jueves, 28 de diciembre de 2017

DESCUBRIR EL SECRETO DE LOS MAYAS EN EL MARQ

Cuando los conquistadores castellanos llegaron a la península del Yucatán denominaron Gran Cairo a la primera población importante que divisaron, ya que contaba con pirámides y templos que asemejaron a las construcciones musulmanas (de ahí el nombre). Pero no estaban en Egipto, si no en el Caribe, y aquellas obras no fueron construidas para enterrar a ningún faraón, si no por los mayas.
Hasta el próximo 7 de enero el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) nos ofrece la exposición "Mayas, el misterio de las ciudades perdidas", su gran muestra anual, que esta vez nos intenta arrojar luz sobre esta civilización que se asentó en la península del Yucatán (México), Panamá, Nicaragua y Belice.
Todavía hoy desconocemos muchísimas cosas acerca de esta civilización que, y este es su gran misterio, fue desapareciendo de ciudades con un alto índice de organización, sin que se conozca el motivo real (o los motivos). Muchas de las ciudades permanecen hoy en día ocultas en la espesura de la selva tropical.
Máscara de jade: original (izda.) y reproducción tiflológica (dcha.)
La exposición tiene un montaje realmente espectacular, que realza la presentación de las numerosas piezas que exhibe. La muestra, como es habitual en las exposiciones temporales, ocupa tres salas, el pasillo que comunica estas tres salas, y el espacio de la biblioteca (antigua capilla). Hay que resaltar que la exposición es 100% accesible, no solo para las personas con movilidad reducida salvando los desniveles con rampas, también las personas con discapacidad visual tienen la posibilidad de "ver" parte de la exposición gracias a las piezas tiflológicas. ¿Tiflo...qué? Piezas que reproducen algunas de las expuestas, ya sea a escala o a tamaño real, para poder ser manipuladas y conocerlas mejor. Además de entre las personas invidentes, estas piezas tienen mucho éxito entre los niños, ya que están realizadas en materiales resistentes y pueden jugar con piezas de la exposición.
Al entrar en la exposición nos recibe un primer panel, en el pasillo que comunica las salas, y que sirve para contextualizar cada sala. En la primera sala, que simula las pirámides escalonadas, como las de Tulum o Chichén Itzá, se habla del inicio de esta civilización, su conexión con los mitos asociados a la agricultura, en especial al maíz y el cacao. Me sorprendió que a pesar de la frondosidad de la zona, los suelos son muy pobres, y puede que este fuera el motivo de que abandonaran algunas ciudades. También nos llamó la atención una serie de cerámicas decoradas con técnicas muy similares a las usadas por los pueblos que habitaron el Mediterráneo. Al ser un par de siglos posteriores nos entra la duda de si hubo contacto entre ellos.
La segunda sala simula los arcos y bóvedas por aproximación de hiladas típicas del interior de los edificios mayas. Aquí se habla del periodo de máximo esplendor de esta civilización. También de la caída de este pueblo por las continuas guerras por el poder. Era una sociedad plena, muy planificada. Se muestran también los ritos para honrar a sus dioses, de nombres casi impronunciables, y el uso de sustancias para llevar a cabo sus ceremonias. Sorprende que apenas haya piezas metálicas poco más que unos aros de oro y unos cascabeles.
Por su parte la tercera sala imita el interior de una cueva, con sus estalactitas y estalagmitas, y entre ellas surgen grandes estelas donde se representan a los gobernantes y sus deidades. También mitos como el cazador con atributos de jaguar. Por último se habla del juego de pelota, que como casi todos los aspectos de la vida de los mayas, tiene un origen divino. Este juego era más un ritual que un deporte y los perdedores eran sacrificados como ocurría en el mito creador.
Al final de la exposición en encontramos un “epílogo”, en la sala de la antigua biblioteca se muestran materiales de los trabajos de las misiones arqueológicas llevadas a cabo conjuntamente por las universidades de Valencia y la Politécnica de Valencia investigando enterramientos y templos mayas.
Si os encontráis por Alicante no dudéis en visitar esta exposición puesto que nos descubre una civilización que aún hoy encierra numerosos enigmas. Vale mucho la pena y no os va a defraudar. La entrada vale 3 euros, pero las familias numerosas tienen un descuento del 50% y los niños hasta 8 años tienen entrada gratuita. Los pensionistas también tienen entrada a precio reducido y los desempleados y personas con discapacidad tienen entrada gratuita. De todas maneras si piensas visitar el MARQ entre el 2 y el 7 de enero celebran jornadas de puertas abiertas. Lo mejor es informarse de los horarios en su web www.marqalicante.com ya que además hay bastantes actividades paralelas.

