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lunes, 28 de septiembre de 2020

UNA VISITA A REUS: MODERNISMO Y VERMUT

Hacía tiempo que me apetecía visitar Reus. No sé si por su patrimonio arquitectónico. No sé si por la cantidad de personajes famosos, tanto históricos como actuales, que vio nacer esta ciudad. O por su secular enemistad con la cercana capital, que siempre me hace mucha gracia y suelo utilizar para "picar" o congraciarme con mi interlocutor. O por la rosa de su escudo, sospechosamente parecida a la que representaba a la Casa de Lancaster. No lo tengo claro. Pero sí que puedo afirmar que nos gustó mucho más de lo que esperábamos.

Empezamos nuestra ruta dirigiéndonos a la Plaza Mercadal, uno de los puntos centrales de Reus. Aquí vamos a encontrar varios edificios interesantes. Por una parte el Ayuntamiento, siempre de interés en cualquier municipio. Está en uno de los extremos de esta plaza casi cuadrangular. Es un edificio bastante sobrio, reconocible por el balcón sobre la puerta principal y, sobre todo, por el reloj en la torre que remata uno de los lados de la Casa Consistorial.

En otra de las esquinas de la plaza Mercadal encontramos el Gaudí Centre. Ya hemos comentado que Reus es lugar de nacimiento de numerosos personajes célebres, y uno de los reusenses más conocido, acaso el más universal, fue el arquitecto Antoni Gaudí. En su pueblo natal le dedican un espacio donde conoceremos mejor su vida y la evolución de su obra. El edificio, desde luego, no tiene nada que ver con las formas orgánicas que Gaudí insufló a su arquitectura. En esta ocasión hablamos de un edificio contemporáneo, con forma de cubo cerrado, en su mayor parte de color negro. Nada menos gaudiniano. En la planta a ras de calle se encuentra la oficina de turismo, donde nos podrán informar de las rutas para apreciar los monumentos y lugares de interés que existen en Reus. 

En otra de las esquinas de la plaza Mercadal se encuentra la Casa Navàs, popularmente conocida como "la guapa de Mercadal". Desde luego este apelativo se lo tiene merecido. Es el edificio modernista más bonito de Reus, y podría estar en cualquier ránquing de los mejores edificios modernistas de Europa. Por todos y cada uno de los detalles decorativos, que se han mantenido perfectamente conservados hasta nuestros días, merece mucho la pena la visita a su interior.

De la casa Navàs parte la Ruta Modernista de Reus. Nosotros intentamos seguir esta ruta pero con tres niños, que no estaban muy por la labor, hicimos lo que pudimos, aunque es cierto que pudimos completarlo en un porcentaje muy alto, más de lo que en ese mismo momento creíamos. El término "modernista" engloba una serie de movimientos artísticos que se van encadenando entre finales del XIX y principios del XX (art noveau, art decó, estilos regionalistas...). Muchas veces también se incluye en esta denominación algunas obras que aun teniendo elementos "modernistas" no pertenecerían a esta clasificación. Pero vamos a usar el término "modernista", sin ánimo de andar dando una masterclass aquí y ahora, porque creemos que más o menos todos tenemos presentes su estética. 


La ruta se dirige hacia la calle Monterols, en cuya esquina está el Gaudí Centre. En esta calle con un fuerte carácter comercial, como la mayoría de calles del centro de Reus, encontraremos varios edificios modernistas. Os recomendamos estar muy atentos a las fachadas, los balcones, las ventanas. Mirad más hacia arriba que hacia el suelo, porque vais a encontrar muchas cosas que os sorprenderán. 

Pronto llegaremos a la plaza de Prim, dedicada a Juan Prim, natal de Reus, uno de los españoles más influyentes de su momento y que fue nombrado Presidente del Gobierno en junio de 1869. Falleció apenas año y medio después por la infección que le produjo unas heridas de bala infligidas en un atentado. En 1971 sus restos fueron trasladados a Reus, donde reposan. Una estatua ecuestre preside la plaza caracterizando a Prim como general, obra de Lluís Puiggener, que realizó otra estatua ecuestre de Prim para el Parque de la Ciudadela de Barcelona, que causó una gran polémica por su parecido, y que fue destruida en 1936. 

Esta plaza es uno de los puntos neurálgicos de Reus. El teatro Fortuny tiene una presencia central, así como otros edificios como el Hotel de Londres, el antiguo Casino o el Círculo de Señores, que actualmente albergan oficinas o establecimientos comerciales. Desde esta plaza podemos seguir por la calle Llovera (recomendado), que continúa el trazado de Monterols, o bien la Calle de San Juan, que se abre en diagonal desde la plaza Prim. Nosotros elegimos San Juan. De todas maneras el recorrido recomendado vuelve a Prim, pero en sentido contrario al que realizamos. Nosotros somos así.

