de ella. En pocas ciudades ocurre este fenómeno, y es digno de reconocer.  

viernes, 8 de marzo de 2019

VAPOR VIVO DE TORRELLANO, PEQUEÑA GRAN DIVERSIÓN

Algo tienen los trenes que nos gustan a casi todos. Debe ser que no llevan a la idea romántica de viajar a un ritmo distinto (aunque con el AVE algunos viajes son más cortos que en avión), o porque todavía somos como esas vacas que se quedan mirando asombradas ese engendro metálico que pita y va a toda velocidad.


Después de un año volvimos a las instalaciones de la Asociación Alicantina de Amigos del Ferrocarril, junto a la estación de Torrellano, una pedanía de Elche. Nuestro anterior intento acabó en fracaso, ya que justo ese día celebraban su asamblea anual y no estaban disponibles. Craso error no consultar sus perfiles en redes sociales. Pero esta vez sí, esta vez pudimos disfrutar de una mañana diferente, una gran mañana rodeados de miniaturas.


El recinto de la asociación tiene dos partes diferenciadas, por una el circuito de vapor vivo donde podemos hacer un viaje en unos trenes en miniatura, y por otra el museo, una pequeña colección museográfica que exhibe muchos objetos recogidos por estos amantes de los trenes.


El Museo del Ferrocarril abre todos los sábados del año por la tarde (excepto el de su asamblea, claro) y los domingos por la mañana desde octubre hasta mayo. Además, un día al mes sacan las locomotoras de vapor. Bien, nosotros acudimos el domingo de la locomotora a vapor. La parte positiva es que es una maravilla ver estas locomotoras, la pega es que estaba hasta los topes, con cerca de una hora de cola para poder montar en los trenes.



El resto de jornadas "solo" sacan las locomotoras térmicas y eléctricas, pero como son las únicas que tiran de vagones, os recomendamos, por consejo de los miembros de la Asociación, acudir un sábado por la tarde ya que la afluencia de público es menor y se puede disfrutar más de las miniaturas. De hecho nos dijeron que suelen dar dos vueltas al circuito y aquella mañana, ante tal cantidad de personas, decidieron acortarlo a una sola vuelta.



No les falta detalle: las máquinas son réplicas de locomotoras de varias épocas: una Talgo de los años 70, locomotoras eléctricas de los 90, la Coco (técnicamente, Renfe 270), una más actual con el logo de Adif... El recorrido es un óvalo con un recorrido alternativo que recuerda a las maquetas de trenes. Tienen cambio de agujas, un puente, un túnel, talleres, cocheras y jefes de estación. La taquilla también está hecha a escala y te toca estar un poco agachado para adquirir los billetes, una réplica muy bonita de boletos antiguos.


El recinto muestra un par de locomotoras antiguas, una de 1928 que participaba en los trabajos que se realizaban en el puerto de Alicante; un vagón de madera (yo diría que de tranvía o de tren de "vía estrecha"), señales, cambios de aguja, barreras, traviesas... El escenario perfecto antes de entrar al museo ferroviario.



Ya he comentado que la colección museográfica es pequeña, pero completa. Sorprende un carro equipado con una bomba que usaban los bomberos para apagar incendios. Recrean un jefe de estación, con un maniquí vestido con su uniforme, en su puesto, rodeado de teléfonos y maquinaria de señales que a los niños les parece del pleistoceno, pero que se usaban hasta hace dos días. También se recrea a un mozo de estación transportando maletas. En un hueco representan la construcción de unas vías, con distintas traviesas y las herramientas que se usaban cuando el trabajo era bastante más manual. Billetes antiguos, mapas de las líneas ferroviarias españolas antes de imaginar siquiera la Alta Velocidad. Linternas, luces, e ingenios que advertían de diferentes peligros, como unos pequeños explosivos que se situaban en la vía si había un accidente y con el estallido advertían al maquinista de que debía detener el tren. Ni llamadas, ni sms, ni WhatsApps que valgan...



Llegar es muy fácil. Si no vais desde Elche lo más recomendable es seguir la A-70, coger la salida del aeropuerto Alicante-Elche, seguir las indicaciones hacia el Recinto Ferial y desde ahí hacia Torrellano y por último seguir las indicaciones del Museo del Ferrocarril. Os recomendamos que visitéis a Vapor Vivo, son unos románticos empedernidos. Y para otros románticos, eso es todo un reclamo...

jueves, 28 de febrero de 2019

VISITAMOS EL MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA EN VALENCIA

Uno de los edificios más fotografiados de Valencia es el Palacio de Marqués de Dos Aguas, y concretamente su fachada. Diseñada por Ignacio Vergara y realizada con alabastro, destaca la representación de dos atlantes que simbolizan los ríos Júcar y Turia, que delimitaban el marquesado (las dos aguas del título), y la Virgen del Rosario que corona el conjunto. Pero si el edificio por fuera es espectacular, el interior no lo es menos.