Para finalizar, agradecer la respuesta del coordinador del servicio de atención al público del MARQ y de la responsable de Relaciones Institucionales por la buena disposición a colaborar con este blog. Así da gusto.

jueves, 21 de diciembre de 2017

COMO ARREGLAR UNA VISITA A CARTAGENA QUE SE TUERCE

 Durante el pasado puente de la Constitución aprovechamos uno de los días festivos para visitar Cartagena, ya que llevamos bastante tiempo queriendo hacerlo y nunca encontramos una oportunidad. Evidentemente lo hicimos planificando con unos cuantos dias de antelación, visitando los portales oficiales de Turismo, revisando las recomendaciones de los visitantes en varias webs, y finalmente los niños dispusieron que saliéramos más tarde del horario previsto haciendo así que las horas útiles se acortaran. Por suerte teníamos un plan B y esa alternativa consistía en visitar zonas del puerto de Cartagena y aledañas.
Comenzamos nuestra visita por el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA) que se encuentra en pleno puerto cartagenero, y que tendrá su propio artículo en este blog dentro de unas semanas. Este era uno de los lugares esenciales de nuestra visita, y uno de los pocos que teníamos planificados que pudimos visitar. Pero ya que estábamos en Cartagena había que aprovechar.

Una vez fuera del ARQUA emprendimos un paseo por el puerto cartagenero. Esta parte de la ciudad me recordaba bastante a otras dos ciudades del Mediterráneo español como son Alicante, por la configuración del puerto, y Palma de Mallorca, porque además del puerto transcurre paralela una muralla defensiva que fue clave en la historia de la ciudad. Esta muralla, que en este tramo se denomina "Muralla del mar", fue construida por encargo de Carlos III dada la importancia que tenía el puerto y la ciudad de Cartagena. Una de las partes más bonitas de esta muralla es una escalinata monumental que conecta la parte superior de la muralla con el paseo de Alfonso XII, construída en 1914 por el arquitecto Víctor Beltrí.
Recorriendo el puerto y llegamos a la escultura denominada "El zulo" una enorme figura humana realizada en bronce que está acurrucada, con las piernas cruzadas y la cabeza recogida, obra del escultor Víctor Ochoa, y que es un homenaje a las víctimas del terrorismo. Un consejo a los padres: no dejéis que vuestros niños se suban a la escultura, principalmente por dos motivos, primero porque es una obra de arte y al igual que no se nos ocurriría escalar por la fachada de cualquier edificio histórico no debemos hacerlo con esta obra y, segundo, el bronce está bastante pulido y los niños pueden sufrir un accidente. Ni aunque se suban otros, como argumentaban mis hijos.

Siguiendo el recorrido llegamos al Museo Naval de Cartagena. Pero ya había cerrado sus puertas. Pudimos ver, eso sí, la batería de cañones de diferentes épocas y usos, que frente a la fachada del Museo Naval apuntan al mar, a la boca del puerto, como si estuvieran esperando para defenderse de un nuevo ataque a la ciudad. o quizás le devuelven el saludo a esa enigmática cola de ballena que asoma del agua. Afortunadamente pudimos ver la pieza estrella de este museo, que no es ni más ni menos que el submarino que creó Isaac Peral. Expuesto en unas antiguas atarazanas anexas al edificio central del museo, unas grandes cristaleras nos permiten observar esta fenomenal creación.
Desde ahí, y para no repetir la ruta a la inversa, nos dirigimos hacia el Ayuntamiento (que nos recordó al de Valencia) pasando junto a la Plaza de los héroes de Cavite, donde hay un monumento dedicado quienes combatieron en Cavite y Santiago de Cuba en 1898. La Calle Mayor estaba totalmente decorada de cara a la Navidad y callejeando regresamos a nuestro punto de partida.

