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lunes, 8 de febrero de 2021

COMPARATIVA: PORT AVENTURA VS. PARQUE WARNER

En España tenemos muchos y muy buenos parques temáticos. No solo parques de atracciones organizados alrededor de una o más líneas argumentales, que es lo primero que nos viene a la cabeza cuando hablamos de parques temáticos. En esta categoría podrían entrar también zoos de nueva generación, acuarios o parques acuáticos. 


Pero si hay dos parques temáticos que destacan sobre el resto estos son Port Aventura y el Parque Warner. Ambos son los más visitados de España y dos de los más visitados de Europa. En 2019 el parque catalán recibió 3,75 millones de visitantes, mientras que el madrileño, que ha ido progresando mucho en los últimos años, se quedó en 2,23 millones de visitantes.

Nosotros hemos visitado ambos parques y vamos a realizar una pequeña comparativa. Este doble análisis va a ser completamente subjetivo. Si veis los post que en su día dedicamos a cada uno de los parques, tanto al Parque Warner, como a Port Aventura, ya podréis avanzar algo de nuestras conclusiones. También este análisis está un poco sesgado por varios motivos. Visitamos cada parque en año distintos, y con niños pequeños un año es un mundo. También hemos visitado más veces un parque que otro, por lo que al final la experiencia previa también es importante.

Vamos a hacer la comparativa por campos, para así poder desgranar lo que nos parece positivo, y lo que no nos gusta tanto de cada parque:

ATRACCIONES


En uno de los post dedicados a estos dos parques temáticos, ya comentamos que no somos mucho de atracciones espectaculares. No nos montamos en una montaña rusa con nosecuántos loopings ni de coña. Así que por esa parte nuestro análisis cojea. Pero eso no quiere decir que no disfrutemos en otras, como las de agua, y otras un poco menos emocionantes. Ambos parques (y otros muchos) tienen atracciones comunes, que no pueden faltar en ningún parque que se precie (como ciertas tiendas en los centros comerciales).

En este aspecto nos da la sensación que el Parque Warner está más enfocado hacia esos visitantes que buscan emociones fuertes, mientras que Port Aventura tiene un mayor abanico familiar. Eso no quiere decir que Port Aventura sea un muermo, ni mucho menos, como ejemplo el Dragon Khan, el símbolo del parque desde su apertura.

Tampoco interpretéis que si vais en familia vagareis por el Parque Warner sin nada que hacer, ya que tienen un montón de cosas que para que no nos aburramos ni un segundo.

ÁREA INFANTIL


Uno de los aspectos más importantes a la hora de decidirse por uno u otro. En este apartado quizás el Parque Warner esté un puntito por delante que Port Aventura. Influye que el Cartoon Village, el área dedicada a los más peques estuviera desde el principio de la apertura del parque, ya que está mejor integrada que SésamoAventura.

Respecto si nos gustan más los personajes de Barrio Sésamo (que "viven" en Port Aventura) o los Looney Tunes, pues es bastante difícil decidirse. Que se puedan visitar la madriguera de Bugs Bunny, el camerino del Pato Lucas, o la casa de la Abuelita y Piolín, y hacerse fotos con ellos, pues mola bastante. Porque en Port Aventura "solo" puedes visitar la casa del Pájaro Loco (Woody Woodpecker, según su pasaporte) que además está en el Far West.

Además de que hay más atracciones en Cartoon Village que en SésamoAventura, creemos también que están mejor distribuidas Eso sí, de las atracciones familiares de los dos parques nuestra favorita es "Street Mission", en Port Aventura.

ESPECTÁCULOS


Aquí, y sintiéndolo mucho, gana Port Aventura por goleada. Es posible pasarte el día entero de espectáculo en espectáculo. Aunque la estrella sigue siendo el espectáculo de especialistas en el Far West, los bailes de Polinesia o los espectáculos en el Gran Teatro Imperial de China son muy chulos. Este pasado año, por las medidas antiCovid, todos los espectáculos de Port Aventura estaban cancelados. Y se nota, porque tuvimos tiempo de sobra para montar en todas las atracciones que quisimos, ya que tampoco había cola.

Por su parte el espectáculo estrella en el Parque Warner es el de Loca Academia de Policía. Podríamos resumirlo como "especialistas, derrapes y humor". Es muy divertido y os lo recomendamos. Otro de los espectáculos que pudimos ver en el Parque Warner tenía de protagonistas a Batman, Robin y Joker. La lástima es que no tenía muy buena visibilidad si no acudías con bastante antelación. Eso sí, el meet and greet (encuentro para hacerse fotos) con los personajes DC, es decir, Batman, Wonder Woman, Superman, etc.) hizo que se nuestro espíritu friki se disparara.  

También destacar el espectáculo nocturno en el lago central de Port Aventura, que es una auténtica pasada. De hecho en el Parque Warner también han introducido un espectáculo similar en su lago. Eso sí ambos parques tienen desfile para cerrar la jornada, y ahí, también tenemos el corazón partido, pero el Batmóvil...

TEMATIZACIÓN


Premio ex aequo. Cada uno tiene sus propias áreas temáticas, aunque coincidan en el Far West. Una pasada las dos. Podrían servir, casi perfectamente, como escenario para rodajes. De hecho han servido para rodar anuncios, series y películas. Es fácil dejarte llevar a China, New York, Polynesia o Gotham City.

RESTAURACIÓN


Este aspecto solo podemos juzgarlo parcialmente. Cuando visitamos el Parque Warner decidimos llevar un picnic y consumirlo en el parking. Es una opción válida, pero estamos convencidos de que en nuestra próxima visita no lo volveremos a hacer, ya que se pierde un tiempo precioso saliendo y volviendo a entrar en el parque. 

Respecto a Port Aventura sí que podemos recomendar el restaurante que nos recomendaron, que no es otro que Cactus Express, en México. Los menús se componen de burritos, bocadillos y perritos calientes, pero son bastante grandes y vienen acompañados de patatas fritas o nachos, y son suficientes para saciar el hambre de los más comilones. 100 % verídico.

MOVILIDAD


Victoria contundente de Port Aventura. Este parque cuenta con dos medios de transporte, que también son atracciones. Por una parte un tren que tiene parada en Mediterrània (en la entrada del parque), SésamoAventura y Far West. También podemos tomar el barco que conecta Mediterrània con China. 

