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jueves, 1 de febrero de 2018

PLEISTOCENO JUNTO AL TURIA: EL MUSEO DE CIENCIAS NATURALES DE VALENCIA

En pleno corazón de los Jardines de Viveros, en el centro de Valencia, se encuentra el Museo de Ciencias Naturales de la capital del Turia. No es muy conocido, ya que queda un poco eclipsado al estar dentro de estos jardines monumentales, junto al Museo de Bellas Artes y muy próximo al viejo cauce del río Turia, pero es un espacio interesante y os invitamos a visitarlo.



La historia del Museo de Ciencias Naturales valenciano es la historia de los constantes traslados y la búsqueda de una casa definitiva que encontró en el año 1999 en el antiguo restaurante de Viveros. Anteriormente tuvo otras tres ubicaciones, siendo el Almudín (un edificio medieval destinado a almacenar trigo) su emplazamiento más duradero.

La iniciativa de crear un Museo de Ciencias Naturales en la capital valenciana nace a finales del s. XIX para ubicar la importante colección de fósiles que el ingeniero José Rodrigo Botet atesoró durante sus años de trabajo en Argentina. Una vez regresó a Valencia Botet donó su colección a su ciudad natal. Ésta ocupa la planta inferior del museo y consta de fósiles de mamíferos que vivieron en el Cuaternario en la actual Argentina. Destaca en el centro de la sala el esqueleto de un megaterio, un  mamífero gigante de la familia del perezoso (podían medir 6 metros y pesar 3 toneladas). Osos y armadillos gigantes, algo que a mi me sorprendió mucho, comparten sala. También se puede ver un esqueleto de un tigre "dientes de sable", que os sonará de la película Ice Age.



En la planta superior se puede visitar una réplica del laboratorio del premio Nobel D. Santiago Ramón y Cajal, que durante cinco años años dió clase en la cercana Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, junto a un microscopio óptico y otro electrónico, el primero que se instaló en Valencia, y que quiere dejar patente que los avances tecnológicos y científicos van de la mano en la evolución humana.

A continuación encontramos lo más destacado del museo, una amplia colección de fósiles, donde se incluye la colección Botet y una completa selección de restos localizados en yacimientos de la Comunidad Valenciana, una zona paleontológica muy rica. Precisamente fueron los fósiles de dinosaurios lo que nos atrajo a visitar el museo, el esqueleto de un Allosaurus y los restos del Losillasaurus (un gran dinosaurio de la familia de los brontosaurios) no defraudan.



La visita prosigue por la colección conquiliológica que el Dr. Eduardo Roselló Bru donó en 1926 a la ciudad de Valencia, compuesta por conchas de moluscos de todo el mundo. Sin duda las más espectaculares son las más grandes, pero también hay especies con irisados muy bonitos. Además de la muestra de las conchas podemos observar una reproducción del estudio del Dr. Roselló.

Por último una última muestra dedicada a los ecosistemas valencianos, con especial atención al Parque Natural de la Albufera y a las especies que viven en la ciudad de Valencia, similar a otras que viven en distintas ciudades españolas y europeas, a cuya presencia nos hemos acostumbrado y que en nuestro día a día no reparamos de su importancia.



También existe una sala donde se realizan exposiciones temporales y que estaba ocupada cuando visitamos el museo por una muestra de fotografía científica (con imágenes muy chulas) y una exposición acerca de la producción del café. Ni que decir tiene que casi lloro al ver plantas de café, elemento que en casa cada mañana veneramos.

El Museo de Ciencias Naturales de Valencia es muy didáctico. Los niños se sorprenden de muchas cosas que descubren aquí. Abre todos los días, incluso los festivos, de 10:00 h. a 19:00 h., a excepción de los lunes que permanece cerrado. La entrada general cuesta 2 euros. Existe una entrada reducida a 1 euro, y los sábados, domingos y festivos a partir de las 15:00 h. la entrada es gratuita.



Tanto por su entorno, como por los contenidos del museo, la visita es muy recomendable. Y si vuestros niños son fans de los dinosaurios como nosotros, saldrán encantados.