Desde que en 1993 se estrenó en todo el mundo “Jurassic Park”
(alguna vez la llamamos “Parque Jurásico”) los dinosaurios han
estado de moda. Hay rachas, pero siempre están ahí. Dicen
que hay tres edades principales en las que te encantan los
dinosaurios: a los 5, a los 20 (cuando estudias para ser
paleontólogo), y cuando tienes hijos de 5 años.
Aprovechando esa moda se han abierto varios espacios en nuestro país.
Esta vez vamos a hablar de Dino Park Algar, que se encuentra en
Callosa d’En Sarrià (Alicante), muy cerca del paraje de las
fuentes del Algar, a unos 17 kilómetros de Benidorm.
Se han aprovechado las instalaciones de un antiguo jardín botánico
especializado en cactus reconvirtiéndolo en un parque temático
sobre dinosaurios con espectaculares figuras a tamaño real y
animatronics. ¿Qué son los animatronics? Pues figuras robóticas
que simulan el aspecto y el comportamiento de seres vivos, en este
caso de los dinosaurios. Y lo simulan muy bien, incluso con sonido, y
algunos te dan algún susto...pero no vamos a desvelar cuales.
Hay bastantes dinosaurios, todos con una cartel explicando las
principales características de cada especie, por lo que además de
un día divertido los niños (y los mayores) van a aprender.
Todo el parque se encuentra en pendiente, y en la parte más baja hay
un barecito junto a un área de juegos con un cajón de arena
gigantesco donde los jóvenes paleontólogos pueden desenterrar el
esqueleto de un dinosaurio y varios dinosaurios por los que pueden
escalar y deslizarse. También en esta parte se encuentra el cine en
3D. La película dura unos 10 minutos y está bastante bien hecha,
aunque quizás sea un poco cruel para niños muy pequeños. Si váis
en verano los niños pueden llevar bañador y bañarse en una
balsita, con muy poca profundidad, y refrescarse, que está en esta
parte del parque.
Hay varias áreas de picnic, por lo que podéis llevaros vuestra
comida y consumirla dentro del parque. Desde estas zonas se pueden
contemplar las espectaculares vistas de todo el valle del río Algar.
Por
poner un pero, las sendas son de grava y esto hace que sea un poco
dificil transitar con carritos de bebé, pues se clavan, por lo que
es mejor utilizar mochilas portabebés, si disponéis de ellas.
Los
precios en principio parecen un poco elevados, pero sinceramente
merece la pena porque los niños se lo pasan en grande. La entrada de
adultos cuesta 15 euros, la de niños entre 4 y 12 años son 10
euros, y los menores de 4 no pagan. Aunque no existe un descuento
para familias numerosas, sí que lo hay de facto, puesto que los
grupos de más de 4 personas tienen un 10% de descuento.
Nosotros
hemos estado varias veces y nos gusta mucho, sobre todo porque hay
varios puntos fotográficos donde poder inmortalizar la visita de una
manera divertida.