Por desgracia el Parque Warner carece que cualquier tipo de transporte. Así que hay que recorrer todo el parque a patita. Puede parecer un rasgo de pereza o vaguería, pero un día entero en un parque temático es muy largo, y más si quieres apurarlo al máximo. Así que cualquier ayuda, por pequeña que sea, siempre es bienvenida.  

OTROS SERVICIOS


Uno de los aspectos a tener en cuenta es el parking. Aquí el Parque Warner tiene una pequeña ventaja al tener plazas cubiertas, especialmente útiles en verano, aunque también más caras. Respecto a Port Aventura, hay una opción de aparcar fuera del aparcamiento del parque. La avenida del alcalde Pere Molas tiene bastantes plazas de aparcamiento, algunas incluso más cerca de la entrada que las del propio parking de Port Aventura. Eso sí, debéis daros prisa para poder aparcar aquí.

Por otra parte, vamos a tratar las tarifas y los descuentos. La entrada general para un día cuesta 51 euros en Port Aventura, mientras que en el Parque Warner cuestan 44,90 euros. En Port Aventura las entradas reducidas cuestan 45 € (para menores entre 4 y 10 años y mayores de 60). A las familias numerosas se les aplica un descuento del 25% respecto al precio de cada entrada. 

El Parque Warner tiene entradas reducidas por 39,90 €. En esta categoría entran los niños entre 100 y 140 cm de altura, mayores de 60 años, personas con diversidad funcional y familias numerosas. Si se compran por la web, las entradas tienen un descuento añadido, por lo que todas las entradas (para 1 día) cuestan 29,90 €.

Siempre se pueden encontrar otras promociones para ambos parques, incluso 2x1, por lo que el precio se rebaja considerablemente. Es cuestión de buscar y esperar. 

Por último falta analizar el entorno de cada uno de estos parques temáticos. Port Aventura es un enorme resort en el que, además del primer parque, cuenta con Ferrari Land, el parque acuático Caribe Aquatic Park y hoteles temáticos. Se puede aprovechar la visita al parque (o al resort) para, además, disfrutar de las playas de la Costa Daurada, Tarragona, el delta del Ebro, Barcelona e incluso el norte de la provincia de Castellón. Por su parte el Parque Warner tiene a Madrid y todo lo que ofrece la capital de España y sus alrededores, como gran atractivo para realizar otras actividades. 

¿Nuestra conclusión? Ya hemos apuntado al principio que este es un análisis bastante subjetivo, en los que prevalecen nuestros gustos y preferencias. Por lo que, si tuviéramos que escoger uno de los dos parques este sería Port Aventura. Con todo, estamos convencidos que debemos de darle otra oportunidad al Parque Warner. Nuestra primera, y única visita, fue un poco precipitada y no la pudimos preparar demasiado bien. Por otra parte nuestros hijos son más mayores y estamos convencidos que disfrutarían más de este parque. Uno de los grandes obstáculos es que cada uno tenga una altura, por lo que las limitaciones en algunas atracciones hacen que puedas frustrarte, o tardar mucho tiempo dividiendo el grupo, guardando cola dos veces, etc.


¿Qué pensáis? ¿Opináis como nosotros? ¿Tenéis otro parque temático favorito? Podéis dejarnos un comentario, aquí abajo o en nuestros perfiles en redes sociales y que toda nuestra comunidad pueda beneficiarse de valiosos consejos. 

jueves, 28 de enero de 2021

DISFRUTANDO DEL ÁREA RECREATIVA DE LA FONT DE PARTEGAT

A los pies de la Sierra de Aitana, en el municipio alicantino de Benifato se encuentra el área recreativa de la Font de Partegat. A poco más de 1.000 msnm, esta es una de las zonas más bonitas y sorprendentes de la provincia de Alicante. Sobre todo porque a unos 25 kilómetros tienes las playas de Benidorm, El Albir o Altea, y puedes pasar de un paisaje casi de alta montaña al mar en poco tiempo.

También es posible que encontréis otros nombres como “Partegàs”, “Partagat” o “Partegaz”. Pero si en la fuente que da nombre a este lugar pone “Partegat” pues así nos referiremos a ella. Esta fuente es la que nos dará la bienvenida. Sus tres caños vierten agua fresca que surge de Aitana. No está potabilizada, pero tampoco tiene una prohibición explícita de consumo. Yo no lo aconsejaría, pero vuestro criterio. A pesar de que en la placa pone 1935, esta placa tiene unos dos años. Lo que no implica que se canalizara en ese año. A continuación el agua discurre por un canal secundado por unas escaleras a ambos lados.   

Quizás os suene esta área recreativa. Si recordáis, hace poco publicamos un post sobre la ruta senderista a la cima de Aitana. Bien, la ruta comienza en este punto. Hay un aparcamiento bastante amplio y se puede descansar en sus mesas una vez se concluye la ruta.

Para llegar hay que dirigirse hacia Benifato por la carretera CV-70, bien desde Alcoi, bien desde Benidorm. Si llegáis desde Alcoi preparaos para las curvas, así que si algún miembro de la familia se marea no vayáis muy deprisa. En el km. 28 está el desvío hacia Benifato. Tras tomarlo, a unos 350 metros se abre un camino a mano derecha, antes de entrar en el casco urbano de Benifato. Empieza un ascenso de unos 4 kms. por un camino que tiene tramos perfectamente asfaltados y otros que no merecen ni el nombre de camino, totalmente bacheados. 


A nosotros nos gusta mucho esta área recreativa y, al menos una vez al año, solemos ir a hacer un picnic. Aunque el área recreativa pincha en el tema de que carece de juegos infantiles (columpios, para entendernos) tiene muchísimo espacio y los niños pueden jugar con bastante libertad. Además solo por el paisaje ya merece la pena llegar hasta aquí.


Podríamos dividir esta área recreativa en dos partes. En primer lugar una zona totalmente despejada, donde hay varias mesas de picnic y dos zonas para realizar fuego. Las mesas de picnic son de piedra y tienen una capacidad de hasta seis personas. Respecto a la zona de fuegos, recordamos que si está prohibido no os empeñéis. Podéis ocasionar un desastre medioambiental. Por eso nosotros solemos optar por bocatas y tuppers para comer.


La otra zona es una arboleda, no demasiado grande pero sí bastante espesa. Los árboles son de hoja caduca, así que si queremos verlo en todo su esplendor habrá que ir en primavera o verano. A nosotros nos recuerda a los bosques de los cuentos clásicos donde el lobo, o la bruja, acecha a los inocentes niños protagonistas. Cruza un arrollito que es el que desemboca en la fuente. Entre las dos zonas hay un edificio que hace poco han remodelado, que contiene los servicios (aunque no suelen estar abiertos) y lo que creemos que son almacenes. 


