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jueves, 12 de abril de 2018

3 MUNICIPIOS, 4 PLAYAS Y 2 BONUS TRACK EN EL NORTE DE LA COSTA BRAVA

Pasada la Semana Santa empieza ese periodo del año en el que empezamos a dar forma definitiva a las vacaciones de verano (siempre y cuando seamos un poco previsores). Si eres de esa mayoría que optáis por la playa y que además sea un buen lugar para pasar unos días con los niños, una buena opción es la Costa Brava en su parte norte.



Municipios como Roses, Cadaqués, L'Escala, Portbou o Empúries nos ofrecen magníficas playas y bastantes actividades complementarias para nuestras vacaciones y que no podamos aburrirnos ni un solo minuto, que no todo va a ser tumbarse a la bartola.



ROSES: Se ha convertido en un centro turístico de primer orden. Si son muchos los turistas españoles que acuden, son muchos más los franceses, ya que la frontera se encuentra a unos pocos kilómetros. Es una ciudad muy agradable y cuenta con un casco municipal con múltiples restaurantes, servicios y comercios.




Os vamos a recomendar dos playas. En primer lugar la playa de Roses (así, tal cual), junto al casco urbano. Una playa de arena fina, bastante tranquila (a pesar de la cantidad de gente que va) y  con muy buena calidad. Nos quedamos con cualquiera de los dos tramos que se extienden a ambos lados del espigón, a tiro de piedra del centro. Su comodidad fue clave para que se situara en nuestro top de playas favoritas. Si queréis alejaros un poco os aconsejamos la cala Montjoi. A unos siete kilómetros del centro de Roses, se accede por una estrecha carretera que bordea los acantilados. Apareceremos en una cala recogida, rodeada de pinos y con unas vistas estupendas. Eso sí, tened en cuenta que la playa es de piedras. Puede ser que en algún día tengáis dificultades para aparcar, aunque no es excesivamente difícil. En Montjoi se pueden practicar bastantes deportes acuáticos, desde snorkel hasta jet ski, pasando por la vela. Hay un camping a pie de playa en el que se puede contratar alguna de estas actividades. En esta cala se encuentra el famoso restaurante El Bulli, de Ferran Adrià, aunque actualmente ya ha cerrado sus puertas para dedicarse únicamente a la formación de alto nivel.



En Roses también podéis visitar la Ciudadela, el antiguo núcleo urbano, que conserva las murallas del s. XVII. Además contiene restos de varias civilizaciones, siendo los más antiguos los griegos. En la actualidad tiene bastante actividad cultural, con un centro de interpretación, un museo y alberga un festival en verano. Un poco más antiguo es el conjunto megalítico que se encuentra en la carretera que lleva a la cala Montjoi.




CADAQUÉS: Es una población de cuento. Cadaqués es conocida por ser la localidad donde tenía su residencia el pintor Salvador Dalí, pero tiene mucho más. A mí la playa no me pareció gran cosa, poco espacio hasta el mar, piedras, pero con unas aguas tan transparentes que se veía perfectamente el fondo, plagado de peces y erizos de mar. Es imprescindible recorrer su paseo marítimo, desde donde se puede ver la iglesia de Santa María presidiendo el casco histórico. Precisamente Dalí pintó en su época cubista un cuadro con esta misma vista. Preparaos para subir (y bajar) por sus empinadas cuestas, llenas de esencia mediterránea y recuerdos de más visitantes célebres. Federico García Lorca, Eugenio D'Ors, Pablo Picasso, Marcel Duchamp o Joan Miró,por ejemplo, veranearon en Cadaqués.



Es imprescindible la visita a la bahía de Portlligat. Esta cala, en la que se encuentra la Casa-Museo de Dalí, derrocha tranquilidad. Aquí uno puede imaginarse porqué el genial pintor compró una casita de pescadores que fue ampliando con la compra de los inmuebles contiguos.