Nos quedó mucho por ver en Cartagena: el teatro romano, las ruinas del foro, el castillo de la Concepción, el propio museo Naval... Nos despedimos con la certeza de que más tarde o más temprano volveremos para visitar todo lo que tenemos pendiente, y volver a disfrutar de esta ciudad que cuenta con tantas atracciones y tan volcada al mar.

jueves, 14 de diciembre de 2017

EGIPTO EN MADRID: EL TEMPLO DE DEBOD

Como cada mañana Najt se acercó a observar la orilla del río Nilo. Con alegría veía como la inundación bañaba las tierras que posteriormente, una vez las aguas ya se hubieran retirado, labraría y de la que obtendría una abundante cosecha gracias al limo que se había ido depositando. Se giró y vio el templo de Amón, entró y agradeció los dones que el dios disponía.
Esta escena pudo haber ocurrido hace unos 2400 años en Egipto. Pero hoy en día sería muy difícil que se repitiera: el Nilo desde la construcción de la presa Nasser ya no tiene inundaciones anuales y el templo que al que miraba Najt ya no se encuentra a orillas del río, sino en el centro de Madrid. Pero, ¿qué narices hace un templo egipcio en España? 

Como ya he comentado, el Nilo anualmente tenía una crecida que inundaba las riberas y depositaba un rico limo que era un excelente fertilizante para las cosechas de los agricultores. Estas crecidas, que se producían en verano, venían precedidas de unas lluvias monzónicas que descargaban en el centro del continente africano. Durante miles de años esto fue así hasta que en 1956 el presidente Nasser anunció la construcción de una macropresa que regularía las crecidas del Nilo (que cada año cambiaban y podían ser catastróficas) y proporcionaría electricidad a gran parte del país. 

La construcción de este embalse produciría la inundación de la antigua Nubia y, por lo tanto, la pérdida de numerosas construcciones antiguas, entre ellas el famoso templo de Abu Simbel. Varias naciones, entre ellas España, acudieron a la llamada de socorro que lanzó la ONU y, como agradecimiento, el gobierno egipcio le regaló a España este templo que fue trasladado a Madrid piedra a piedra y reconstruido como si de un Lego se tratara.
Disfrutar de un auténtico templo egipcio en el mismo centro de Madrid es una oportunidad que no podemos desaprovechar. Los niños disfrutan mucho la visita, que además es gratuita. Está situado junto al parque del Oeste, muy cerca de la plaza de España. De hecho podemos aprovechar para visitar la calle Princesa, incluso la Gran Vía. 

El Templo de Debod tiene dos plantas. En la planta baja se encuentran varias salas (o capillas). En el centro se encuentra una capilla decorada con relieves que representan escenas del rey Adijalamani junto a diversos dioses del panteón egipcio. Estos relieves estuvieron policromados, pero ya se ha perdido todo rastro de pintura. Al fondo se encuentra una capilla con una hornacina donde se veneraba a la Isis, Diosa Madre, deidad de la fecundidad. La posible estatuilla se ha sustituido con un láser que proyecta la imagen de la diosa. Su situación en esta sala no es casual, ya que la orientación del templo este-oeste (se ha conservado la orientación original) hace que los rayos del sol iluminen el fondo de la sala, justo donde está la figura.
Por su parte las capillas laterales se dedicaban para el culto de otras deidades, dependiendo de si estaban a nuestra izquierda o nuestra derecha. Junto a la entrada, en una capilla anexa, se exhibe el antiguo arquitrabe que estaba colocado en la antigua entrada, que con las actuaciones contemporáneas (nuevas puertas para impedir accesos "incontrolados") debió de ser trasladado. Es interesante porque podemos apreciar de cerca como trabajaban los artesanos egipcios la decoración de sus templos. Este arquitrabe contiene una inscripción en griego, puesto que los ptolomeos, la última dinastía de faraones cuya última integrante fue la celebérrima Cleopatra, eran de origen heleno. 