Lo más impresionante de la Font de Partegat es el paisaje que rodea este lugar. El área recreativa se encuentra en una especie de circo que se forma al estar rodeado de paredes casi verticales. Recuerda, en cierto modo, a otros paisajes de alta montaña y la verdad es que impresiona bastante.

Cada época es especial para visitar la Font de Partegat porque se pueden observar los cambios que cada estación del año aplica al paisaje. También en verano, ya que es una zona muy fresca y os podréis librar, en parte, del asfixiante calor que suele hacer en esta zona y, como ya hemos comentado, los árboles tienen todas las hojas de su follaje.

Uno de los grandes atractivos es visitar la Font del Partegat en invierno, cuando ha nevado. No es extraño que al menos una vez cada invierno llegue a nevar. Nosotros quisimos verlo con las abundantes nieves que trajo el ya famoso temporal Filomena. Sí, aquí también nevó, y bastante. Tanto que una semana después seguía habiendo una buena cantidad de nieve.  

Bueno, nieve y sobre todo mucho hielo. Nosotros fuimos advertidos por Fran Mercader, del blog Más allá de la ciudad, de que era difícil llegar en coche hasta la Font del Partegat por las placas de hielo. Así que en cuanto vimos una aparcamos inmediatamente, a una distancia prudente. Pero había tanto hielo incluso andando era muy difícil llegar. No nos la jugamos, lo único que podíamos conseguir es fracturarnos algún hueso y colapsar aún más los centros hospitalarios.

Así que nos conformamos con andar hasta donde pudimos, apenas 200 metros. Nos hicimos unas fotos en un ambiente totalmente exótico para nosotros y nos volvimos al coche con sumo cuidado. Mejor prevenir que curar.

Así que ya sabéis, tanto como “campo base” para iniciar la ruta senderista a la cima de Aitana, como para pasar un rato agradable al aire libre en compañía de la familia y/o amigos, la Font del Partegat es un lugar estupendo. ¡Disfrutadlo!

viernes, 18 de diciembre de 2020

¿PRÓPOSITOS PARA 2021? ¡NO!

Hace más o menos de un año publicábamos un artículo acerca de nuestros deseos viajeros para este 2020 que estamos a punto de despedir. De esta manera parecía que nos conjuráramos para conseguir viajar a algunos destinos que hace unos cuantos que queremos conocer y todavía, por diversos motivos, no conocemos. 


¡En qué mal momento se nos ocurrió! Evidentemente nadie imaginaba lo que iba a ocurrir y que un año que, a priori, pintaba bastante cuqui ya que permitía muchos juegos por lo de la repetición del 20 20, se haya convertido en el más detestado de nuestras vidas. 

Hace años, bastantes años, como casi todo el mundo solíamos hacer buenos propósitos aprovechando el cambio de año. Hasta que nos dimos cuenta de que no cumplíamos ninguno. Sin embargo otros asuntos que iban surgiendo durante el año sí que los cumplíamos. De esta manera dejamos de hacer propósitos para ir poco a poco, durante el año, cumpliendo otras metas. 

Entenderéis que aquel artículo de hace un año era muy extraño. Pero en cierta manera teníamos ganas de que se cumpliera, aunque partíamos de la base de que alguno no se iba a cumplir. 


Así que este año volvemos por nuestros fueros y no haremos ni propósitos ni tendremos deseos viajeros. Para empezar, visto lo visto más vale no hacer se demasiadas ilusiones. Del listado de siete viajes para 2020 (ya decíamos que queríamos ser realistas) un par nos hacían especial ilusión. Así que, aunque no hagamos planes, sí que están en el top de nuestra lista. 

Los destinos nacionales no los descartamos, están ahí, más o menos cerca, y en cualquier momento podremos hacer una escapada… si el tiempo y la autoridad lo permiten. El único que descartamos, para 2021, es el Camino de Santiago, ya que este será Año Jacobeo y entendemos que estará a tope y de esta manera es más complicado organizar un viaje para toda la familia. 


Otro motivo para no hacer planes para 2021 es la absoluta incertidumbre que existe. Parece que el inicio de la vacunación contra la Covid-19 es inminente pero, por ejemplo, países como Reino Unido que ya ha comenzado a administrar la vacuna no está cumpliendo con las fechas que se había marcado y habrán retrasos. 

El inicio de 2021 no se presenta excesivamente halagüeño y los cierres perimetrales, tanto de comunidades autónomas como de países, no permiten que viajemos como lo hacíamos hace apenas un año. 

Por último, siempre surgen oportunidades, ideas o excusas para viajar. Para eso no tenemos muchos límites y siempre tenemos la cabeza en marcha. Y si no, siempre podemos seguir descubriendo nuestro entorno más cercano donde hay muchas sorpresas esperando. 

Aún con todo 2020 ha sido un año bastante viajero, dentro de las excepcionales circunstancias del año. Hemos podido hacer unas cuantas escapadas y de esta manera quitarnos el mono por viajar. Barcelona, Tarragona o Alpuente, durante el último puente, han sido los destinos. También hemos salido a la montaña para oxigenarnos. Lo que más echamos de menos son las excursiones de fin de semana. Es cierto que, para ser justo, han habido otras circunstancias personales en la familia que nos ha impedido salir más, pero nuestra valoración del año, en lo que a viajes se refiere, es positiva, teniendo en cuenta todo lo que ha pasado.


El año había empezado de una manera histórica (quizás el adjetivo más utilizado en 2020). Poco antes de la medianoche del 31 de diciembre se levantaban para siempre las barreras de los peajes de la autopista AP-7 entre Alicante (San Juan) y Tarragona. Tras 40 años la principal vía de comunicación de la costa mediterránea, sobre todo en la Comunidad Valenciana y Cataluña, era gratuita. 

La alternativa gratuita era la carretera nacional N-332, que es muy bonita pero muy peligrosa. De hecho entre Benidorm y Alicante hay varios tramos de alto riego de accidentes (lo que normalmente se conoce como “punto negro”). Hacia Valencia, un viaje que por autopista es de una hora y cuarto, aproximadamente, se convierte por la nacional en el doble, si no hay mucho tráfico. Así que el ahorro es triple: de dinero, de tiempo, y de peligro, el más importante de todos. 