Y es que dentro del Palacio se ubica el Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. Estas navidades estuvimos de visita con nuestros hijos en este centro. Fuimos a ver el belén napolitano que se instala todos los años en este museo y cuya entrada es libre. Los belenes napolitanos son aquellos formados por figuras de unos 35 cm de alto con la cabeza de porcelana,los brazos y manos de madera y vestidos con ropajes realizados con telas que en algunos casos pueden ser de seda con bordados y fina decoración. Esperábamos ver un gran belén con cientos de figuras pero este tiene 29 y se encuentra un poco arrinconado en una sala. Es muy bonito, sí, pero en principio nos decepcionó, quizá porque íbamos mal informados. A pesar de nuestra primera impresión, este nacimiento vale la pena.


Al estar ya dentro del museo, decidimos visitarlo por completo. De hecho entrando al belén tienes que atravesar la primera sala, que contiene los carruajes que formaban parte de la colección de la familia del Marqués de Dos Aguas realizados con una exuberante decoración y que sin duda os van a sorprender.


Se puede decir que el museo tiene dos partes, una dedicada a la historia de la cerámica y la porcelana y otra dedicada a la historia del edificio, que tiene habitaciones antiguas con vigas de madera y suelos con baldosas tradicionales y otras habitaciones reformadas en el s. XVIII que nos recordarán a palacios franceses como el de Versalles (pero a escala, claro). El grueso de la exposición de cerámica histórica se basa en la donación de la colección particular de Manuel González Martí,  intelectual y artista valenciano, en cuyo honor lleva su nombre este museo. Su basta colección de cerámica de todas las épocas, hizo que en 1954 se inaugurara este museo.


No olvidemos que en Valencia la cerámica tiene un papel fundamental. En la cercana Manises había numerosas fábricas que se dedicaban a realizar toda clase de objetos en porcelana desde baldosas pasando por vajillas, figuras ornamentales o el famoso purificador de agua Sinaí, que decora numerosas casas. Una de las tradiciones más queridas en la ciudad de Valencia es el mercado de la escuraeta, un mercado ambulante que cada mes de mayo se monta a los pies de la Catedral, en la Plaza de la Reina, y donde se venden cacharros de cocina realizados en barro cocido y cerámica.


Volviendo al museo, en las salas dedicadas a la cerámica y la porcelana podremos ver desde utensilios antiguos como ánforas hasta cerámicas firmadas por el pintor Pablo Picasso y que fueron donadas en exclusiva a este museo. Son muy interesantes algunas piezas valencianas, como un tondo precioso que estaba en el convento de la Trinidad de Valencia o las piezas de azulejería. Recorriendo algunas salas encontraremos, además, algunos cuadros de gran formato realizados por maestros valencianos como Pinazo o José Benlliure.


Respecto a las salas que formaban parte de las habitaciones de la familia del Marqués de Dos Aguas conservan el mobiliario y la decoración en un estilo rococó un poquito recargado, pero que nada tiene que envidiar algunos palacios de las realezas europeas. Algunas salas, como ya he comentado anteriormente, pueden recordarnos a Versalles, como un salón de baile dónde se exponen varios instrumentos de la época y que está cubierta de espejos. Son curiosas y la verdad es que merece bastante la pena la visita al museo aunque solo sea por estas habitaciones. También sorprenderán los restos de la antigua casa que fue transformada en este palacio.


El edificio se encuentra en una de las zonas más privilegiadas de Valencia, junto a la calle Poeta Querol, también denominada Milla de Oro de Valencia, y dónde se encuentran muchas tiendas de firmas de lujo. Muy cerca también encontramos dos edificios que merece mucho la pena visitar como el antiguo Colegio del Patriarca y el edificio histórico de la Universidad de Valéncia en la calle de la Nave. También merece un buen paseo la calle de la Paz, que se encuentra a pocos metros del museo y que comunica la Plaza de Alfonso el Magnánimo (popularmente conocida como El Parterre) con la Plaza de la Reina y que al fondo tiene la imagen icónica del campanario de la Iglesia de Santa Catalina, uno de las torres más queridas por los valencianos, con permiso del Micalet, el campanario de la Catedral.


Info práctica: La entrada general al Museo cuesta 3€, y la reducida (para grupos, y viajeros de RENFE) 1,50€. La entrada es gratuita todos los sábados a partir de las 16:00, todos los domingos, el 18 de abril (Día Internacional de los Monumentos y Sitios), el 18 de mayo (Día Internacional de los Museos), el 12 de octubre (Fiesta Nacional de España), y el 6 de diciembre (Día de la Constitución Española). Además no pagan entrada los menores de 18 años, estudiantes entre 18 y 25 años y titulares del carnet joven, mayores de 65 años y pensionistas, personas con discapacidad y acompañante, personas en situación legal de desempleo, y miembros de familias numerosas. Vamos, que no hay excusa para no visitar este bonito museo.



La visita al Museo Nacional de Cerámica González Martí tanto por las obras expuestas, como por el edificio en el que se encuentra, como por la amabilidad del personal que respondieron todas las dudas que les planteamos, como por el entorno en el que se encuentra, vale mucho la pena. Si os encontráis en Valencia no dejes de visitarlo porque no os vais a arrepentir y, aunque parezca raro, los niños se lo pasan muy bien.