Si accedemos a la planta superior vamos a encontrar un pequeño museo, donde destaca una maqueta del templo y una  del río Nilo y la localización original del templo. Además unos audiovisuales completan la oferta de esta exposición. Los fines de semana y en algunos días especiales (vacaciones escolares) se realizan talleres didácticos en el Templo de Debod, que hacen que los niños puedan conocer mejor una cultura y una civilización que miles de años después nos sigue fascinando. 

Si queréis un mayor realismo podéis, como hicimos nosotros en nuestra primera visita, acudir en pleno verano madrileño, ya que las temperaturas no distan mucho de las que se pueden "disfrutar" en Egipto, jeje. Por último recomendar una visita a última hora de la tarde, ya que los atardeceres madrileños desde este punto son muy chulos.

jueves, 7 de diciembre de 2017

X-MAS IS COMING: LA FERIA DE NAVIDAD DE XIXONA

Diciembre es prácticamente sinónimo de Navidad. Calendarios de Adviento, publicidad machacona en televisión, villancicos en todos los hilos musicales, iluminación de calles, cenas de empresa, papeletas que no tocan, belenes en los escaparates de las tiendas, árboles decorados con espumillón y ferias de Navidad.

Del 6 al 10 de diciembre se celebra en Xixona (Alicante) su IX Feria de Navidad, instalada en la Avenida de la Constitución, en pleno centro de la localidad. Este evento tiene en el turrón su producto estrella. No en vano a Xixona se la conoce como la cuna del turrón, ya que en esta localidad se produce la inmensa mayoría de este dulce que se consume principalmente en Navidad. Elaborado con almendras y miel como ingredientes principales, el turrón de Xixona tiene Denominación de Origen con Indicación Geográfica Protegida Turrón de Jijona y Turrón de Alicante. En 2015 produjeron 5.000 toneladas, de las que el 89% se destinaron al mercado interior y el 11% al resto del mundo, especialmente la Unión Europea.
En esta feria, que espera 50.000 visitantes, vamos a encontrar puestos de las marcas de turrón más conocidas, que tienen su fábrica aquí, y también de marcas más familiares, de producción más pequeña, pero cuya historia puede remontarse más de 150 años, hasta mediados del s. XIX. Además de las tradicionales variedades de turrón de Jijona (el blando) y Alicante (el duro), encontrar turrón de chocolate, de frutas y otros sabores más modernos. 

Me llamó la atención que hay un intento por modernizar un producto que tiene un profundo componente tradicional. Aunque en España consumimos principalmente la tableta, había turrón al corte y diversos formatos algunos cercanos al tamaño de una chocolatina. También hay un empeño en modernizar los embalajes, con diseños muy cuidados y bastante llamativos, alejándose de la típica caja de cartón y el plástico del envase al vacío.
Pero no sólo de turrón vive la Feria de Navidad de Xixona. También podemos encontrar mazapanes artesanales, licores, juguetes, incluso paquetes de actividades de ocio activo en Xixona. Además se celebran actividades paralelas, como degustaciones de turrón y licores, charlas sobre maridaje de turrón y whisky, exhibiciones culinarias, animación infantil, cuentacuentos... 

La Feria de Navidad es una buena excusa para acercarnos a Xixona durante este largo puente para conocer algo más acerca del turrón, su elaboración y que hay empresas familiares que intentan modernizar este producto. Y probar turrones, claro.

jueves, 30 de noviembre de 2017

S'IL VOUS PLAIT: 10 CONSEJOS PARA VIAJAR A PARÍS

París es siempre una ciudad top para visitar. Hayamos ido o sea la primera vez, para una escapada de fin de semana o unas vacaciones más largas, en cualquier época del año, París siempre es una magnífica opción. Por si habéis pensado en viajar a París, o no lo tenéis en mente pero os entra el gusanillo, aquí os dejamos una decena de consejos para viajar a la capital francesa y aportar nuestro granito de arena para que el viaje vaya un poco mejor.