Esta liberalización tendrá su continuación durante 2021 ya que, si no hay ningún cambio por el coronavirus, el 31 de agosto el tramo entre Tarragona y la frontera con Francia será gratuito. De esta manera se vertebrará definitivamente la costa mediterránea por carretera sin necesidad de ir ideando rutas alternativas para pagar la menor cantidad posible de peajes sin perder demasiado tiempo. 
Para ir concluyendo. Esperaremos a ver como va discurriendo el año. Si nos vacunan, si no. Si se alcanza la inmunidad de rebaño, si se van levantando las restricciones de circulación. Sea como sea tenemos ganas de que todo esto pase y se quede en un mal recuerdo, en un pésimo recuerdo. La ventaja de 2021 es que no se lo tiene que currar mucho para que sea mejor que 2020. Mientras tanto cuidaos mucho, que dentro de un año seguiremos contando viajes.

martes, 8 de diciembre de 2020

ALPUENTE: TAN CERCA, TAN DESCONOCIDO

La actual situación de pandemia en la que las distintas autoridades han decretado diversos cierres perimetrales, ha hecho que tengamos que centrarnos en visitar, siempre que se pueda, lugares cercanos. El cierre perimetral de la Comunidad Valenciana nos llevó a buscar una escapada en los límites permitidos en nuestra comunidad autónoma. Así es como, grosso modo, fuimos a parar a Alpuente. 

Lo primero: Alpuente ha sido un descubrimiento mayúsculo. Nos ha fascinado, nos ha cautivado. Un lugar del que sabíamos muy poquito antes de reservar, apenas que había un museo paleontológico, pero que tiene un montón de actividades para toda la familia. Este municipio está en el interior de la provincia de Valencia, en la comarca de los Serranos, y su término municipal limita con Aragón, concretamente con la provincia de Teruel. Se notaba en el frío que hacía. 

Aunque la historia de Alpuente se remonta a los primeros asentamientos humanos en la Edad de Bronce, su momento de máximo esplendor viene de mano de la conquista musulmana. Alpuente llegó a dar nombre a uno de los reinos de taifas en los que se dividió el califato de Córdoba. Tras la reconquista cristiana por parte del rey aragonés Jaume I, Alpuente vive otro de sus momentos de máximo apogeo ya que cruzaba su casco un Camino Real por el que se comerciaba con trigo y lana y la lonja de Alpuente era muy importante en el comercio de estos productos.

Alpuente se encuentra en una depresión entre dos muelas, la del Castillo y la de San Cristóbal. El paisaje es absolutamente espectacular, con un cañón con unas paredes casi verticales por el que transcurre el río Reguero, un río de poco caudal y que es afluente del Tuéjar, que a su vez es afluente del Turia. Estas muelas están cubiertas por frondosos bosques de pinos que contrastan con los llanos donde hay extensos campos donde se cultivan cereales o viñas. De vez en cuando es posible ver alguno de los buitres que viven en este hábitat, un descubrimiento fabuloso por la enorme envergadura de esta ave.

En la parte superior de una de las dos muelas, la del Castillo, se localizan los restos del… (tachán) antiguo castillo de Alpuente. Esta fortificación se construyó alrededor del s. X, durante el Califato de Córdoba. Este castillo vigilaba el Camino Real, por lo que, como os hemos contado anteriormente, era muy importante para el comercio de productos esenciales. Una muralla rodeaba las estancias de este castillo y otra muralla guardaba la villa de Alpuente. La entrada principal del castillo era bastante inexpugnable, ya que estaba junto a un cortado y solo se podía acceder a través de un puente levadizo. 


El castillo fue reconstruido durante las primeras Guerras Carlistas, ya que Felipe V mandó derruirlo tras la Guerra de Sucesión en represalia por la falta de apoyo de Alpuente. Esta guerra, la Carlista, fue muy dura y el asedio a Alpuente y su castillo supuso la destrucción del 60% de la villa. Esto provocó que al finalizar esta guerra los propios alpontinos derruyeran los restos del castillo para evitar que otro ejército quisiera apostarse en este lugar en el futuro. Muerto el perro se acabó la rabia, pensarían.

La visita al castillo de Alpuente es gratuita y libre. Es cierto que quedan muy pocos restos. Lo más interesante son los antiguos aljibes, que se reconvirtieron en dormitorios por los carlistas y que pueden ser visitados. Hace poco también se ha restaurado y puesto en valor el área palatina y hay paneles explicativos. Pero si por algo merece la pena subir hasta el castillo es para disfrutar de las impresionantes vistas. Enseguida comprendimos porqué el castillo estaba donde estaba. Nosotros, además, tuvimos la suerte de ver un par de buitres volando. Para llegar arriba hay que subir por una escalera y cuesta muy empinada, por lo que preparaos para poner a prueba las piernas. Os recomendamos llevar calzado cómodo ya que hay partes un poco escarpadas y con tacones u otro calzado podría ser peligroso. 


A pesar del pasado islámico de Alpuente, la inmensa mayoría de los monumentos que se pueden visitar son posteriores a la reconquista cristiana. El más importante es la Torre de la Aljama que, a pesar de su origen islámico, se transformó profundamente en el s. XVI y posteriores. Hasta hace diez años alojaba la casa consistorial, incluido el antiguo Salón de Cortes, en el que los reyes de Aragón reunieron dos veces las Cortes. Generalmente lo hacían para pedir dinero. En sus bajos se encuentra temporalmente la Tourist Info. Aquí Jan os informará de todo lo que podéis hacer en Alpuente y sus alrededores.

Nosotros nos decidimos por realizar la denominada “Ruta de la Taifa”, a cargo del propio Jan. Esta visita guiada permite recorrer el centro de Alpuente e incluye visitar la Torre de la Aljama, el Museo Etnológico y el Museo Paleontológico. Tiene un coste de 5€ para adultos y 3€ para niños mayores de 4 años. Tiene una duración de unas 2h y cuarto y es muy interesante por la cantidad de secretos que esconde Alpuente. 

Entre el arranque del camino que lleva al Castillo y la Torre de la Aljama está la Iglesia de la Virgen de la Piedad, que no es la patrona de Alpuente. Es una iglesia de un gótico muy temprano. Si la rodeamos encontraremos un pequeño altar en el lugar donde se encontró la figura de la, ahora sí, patrona de Alpuente, la Virgen de la Consolación. La mayor parte del año se encuentra en la iglesia de la aldea de Corcolilla. Es una iglesia muy sencillita y su entorno está muy chulo. Si os fijáis en alguno de sus sillares descubriréis marcas de canteros, incluso metralla incrustada en tiempos de las Guerras Carlistas. 