Por supuesto, seguiremos observando edificios modernistas en esta calle. Los más importantes son la Casa Rull (y sus jardines), la Casa Gasull (contigua a la anterior), y el antiguo Hospital de San Juan. También en esta calle podemos ver el Mercado Central de Reus, un edificio más actual, inaugurado en 1949. Al final de la calle San Juan, en su intersección con el Paseo de Sunyer se encuentra una de las fuentes más queridas de Reus, la de las Ocas. A nosotros nos resultó muy pequeña, sobre todo porque está en el centro de una rotonda de una vía con tres carriles y por la lejanía a la acera hace efecto de ser más pequeña.

Rodeando el mercado llegamos a la avenida de Prat de la Riba. Tras pasar por la Iglesia de San Juan Bautista podremos comprar en las tiendas que se encuentran en esta calle, algunos comercios conservan un sabor tradicional, con los alimentos más característicos de Reus. Al final de la calle veremos la Plaza del Pintor Fortuny, dedicada a otro de los ilustres hijos de Reus, uno de los mejores pintores españoles del XIX, al que también se le dedicó el teatro de la plaza Prim. Una estatua lo recuerda en su plaza, realizada por el escultor Josep Viladomat en 1948. Fortuny murió muy joven, con 36 años, en Roma, donde reposan sus restos excepto su corazón, que se encuentra en la Iglesia Prioral de San Pedro, en Reus, donde fue bautizado.

Desde aquí encaramos la calle Llovera para volver a la plaza Prim. Otra calle comercial y peatonal con numerosos edificios modernistas. Como dijimos en la calle Monterols: mirad hacia arriba, no al suelo. La Casa Boule con su magnífica fachada, la Farmacia Sans Porta, o las Casas Querol, Tomás Jordi o Punyed, todas obra del arquitecto Pere Caselles. El edificio más importante de la calle, el Palacio Bofarull, se encuentra a unos metros de la plaza Prim. Volveremos por la plaza Mercadal y enfilaremos la calle Mayor para llegar a la Iglesia Prioral de San Pedro

Esta parroquia es la más importante de Reus, consagrada al patrón de la ciudad. Fue construida en el s. XVI para sustituir una antigua iglesia que había quedado pequeña. Hija de su tiempo, fue realizada en estilo gótico tardío. Sobresale, nunca mejor dicho, su esbelto campanario, visible y reconocible desde muchos puntos de Reus. Como hemos dicho, aquí reposa el corazón del pintor Mariano Fortuny. Es el lugar donde tienen lugar los actos principales de las fiestas religiosas de Reus.

Si rodeamos la "prioral" llegaremos a la plaza de las Pescaderías Viejas, que a mediados del s. XIX se reformó con su actual aspecto. Este espacio es muy curioso. Está delimitado en sus dos extremos por una entrada a modo de arco de triunfo, rematado por un escudo y con esculturas de cestas con pescados, mariscos y carnes. En ambos laterales hay unos edificios de viviendas, iguales y simétricos. En los bajos tiene unas arcadas que resguardan los bares que se cobijan en su interior. Se supone que en este espacio estarían antes los puestos de pescado del mercado local, que se instalaba en la cercana plaza Mercadal. 

Ya solo nos quedaba callejear por el centro de Reus. Mirar los escaparates de sus tiendas típicas, sentarnos en una terraza. ¿Una terraza? Sí, porque no podemos irnos de Reus sin tomarnos un vermut. Esta bebida realizada con vino blanco macerado con hierbas, típico de los aperitivos, ha vuelto con fuerza, adaptándose a nuevos consumidores. O a lo mejor es mi entorno, que ya nos estamos haciendo mayores, jeje. En Reus hay una cultura del vermut muy fuerte y prácticamente todos los bares de Mercadal y alrededores lo ofertan. Es comprensible teniendo en cuenta que marcas como Miró, Yzaguirre o Muller son de Reus.

La manera típica de tomar el vermut es en un vaso con hielo, media rodaja de naranja amarga y dos aceitunas. Se acompaña de un plato de patatas fritas y otro de aceitunas o de avellanas de Reus (que tienen Denominación de Origen Protegida). Si queréis profundizar más en los secretos de esta bebida podéis visitar el Museo del Vermut o hacer una cata en alguna de las bodegas de vermuts de Reus.

Y de esta estupenda manera nos despedimos de Reus. Nos lo hemos pasado muy bien en una ciudad que tiene mucho por descubrir. Una ciudad que nos dejó a todos muy buen sabor de boca y ganas de repetir. Esperemos que podamos hacerlo pronto.