Aeropuerto: Desde España generalmente vamos a viajar en avión, puesto que es la manera más rápida de llegar. Otras opciones son llegar por carretera (los paisajes franceses son espectaculares) o por tren, ya RENFE opera conjuntamente con SNCF trenes de alta velocidad a París desde Madrid y Barcelona. Si optáis por finalmente por el avión os recomendamos que desechéis en este caso Ryanair, ya que sus vuelos a París llegan al aeropuerto de Beauvais, a unos 80 km al norte de París. La mayoría de compañías vuelan a Orly, tan solo 14 km al sur de la capital, siendo esta nuestra opción preferida.

Paciencia: Hay que armarse de paciencia. Por desgracia los malos han golpeado varias veces a Francia y a París en concreto. El terrorismo es una amenaza cierta, no hay que negarlo. Los controles de seguridad son frecuentes y en ocasiones pueden producir retrasos para acceder a algún lugar, incluso encontrarlo cerrado (o en el peor de los casos que nos tengan que evacuar por una amenaza más o menos cierta). La amenaza se traduce en militares patrullando por lugares concurridos o papeleras que apenas son un aro metálico y un soporte al suelo que sostienen bolsas de basura transparentes.

Transporte público: El metro es el medio de transporte más rápido para trasladarnos de un punto a otro de París. Todos los grandes monumentos tienen su estación de metro, pero es tremendamente inaccesible para carros, sillas y en general para toda aquella persona que no acceda por su propio pie. Ni un solo ascensor encontramos. Escaleras y más escaleras. Si viajamos con alguna sillita deberemos optar por los autobuses públicos, más accesibles pero más lentos gracias al tráfico parisino. Por contra nos regalan vistas de la ciudad de la luz, cosa que el metro no puede ofrecer.


Bon jour, merci: La mayoría de franceses, y más los parisinos, son extremadamente correctos y educados. No está de más corresponderles. Hay compatriotas que se niegan a ello, pero memorizar algo en francés puede ayudarnos en ocasiones. Aunque hay mucha inmigración hispanohablante, un bon jour, un merci, au revoir, si'l vous plait, o simplemente je ne pas parle français, si la cosa se acelera, nunca está de más.

Comer en la calle: sí, los restaurantes en París suelen ser caros. Lo que no significa que no tengamos otras opciones para comer fuera, aunque nuestro presupuesto sea ajustado. Es muy común comer en la calle, en puestos que están en las calles o en bares que venden sus productos para llevar. Un buen lugar está en el barrio de la Sorbona, cruzando el Sena muy cerca de Notre Dame. Además hay opciones de muchos países, por lo que tenemos para escoger entre un amplio abanico. En Navidad muchos mercadillos tienen puestos donde venden sopas o cremas para entrar en calor (imprescindible en París).

Boulangerie: la pastelería francesa es estupenda y deliciosa. Los franceses están tremendamente orgullosos de ello. Croissants, brioches, petits pains au chocolat... No estará de más hacer una visita a una boulangerie, un obrador donde los confeccionan artesanalmente. Recalco lo de artesanal, porque también hay producto congelado, y no es lo mismo. Utilizan profusamente la mantequilla (cada francés consume de media 8 kg al año), pero si el médico no nos lo ha prohibido taxativamente bien podemos concedernos un capricho.


Carro de bebé, cola que te ahorras: Picaresca española, ven a mi. Esto lo descubrimos por casualidad, pero bendita casualidad. Visitamos el Museo del Louvre un domingo por la mañana, gratuidad mediante. Podéis imaginar la cola, unas dos horas según un cartelito estratégicamente colocado. Nuestro hijo mayor iba en la silla de paseo porque tenía todavía cuatro años y nos esperaba una jornada maratoniana por delante. Y en estas que se acerca un chico con un chaleco fosforito y nos indica que le acompañemos. Entrada preferente a la pirámide y acceso por el ascensor. Así que ya sabéis, si podéis carro (o silla) en ristre, jeje.