El museo etnológico se encuentra junto a los restos de la muralla que rodeaba la villa de Alpuente. De esta infraestructura que medía unos 800 metros, quedan pocos restos, apenas unos lienzos de la muralla y las bases de algunas de las torres que servían para vigilar y defender la plaza. Esta muralla se ve mejor desde la CV-345, que en este punto a su paso por Alpuente se convierte en la calle San Blas. El museo etnológico, por su parte, se encuentra en un edificio construido en el s. XIV y aquí se situaba el horno comunal del pueblo. En este museo se explica la vida, sobre todo, durante el s. XX pero que podría también ser la forma de vida de los habitantes de Alpuente durante los últimos siglos. Es curioso ir con niños para ver su sorpresa ante aquellas labores agrícolas que los alpontinos intentaban poner en común para poder atender otras tareas y subsistir un poco mejor. No os perdáis la historia de los ataúdes comunales… y hasta aquí puedo leer, digo, contar.

Os acabamos de contar que los restos de la muralla se ven mejor desde la CV-345, pero otro punto fantástico es desde uno de los extremos del camino de los huertos medievales. Este paseo discurre entre los antiguos huertos que se situaban extramuros. Aunque no es un paseo muy largo (poco más de 500 metros), tendréis otra perspectiva del paisaje que rodea este municipio. Junto a los restos de la muralla se encuentra el antiguo lavadero, que era alimentado por las aguas que llevaba la Acequia Mayor. En realidad antes del lavadero pasaban por un abrevadero y un lavadero más pequeño destinado a los cacharros de la cocina y domésticos. El agua llegaba a Alpuente desde las fuentes Nueva y Marimacho (sic) gracias, en parte, al Acueducto de los Arcos, un acueducto medieval (sus arcos apuntados lo delatan) que está apenas a 2 kms del núcleo urbano de Alpuente y que estuvo en uso hasta los años 60, cuando se canalizó la conducción del agua.

Una de la actividades que más nos gustaron fue la visita al Museo Paleontológico de Alpuente. Es un museo pequeñito, ubicado en una antigua ermita del siglo XVI, hoy embutida entre otros edificios. Pero tiene una colección importante. Antes de que abriera sus puertas en 2006 los fósiles que se localizaban en esta zona se depositaban en el Museo de Ciencias Naturales de Valencia. Esto ha hecho que este museo sea motivo de orgullo para los alpontinos. En esta zona se han localizado numerosos restos de tres tipos de dinosaurios: por una parte una especie de dinosaurio bípedo carnivoro, tipo T-Rex, para entendernos, pero de tamaño medio; un tipo de estegosaurio; y de un enorme herbívoro similar a los braquiosaurios. Al inicio de la visita un bonito y didáctico audiovisual contextualiza algunos conceptos sobre la época en la que vivieron estos maravillosos animales.

Pero no solo se han localizado huesos fosilizados en los yacimientos de Alpuente, ya que también se pueden visitar dos yacimientos de icnitas. Esto es, huellas que los dinosaurios dejaron marcadas en el fango y que han llegado petrificadas hasta nuestros días. Hace 140 millones de años, al igual que otras zonas de Cuenca, Teruel o Morella, aquí estaba la costa del mar de Tetis, antepasado del Mediterráneo. Uno de los yacimientos, el de Cañada París, se encuentra en un camino asfaltado que desemboca en la aldea de Corcolilla, y el otro también en Corcolilla, pero junto a la CV-345, en el kilómetro 7. Cuando visitéis este último os pedimos especial prudencia, ya que el aparcamiento se encuentra al otro lado de la carretera y hay que cruzar. En ambos localizaron huellas de carnívoros y de herbívoros. El de Corcolilla es más grande y tiene incluso un tejado que lo protege en parte de las inclemencias del tiempo. Además han marcado las huellas para facilitar su visión. 

Corcolilla es una de las 15 aldeas que hay dentro del término municipal de Alpuente, uno de los más extensos de la Comunidad Valenciana. Algunas llegaron a tener más habitantes que la villa de Alpuente, ya que sus características orográficas no le permiten crecer. También hay unas cuantas aldeas que no tienen población estable y están deshabitadas gran parte del año. En Corcolilla encontraréis un horno moruno que sigue elaborando pan desde el s. XVI. Es posible comprar pan encargo. Recomendamos las boyas, un pan con aceite típico de la zona, y las tortas saladas, especialmente la de jamón que está exquisita. En cuanto al dulce, que también hacen, las madalenas están muy buenas. Un consejo, si os gusta la miel preguntad en el horno donde podéis comprar ya que por la zona hay una buena producción apícola.

Alpuente se encuentra en una reserva Starlite. Esto no es ninguna cochinada, al contrario, esto significa que su cielo tiene unas condiciones excepcionales para poder realizar observaciones astronómicas. Quizás nunca hayáis visto unos cielos tan azules como los de Alpuente. Nosotros quisimos hacer la observación, acompañados de Alejandro, un guía que nos ayuda en esta tarea, pero las nubes no nos lo permitieron. Esta actividad se realiza en el observatorio que se encuentra en Aras de los Olmos, una población a unos 20 kms que en el s. XVIII se independizó de Alpuente. Otro lugar en el mismo Alpuente para observar el cielo nocturno es el mirador de San Nicolás, que está en lo alto de la otra muela que encaja Alpuente. Las vistas desde aquí son también extraordinarias y os la recomendamos tanto de noche como de día, pero el momento clave es el atardecer. Se llega a través de un camino de tierra que está bastante bien incluso para circular en coche. Otros lugares de observación se encuentran junto a los yacimientos de icnitas, con unos paneles con mapas del cielo nocturno. 

Como podéis ver no os mentíamos cuando os decíamos que Alpuente tiene un montón de actividades para toda la familia. Y más que no hicimos por falta de tiempo como las rutas senderistas o unacata de vino en bodega. Un pueblo que no llega a los 900 habitantes pero que es muy acogedor. Nosotros nos alojamos en uno de los apartamentos rurales de Rustikalpuente, concretamente en uno de la Casa de la Cultura, en el mismo casco urbano de Alpuente, a un paso de todo.

No podemos tener queja alguna de la estancia. El apartamento está muy bien equipado para pasar unos días en familia (¡incluso tiene cafetera Nespresso!). Jesús es un encanto, os hará sentir mejor que en casa y os dará un montón de consejos que os serán útiles en vuestra visita. Si entráis en su página web podéis ver los distintos apartamentos que tienen para comprobar cual se adapta mejor a vuestras necesidades.

Nosotros hemos vuelto encantados de Alpuente. Ha sido uno de los grandes descubrimientos que hemos hecho recientemente. Nos ha enamorado todo de esta villa y sus alrededores. Y eso que nos ha faltado realizar alguna actividad o probar alguno de sus platos típicos, pero de esta manera nos obligaremos a volver, porque volveremos. Un lugar así, tan cercano, no merece ser tan desconocido.

domingo, 8 de noviembre de 2020

LLEGAMOS A LO MÁS ALTO DE LA PROVINCIA DE ALICANTE: RUTA A LA CUMBRE DE AITANA

Una nueva ruta senderista. Y es que poco a poco vamos sumando cumbres importantes que, además, están cerca de casa. Después de casi un año haber subido a la cima del Puig Campana y haber hecho otras rutas como las de Serra Gelada o la del embalse de Guadalest. En esta ocasión subimos al punto más alto de la provincia de Alicante: a la cima de la sierra de Aitana


Como punto de inicio y final de nuestra ruta, que habrás comprobado que es circular, elegimos la conocida Font del Partegat, en el municipio de Benifato. Entre otras cosas, este lugar tiene un área recreativa y un parking bastante grande, lo que viene muy bien una vez has finalizado la ruta. No os damos muchos más detalles del área recreativa ya que hablaremos de ella en otro post con más detenimiento. 

Esta vez nuestro grupo aumentó de participantes, llegando a cinco personas y una perra. Entre el paisaje y la fila que formamos decidí que nos llamaramos "la Comunidad del Anillo", ya que parecíamos hobbits atravesando la Tierra Media. 


Para empezar vamos con los datos duros La Sierra de Aitana forma parte de las últimas elevaciones de la cordillera prebética, que serían las se extienden desde la Sierra de Cazorla hasta el Cabo de la Nao, en Jávea. Tiene una disposición E-O y separa de forma natural la parte costera de la comarca alicantina de la Marina Baixa del Alcoià y El Comtat, en el interior de la provincia. Para entendernos, Benidorm, Finestrat y La Vila Joiosa estaría al sur, y Alcoi y Cocentaina al norte de Aitana. En en extremo NE quedaría el Valle de Guadalest, que también forma parte de la Marina Baixa. Su punto más alto es el Alto de Aitana, a 1558 msnm, aunque es imposible subirse al vértice geodésico, ya que se encuentra en el interior de una base militar donde hay radares aéreos y antenas de telecomunicaciones. 

Evidentemente no existe una única senda para llegar a la cumbre. La más popular es la que hicimos nosotros, desde la Font de Partegat. Hay una ruta bastante más larga desde Sella, otra desde el puerto de Tudons, en Alcoleja, o también desde Confrides. En realidad son todas ramales de distintos senderos de pequeño recorrido, que acaban confluyendo. Concretamente recorrimos el PR-CV-21, desde nuestro punto de inicio, y conectamos con el PR-CV-20 para llegar a la cumbre de Aitana.


¿Qué tiene de especial Aitana? Mucho. ¡Muchísimo! Empezamos la ruta ascendiendo desde, como hemos dicho, la Font de Partegat. Algunos aprovechan para llenar de agua las botellas. Por desgracia veo que a pesar de las últimas lluvias la fuente tiene menos agua que en otras épocas. Al poco de empezar a subir hay un cartel que indica una bifurcación. Nosotros nos dirigimos hacia la derecha, siguiendo la indicación de "Sender botànic Passet de la rabosa" (Sendero botánico Pasito del zorro, en castellano). De hecho no dejaremos de seguir esta señalización durante un buen rato. 

La subida no tiene excesivas cuestas, pero poquito a poco se va alcanzando altura. El sendero está perfectamente marcado, por lo que perderse es bastante difícil. No os recomendamos que hagáis esta ruta en los meses de más calor porque sombra hay muy poquita por el camino. La vegetación está compuesta fundamentalmente por plantas arbustivas, y hay bastantes plantas espinosas, estratégicamente colocadas (modo ironía on, modo arañazos on). Algunos tejos y arces alegran la vista, sobre todo en estas fechas, con las típicas tonalidades marrones del otoño.


Los puntos más interesantes durante el ascenso son el pozo de nieve que encontraremos junto al camino y varias fuentes. Del pozo de nieve solo se conservan sus paredes, un enorme espacio cilíndrico, ya que el techo ha desaparecido por la falta de uso (y mantenimiento) de esta infraestructura. En estas zonas la producción de hielo era un negocio muy importante hasta la llegada de los frigoríficos eléctricos. En estas construcciones se iba almacenando capas de hielo, intercaladas con capas de paja para aislarlas térmicamente, y se cortaban barras para transportarlas a municipios cercanos.

Respecto a las fuentes, la sierra de Aitana cuenta con varios acuíferos. De hecho en varios puntos podremos ver los pantanos de Guadalest y del Amadorio, que beben de los ríos que nacen gracias a las aguas que surgen de Aitana y sierras colindantes. Durante la subida pudimos parar unos minutos junto a la fuente de Forata para refrescarnos. Su nombre deriva de forat (agujero, en valenciano) ya que si miráis hacia Aitana veréis una roca con un bonito agujero, como si alguien con un taladro gigante la hubiera atravesado. También se pueden encontrar en esta zona, además de la fuente de Partegat, la font del Noguer (junto a un nogal, que le da nombre) y la del Arbre, entre Forata y Tudons, y que además tiene un área recreativa a su alrededor.


Y de estas que llegamos al punto más complicado de esta ruta, el Pas de la Rabosa. Es una estrecha grieta en las rocas que nos separan de nuestra llegada a la cima. Además del punto más complicado es el más espectacular. Tendremos que subir trepando y con mucha precaución de no caer o lesionarnos. Vi que antes había algún tipo de enganche en la roca, pero ya se había retirado. Aitana se formó hace unos 70 millones de años, cuando las placas Euroasiática y Africana colisionaron. En Aitana podemos ver dos fallas (Aitana y Partegat) que forman unas simas que pueden medir decenas de metros. Una vez atravesamos este punto y nos alejamos unos cuantos metros, si miramos atrás tendremos una impresionante visión de estas simas. 