Paraguas siempre: o un chubasquero, un poncho del bazar de bajo de casa, etc. Siempre es siempre, sin excepción. He visto como las nubes en apenas unos minutos cubrían un cielo despejado, dejaban  caer un chaparrón y desaparecían para que luciera el sol de nuevo. No mola visitar París si estás empapado.

Tiovivos: en francés los denominan carousel, les encanta y en París hay varios. Algunos son bastante antiguos, y suelen ser muy bonitos. No tengáis vergüenza en acercaros porque en ocasiones especiales (como en Navidad) son gratuitos o solo te piden la voluntad. En Navidad se multiplican y puedes encontrarlos casi en cualquier lugar. Nuestro favorito es el que está frente al Hôtel de Ville (el Ayuntamiento), que tiene dos pisos y es una pasada. El entorno ayuda, claro. Los mayores podéis subiros también, pero no os inventéis excusas malas, por favor.


Disneyland París: Es indudable que uno de los grandes atractivos para los niños (de 2 a 99 años, jeje) es el resort (no es soló un parque, son varios y los hoteles temáticos) de la compañía del ratón. Nuestra recomendación es que no lo contemplemos como una atracción más de París si no como un destino propio, es decir, si visitamos Disneyland SOLO visitamos Disneyland. Hay suficientes cosas que ver en estos parques temáticos que combinar la visita con la ciudad de la luz (que también tiene un porrón de cosas para ver) puede ser locura. Otra cosa es que dediquemos un día, o varios, a Disneyland y otro día (o días) a París.
  

jueves, 23 de noviembre de 2017

NUESTRO CENTRAL PARK: EL PARQUE DEL RETIRO DE MADRID


Voy a empezar corrigiendome e intentando superar ese complejo un poco catetillo de tener en consideración más un lugar de otro país antes que del nuestro, porque hablando con propiedad deberíamos decir que Central Park es el Retiro de Nueva York y no al revés, ya que el parque madrileño es algo más de dos siglos más antiguo que el jardín de Manhattan, eso sí, el americano triplica en tamaño al Buen Retiro.

Dejémonos ya de comparaciones y vayamos al tema. El parque del Retiro se encuentra en pleno centro de la capital de España. Flanqueado por las calles de Alcalá, O'Donnell, Poeta Esteban Villegas, Alfonso XII y la Avenida de Menéndez Pelayo, en sus aproximadamente 120 hectáreas encontramos no sólo elementos vegetales, como es habitual en un jardín (hay unos 19.000 árboles de más de 160 especies diferentes), si no también elementos artísticos y arquitectónicos, algunos de ellos muy destacables.

Su historia se inicia en el s. XVII, durante el reinado de Felipe IV, cuando por orden del valido del monarca, el (celebérrimo) Conde-Duque de Olivares, se dispone que se ejecuten unos jardines para el Palacio del Buen Retiro (de ahí su nombre), un espacio para el descanso y el ocio de la Corona. De esta época se conserva el Casón del Buen Retiro, un edificio que nació como salón de baile, y que siendo subsede del Museo del Prado acogió el "Guernica" de Picasso en su retorno a España en 1981. 

En 1767 se autoriza su uso como parque urbano por orden de Carlos III y en 1868 pasa a titularidad del Ayuntamiento de Madrid. Aunque conserva elementos anteriores al s. XIX, la mayoría del parque es posterior, puesto que quedó muy dañado tras la Guerra de Independencia en 1808 contra el ejército napoleónico. 