Passet de la Rabosa (desde el otro lado) y falla de Aitana

Ya estamos cerca de la cumbre. O mejor dicho cerca de cerca de la cumbre, ya os hemos contado que hay una base militar y no se puede acceder. Precisamente las antenas y los radares (las conocidas "bolas" de Aitana) nos ayudarán a guiarnos para llegar al punto más alto del recorrido. Parada para el bocata y reponer fuerzas, con café incluido (¡gracias Chema!). Aunque la subida no es especialmente complicada sí que notamos ya el esfuerzo constante y tras un rato parados cuesta arrancar de nuevo.


Desde lo más alto de Aitana la vista es simplemente espectacular. En un vistazo abarcamos gran parte de la provincia de Alicante. Al NE se puede ver la sierra de Bernia, el peñón de Ifach y el Montgó. Hacia el S la Vila Joiosa y el Puig Campana. Se hace un poco raro verlo del revés, en espejo, acostumbrado a verlo desde el otro lado, pero esto nos enseña que casi todo es relativo. Al SO, Campello y Alicante (con la Serra Grossa y el Benacantil) y un poco más allá Santa Pola. Y, finalmente, al NO se puede ver Cocentaina y Alcoi. ¡Guau!


Para volver al punto de inicio en vez de regresar sobre nuestros pasos por el Pas de la Rabosa, seguimos hacia la Peña Alta y el Alto de Tagarina para descender por una senda forestal. Durante unos centenares de metros caminaremos junto a la cresta, que presenta un cortado bastante vertical. Desde la Font de Partegat ya se puede ver una pared casi vertical. La curiosidad hace que nos asomemos, aunque no nos acabamos de fiar, a ver si llegamos abajo antes de tiempo. 


La primera parte de la bajada es bastante pedregosa lo que hace que las rodillas y los tobillos sufran un poco. Aquí las carrascas nos acompañan, tanto que a veces dificultan la visión del sendero. En el punto donde se cruza el PR-CV-10 que se conecta Sella con Benifato, la pista se vuelve de tierra, algo que agradece el cuerpo. Ya no queda nada. Unos 3 kilómetros cuesta abajo y con un terreno bastante cómodo. Anticipadamente nos podemos relajar. Cuando llegamos a ver los almendros el camino se bifurca. Es aquí donde al inicio de la ruta nos hemos desviado a la derecha. Si queréis hacer esta subida con niños, yo elegiría ir hasta Tagarina por donde hemos accedido y evitar el Pas de la Rabosa, por seguridad.

Enseguida divisamos el área recreativa de la Font de Partegat. El parking se ha llenado durante las algo más de tres horas que hemos estado de ruta. De hecho seguirán llegando coches mientras descansamos unos minutos en una mesa del área recreativa y nos cruzamos con coches por ese camino lleno de baches por donde abandonamos Aitana.


Cansados y contentos a partes iguales volvemos a casa. En el camino de vuelta empezamos a hacer planes para la siguiente salida. Eso si la pandemia lo permite. Y si podemos cuadrar los compromisos pendientes, que la vida sigue. Mientras, la montaña nos espera.

miércoles, 28 de octubre de 2020

QUE SE PUEDE VER EN BARCELONA EN 2 DÍAS CON NIÑOS

¡Por fin! Eso es lo que decíamos en nuestro coche. Después de muchos meses podíamos hacer nuestra primera escapada. Nos cogimos como un clavo ardiendo a la excusa de que teníamos motivos familiares para ir a Barcelona, y ya que estábamos pues pasamos allí el fin de semana.

Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
Vista panorámica de Barcelona
La verdad es que hacía bastante tiempo que teníamos ganas de ir a Barcelona. La última vez que estuvimos fue de pasada, un alto de camino hacia la Costa Brava. La verdad es que nos quedamos con la miel en los labios. Así que esta vez había que aprovechar para sacarnos esa espinita. Cogimos las maletas, metimos ropa, mascarillas, y unas cuantos envases de bolsillo de gel hidroalcohólico y para Barcelona.


Vamos a contar lo que hicimos durante dos días. No llevamos un plan férreo, más allá de unas cuantas cosas que queríamos ver. De hecho improvisamos bastante. Incorporamos algunas cosas sobre la marcha y tuvimos que desechar otras que teníamos muchas ganas de ver (el Park Güell, por ejemplo). Pero al final vimos, aunque fuera de pasada, bastantes cosas.


DÍA 1

Teníamos tantas tantas ganas de ver Barcelona que no sabíamos ni por donde empezar. Así que ante la duda de qué ver... lo vimos todo. Todo lo que pudimos desde el coche. Como el Bus Turístico, por las restricciones del coronavirus, no tenía servicio intentamos imitarlo nosotros. No fue difícil ya que había bastante menos tráfico del normal en Barcelona.


Las Torres Venecianas y al fondo Montjuic
De esta manera recorrimos las principales calles y avenidas de la capital catalana, recorriendo algunos de los principales monumentos. Nuestro alojamiento estaba a medio camino entre Plaza de España y Plaza de Catalunya, por lo que su ubicación era muy buena para movernos. Empezamos la ruta yendo, precisamente, hacia la Plaza de España, con esa vista de las Torres Venecianas y al fondo el Palau Nacional que alberga el MNAC (Museu Nacional d'Art de Catalunya). Si la fuente de Montjuic hubiera funcionado, hubiera sido ya el acabose.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
El Arco del Triunfo junto a los Jardines de la Ciudadela
Seguimos por Gran Vía de les Corts Catalanes doblando en la Plaza de Tetuán en sentido hacia el Parque de la Ciudadela. Tras ver el Arco del Triunfo volvimos sobre nuestros pasos para buscar el Paseo de Gràcia. Ahí buscábamos los dos edificios más famosos de la calle la Casa Batlló y la Casa Milá (La Pedrera). ¡Qué bonitos! ¡Qué ganas de visitarlos por dentro! Y qué bonitas las farolas de Paseo de Gràcia.


Detalle de la Casa Milá (o La Pedrera)
Nuestra ruta siguió por la Diagonal buscando, sí, el Camp Nou. A pesar de que nuestras filias futbolísticas no son culés, creo que al menos debíamos acercarnos a un estadio que es más que un estadio. Ya para finalizar nos dirigimos hacia el Parque de Joan Miró, coronado por la escultura "Dona i ocell" y de vuelta al alojamiento para comer.


Por la tarde visitamos Montjuic, donde estuvimos paseando por los alrededores del antiguo Estadio Olímpico Lluís Companys explicando a nuestros hijos que supusieron aquellos Juegos Olímpicos, y como de una forma mágica y espectacular se encendió el pebetero bajo el que nos encontrábamos en ese momento. Quisimos ir al MNAC, pero como quedaba poco tiempo para que cerraran, decidimos dejarlo para otra ocasión.



Si recuerdas el espectacular encendido del pebetero en los JJOO de Barcelona 92, no eres muy joven

Como todavía no había anochecido pensamos en apurar la tarde visitando el que es el monumento más famoso de Barcelona, y eso que todavía no lo han terminado. Como ya habrás imaginado estamos hablando de la Sagrada Familia. Mis hijos ya sabían lo que íbamos a ver gracias a los Lunnis de leyenda. Cuando llegamos ya estaba cerrado el templo a visitas, pero pudimos recorrer el exterior. Observamos las notables diferencias entre la fachada del Nacimiento (la más antigua) y la fachada de la Pasión (que se terminó en 2018). También las múltiples diferencias entre materiales, técnicas, estilos decorativos, etc. En definitiva, la prueba del paso del tiempo por este edificio, y las distintas manos y mentes que han trabajado en él, algo que ya aventuró Antoni Gaudí, y que seguirá sucediendo hasta que las obras se completen, previsiblemente en 2026.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
La Sagrada Familia. Still working

La noche se nos echó encima, así que nos fuimos a dormir y descansar, que sabíamos que el siguiente día iba a ser bastante completo.



DÍA 2

Este día lo teníamos claro, íbamos a ir al Cosmocaixa. Este es un museo de las ciencias gestionado por la Obra Social La Caixa. Al ser clientes de esta entidad la entrada es gratuita. Si no lo sois, la entrada cuesta 6 euros para los mayores de 16 años acompañados de un adulto. Si son menores la entrada es gratuita. Con motivo de los protocolos de seguridad para evitar el contagio del Covid-19, era obligatorio el uso de mascarilla, el aforo se había reducido, había que mantener la distancia interpersonal, no se podía tocar los módulos interactivos y, lo más importante solo se podían visitar en dos horas cuatro espacios expositivos. Pero calma, que estos cuatro espacios expositivos son suficientes para este tiempo.


Uno de los muchos módulos de Consmocaixa

En primer lugar visitamos una exposición temporal muy interesante titulada "Sables y mastodontes". A continuación pasamos por el "Muro geológico", una muestra de diferentes estratos donde se muestran diferentes procesos geológicos de distintos lugares del planeta. La "Sala Universo" es el espacio expositivo más grande. Abarca desde el Big Bang hasta el uso de la robótica y de nuevos materiales con propiedades increíbles. Está llena de módulos interactivos que, como ya hemos comentado anteriormente, no se podían tocar. A cambio unos "mediadores", que eran superamables, los hacían funcionar y explicaban que significaban, que demostraban, etc. y daban las explicaciones que hiciera falta. De verdad, de 10. Por último se visita el "Bosque Inundado" un fascinante y sorprendente trocito de la selva amazónica con árboles y peces enormes.


Al salir de Cosmocaixa, y como no estamos excesivamente lejos, decidimos subir hasta la Torre de Collserola, donde hay un mirador desde el que se divisa toda la ciudad de Barcelona. Para eso hay buscar la carretera BV-1417 y desviarse en la BV-1418. Nuestro gozo en un pozo porque actualmente está cerrada. Así que empezamos a buscar alguna ubicación alternativa. Nos decidimos por el "Mirador de los Bomberos". Esta zona en realidad está restringida a vehículos autorizados, pero nos colamos (sí, lo confesamos, espero que no conlleve sanción alguna). El único castigo fue una mirada de desaprobación. Merece mucho la pena. La vista es espectacular. No os lo podéis perder. Otra alternativa menos outsider es el denominado "Mirador de Barcelona", que se encuentra al lado derecho en sentido Barcelona. Muy cerquita de la Torre de Collserola, que es una torre de telecomunicaciones llena de antenas, está el histórico parque de atracciones del Tibidabo, que en esta ocasión no llegamos a visitar.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
¡¡¡Zoltar conoce tu futuro!!!
La pausa para comer la hicimos en un centro comercial que tiene una tienda de juguetes enorme (y restaurantes, claro). Super Drim es tan grande que dentro tiene una noria y una heladería, por si te sofocas ante tanto juguete. Lo que más nos gustó fue una máquina de ZOLTAR, un adivino que te entrega (por 1 € mediante) una tarjeta en la que te lee el destino. Un homenaje en toda regla a Big, esa fantástica película protagonizada por un joven Tom Hanks que tiene una de sus escenas más recordadas en una juguetería.

La Rambla, siempre La Rambla
Se nos acababa el tiempo en Barcelona, así que tras regresar a nuestro alojamiento para descansar un poco recargar batería, tanto metafórica como literalmente la de los móviles, emprendimos nuestro último paseo. La de cosas que vimos que mis hijos se quejaron nada más salir de que estaban cansados, pero con el truco de "¡Mira, mira! ¡Ahí está [introduzca aquí el edificio que desee]!" fuimos avanzando poco a poco.


Qué ver en Barcelona en 2 días con niños
Ayuntamiento de Barcelona en Plaça Sant Jaume

Andando por la Gran Vía llegamos a la Plaza de la Universidad, de aquí a Plaza Catalunya y bajamos por la Rambla. Aunque había bastante gente no llegaba a ser esa multitud que estábamos acostumbrados a ver por esta calle. Nos imaginamos entrando al Liceo, comprando en el mercado de La Boquería, y nos sorprende esa mezcla ecléctica de tradición y contemporaneidad, de iglesias y franquicias de comida rápida. Llegamos hasta el final, hasta el monumento a Colón, y remontamos para meternos de lleno en el Barrio Gótico buscando la Catedral. Callejeando recorrimos el barrio hasta dar con la Plaza de Sant Jaume. De ahí fuimos a buscar la Plaça Nova, desde donde pudimos observar la magnificencia de la fachada de este bello templo gótico. De ahí a Vía Laietana a buscar el metro. Se lo habían ganado.


La Catedral de Barcelona, protagonista de tantas historias...
Ya sé que nos vais a decir que nos quedaron muchas cosas por ver. ¡Claro! Nos sacamos una espinita, pero se coló el gusanillo por ver mucho más de Barcelona. Y es que en realidad Barcelona son muchas Barcelonas: la de Gaudí, la gótica, la Olímpica... Pudimos ver algo de cada una, pero nos encantaría ver más. A pesar de que el coronavirus ha alterado la vida de esta gran metrópoli, sigue latiendo, a menos velocidad que de costumbre, pero sin perder el pulso. Y es que, como diría el gran Peret, ¡Barcelona tiene poder!