El parque del (Buen) Retiro es un oasis en medio del bullicio de la capital y nos permite descansar y disfrutarlo a partes iguales. Podemos recorrerlo durante un rato, aunque si queremos descubrirlo en su totalidad podemos emplear un día entero sin ningún problema. La multitud de espacios hace que toda la familia tenga un lugar preferido. Como opción de visita es magnífica y, como no puede ser de otra manera, la entrada es gratuita.
Probablemente el elemento más conocido del parque del Retiro sea el Estanque Mayor. Cuenta con poco más de 33.000 m2 y fue construido en el s. XVII, es decir, es uno de los elementos más antiguos del parque aunque con el tiempo ha desaparecido la isla central con la que contaba. Es típica la imagen de las parejas de enamorados navegando a bordo de las barcas. A orillas de este estanque se encuentra el Monumento a Alfonso XII, un espacio monumental ya indesligable del estanque, con un destacable conjunto escultórico en el que sobresale la estatua ecuestre del monarca, obra de Mariano Benlliure.

Como ya hemos comentado el Parque del Retiro también cuenta con elementos arquitectónicos. Uno de los más destacables es el Palacio de Cristal un magnífico ejemplo de la arquitectura del hierro del siglo XIX en nuestro país, al estilo del Crystal Palace que estaba, curiosamente, en otro parque, el londinense Hyde Park. Fue construido como invernadero para albergar una colección de plantas originarias de Filipinas y, actualmente, es una sala de exposiciones, subsede del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía junto a otro edificio de El Retiro, el Palacio de Velázquez, un edificio un poco anterior al Palacio de Cristal, cuyas bóvedas también están inspiradas en el Crystal Palace de Londres, tomando su nombre de su arquitecto, Ricardo Velázquez, y no del genial pintor sevillano como podríamos creer.
Uno de los espacios que más les gusta a los niños es la antigua casa de fieras, que fue zoo de Madrid, y su continuación, los jardines de Cecilio Rodríguez. Estos toman el nombre de su creador, un jardinero que durante gran parte del s. XX trabajó en el Retiro, diseñando varios de los jardines que hoy podemos contemplar, y que llegó a ser director de los jardines de Madrid. Las fieras fueron trasladadas al actual zoo, pero a modo de recuerdo hay siluetas de los animales que habitaban los fosos o las jaulas. 

Por su parte los jardines tienen un aspecto romántico un poco arabizados, con setos recortados con formas geométricas y pérgolas con bancos para reposar. Pero si algo llama la atención de los niños esto es, sin lugar a dudas, la colonia de pavos reales que viven aquí en semilibertad. Es habitual que estas aves (o sus crías) se acerquen a los visitantes para picotear migas de pan o incluso patatas fritas. Es curioso ver como saltan por el exterior del pabellón de Cecilio Rodríguez, un edificio municipal contemporáneo de dos plantas, y como trepan por sus barandillas hasta alturas imposibles.
En el Parque del Retiro se encuentra una de las esculturas más sorprendentes que podemos encontrar, la del Ángel Caído una de las pocas representaciones en todo el mundo de un ángel expulsado de los cielos. Aunque se suele decir que es la única estatua con esta temática esta afirmación no es cierta. Obra del escultor madrileño Ricardo Bellver, y realizada en 1878, no ocupó su actual emplazamiento hasta 1885. Es tal su impronta que incluso da nombre a toda la glorieta que acoge el conjunto, que se completa con una peana y una fuente y que está situada en la intersección de dos de las avenidas más importantes que cruzan el parque. Como curiosidad, está situada a 666 msnm.

Estos son algunos de los espacios más destacados que podemos visitar con los niños, pero no los únicos. La Rosaleda, diseñada por Cecilio Rodríguez, es un jardín donde encontramos especies de rosales de todo el mundo. La fuente de los Galápagos, construida con motivo del nacimiento de Isabel II, la fuente egipcia junto al Estanque Mayor, los paseos que atraviesan casi longitudinalmente el parque, como el de coche o el de las Estatuas, los árboles singulares, las rutas botánicas... Decenas de espacios para admirar y disfrutar.
Confieso que la última vez que fui al parque El Retiro lo hice un poco a regañadientes, pero he de admitir que merece no una, si no múltiples visitas. Un must para cualquier familia que haga escala en Madrid.

PD: Artículo editado a partir de una consulta realizada vía Twitter a la RAE: La denominación es «Parque del Retiro», a menudo abreviada como «el Retiro». Lo indicado es escribir el artículo en minúsculas, por lo que se realiza la contracción (http://ow.ly/Mnt830gMLRJ ).

jueves, 16 de noviembre de 2017

UN DESTINO DE CINE: PEÑÍSCOLA

En la costa norte de la provincia de Castellón se sitúa Peñíscola uno de los pueblos más bonitos de España, no porque lo digamos nosotros, sino porque fue el pionero en España de esa red que engloba municipios singulares de nuestro país.
Su imagen es internacionalmente conocida y reconocida, es habitual haber visto la imagen de una de sus playas y a continuación el casco antiguo, con su castillo a la cabeza.
El nombre de Peñíscola deriva de la palabra península, y es precisamente en este accidente geográfico en el que se sitúa su elemento más conocido, su castillo, que actualmente toma el nombre de su morador más distinguido: el (anti) Papa Luna, Benedicto XIII, un pontífice que el Vaticano no reconoce como legítimo. A pesar de eso gran parte de Peñíscola está dedicada a este Papa.
Sobre un tómbolo, una especie de pequeño peñón, se asienta la población antigua. Esta parte de la ciudad está parcialmente cerrada al tráfico, y muchas de las calles son peatonales puesto que cuentan con empinadas cuestas, incluso escaleras, y son bastante estrechas. Este es uno de los encantos de Peñíscola, poder pasear por calles tan pintorescas.
En lo más alto se encuentra la Ermita de la Virgen de la Ermitana, una pequeña iglesia construida en el s. XVIII, sobre una antigua capilla. Frente a esta ermita se abre una plaza donde suelen tocar músicos callejeros. Se encuentra adosada al castillo y muy cerca está el acceso al mismo. El despacho para la venta de tickets se encuentra junto al faro y os recomendamos que perdáis unos minutos para disfrutar de las vistas desde su base. 
El castillo de Peñíscola fue edificado por los caballeros templarios a finales del s. XIII o principios del s.XIV sobre la antigua alcazaba musulmana. Su privilegiada posición y sus características naturales (el istmo que une el tómbolo a tierra firme en ocasiones se inundaba impidiendo el paso), lo convirtió en el refugio de Pedro Martínez de Luna, ordenado Sumo Pontífice como Benedicto XIII en Aviñón, de donde tuvo que huir ante el Cisma abierto con el Vaticano. El patio de armas, las instancias utilizadas por los papas (el propio Benedicto XIII y su sucesor Clemente VIII), conservan la sobriedad arquitectónica templaria. Una visita al castillo nos esclarecerá porque el Papa Luna eligió este lugar para refugiarse.
Otros puntos de interés en Peñíscola son sus murallas, construidas en el s. XVI, que rodean su casco antiguo y que tienen varias puertas por las que acceder a la ciudadela. También hay que destacar la calidad de sus playas, sobre todo la que se abre hacia el norte llegando a la vecina Benicarló, y la sierra de Irta, Parque Natural que se abre hacia el sur y que abarca los términos municipales de Peñíscola, Alcalá de Xivert y Santa Magdalena de Pulpis.
Además Peñíscola ha sido escenario del rodaje de varias películas y series de televisión. Tal vez la más famosa sea "El Cid", una superproducción de Samuel Bronson, dirigida por Anthony Mann y protagonizada por Charlton Heston y Sofía Loren. Pero no hemos de desdeñar el rodaje de "Juego de Tronos" o "El Ministerio del Tiempo". También la serie de Telecinco "El Chiringuito de Pepe", o la berlanguiana "Calabuch" fueron rodadas aquí.
Nuestra recomendación es que evitéis los meses centrales de verano, ya que hay bastante gente y en ocasiones es difícil andar por algunas calles, y llega a agobiar un poco. Peñíscola es un destino estupendo para una escapada de fin de semana o para un puente en cualquier época del año.