EMPÚRIES: Fue fundada en el s. VI aC por los griegos, que establecieron una próspera colonia. Sus ruinas son visitables, y nos permiten conocer una civilización que fue la base del mundo antiguo (no olvidemos que Roma adopta muchas costumbres, leyes e incluso la religión del mundo griego). Muy cerca de las ruinas de Emporion se encuentra la playa del Moll Grec (muelle griego) denominada así porque aquí se encuentra un muro que servía de refugio a las naves griegas que atracaban. La playa es excelente, una de las mejores que hemos visitado, con arena fina y muy limpia, y tienes que meterte bastante adentro para que el mar te cubra, algo que siempre nos tranquiliza un poco a los padres.El parking es de pago. 


CAP DE CREUS: Primer bonus track. Nos lo recomendó en la visita a la Casa-Museo de Dalí el dependiente de la tienda de recuerdos, un tipo muy majete y enamorado de su terreta. Y la recomendación lo clavó. La carretera de acceso es espectacular, como de otro planeta. Un faro preside este espacio. Además de una oficina de turismo y un museo de geología, hay un par de bares desde donde se puede disfrutar del atardecer (que supongo que si es el punto mas oriental de la península será antes que en ningún otro lugar). Desde el faro se divisan unas cuantas calas a las que solo se puede acceder a pie, o en alguna embarcación. Como no, las vistas son impresionantes.



AIGUAMOLLS DE L'EMPORDÀ: Segundo bonus track. La traducción de aiguamolls es humedales, y esto es exactamente lo que nos ofrece este espacio, una extensión con abundante  agua, vegetación y fauna típica, destacando las aves como garzas. Una carretera cruza este espacio, y aunque en verano está bastante transitada es compatible con un paseo en bici. Aunque hay zonas segregadas para los ciclistas nunca conviene bajar la guardia.

jueves, 26 de octubre de 2017

LA OBRA DE LA VIDA DE DALÍ: EL TRIÁNGULO DALINIANO

Hace unas semanas el Teatro-Museo Dalí en Figueras (Girona) fue portada en numerosos medios de comunicación por un asunto que en principio poco tenía que ver con el arte, pero mucho con el surrealismo. El cuerpo del pintor ampurdanés fue desenterrado para tomar muestras que determinaran si era el padre biológico de Pilar Abel. Ya sabemos que el ADN demostró que no había parentesco entre ambos.
Como no hay mal que por bien no venga, uno de los museos más visitados en España volvió a estar de actualidad. Visitar este museo es siempre una buena idea, y a los niños les va a encantar.

En realidad los museos dedicados a Dalí en la provincia de Girona son tres, de ahí lo del triángulo daliniano: el Teatro-Museo en Figueras, la Casa de Salvador Dalí en la bahía de Portlligat en Cadaqués, y el Castillo de Gala en Púbol. Estos tres son gestionados por la Fundación Gala-Salvador Dalí, y aunque tienen una gran cantidad de obras del genio surrealista, sus obras más famosas se encuentran en Madrid (Reina Sofía y Thyssen) y Nueva York (MoMA).

El Teatro-Museo fue construido sobre las ruinas del antiguo teatro de Figueres que fue destruido en la Guerra Civil. Su creación proviene de una petición para regalarle una obra a su ciudad natal y éste respondió que les regalaba un museo entero. Ya sabemos que Dalí se tenía en gran estima (vamos, que iba bastante sobrado). En este museo tuvo Dalí su última residencia, concretamente en la Torre Galatea, aquí falleció y aquí fue enterrado, aunque en contra de su voluntad. En la cripta se encuentra una lápida, pero en realidad el cuerpo de Dalí yace bajo el escenario, bajo la cúpula geodésica.

El museo es una obra surrealista en sí mismo y una oda hacia el propio Dalí. Abigarrado, excesivo en muchas salas, no deja a nadie indiferente y sorprende a todos los visitantes. Entre lo más destacable se encuentra la instalación Rostro de Mae West utilizado como apartamento, Gala desnuda mirando el mar que a 18 metros aparece el presidente Lincoln, Cadillac lluvioso (que preside el patio) o Dalí de espaldas pintando a Gala de espaldas eternizada por seis córneas virtuales provisionalmente reflejadas en seis verdaderos espejos.

La entrada también da derecho a visitar Dalí Joyas, un museo anexo (se puede adquirir una entrada aparte sin necesidad de visitar el Teatro-Museo) que alberga creaciones diseñadas por Salvador Dalí. A mí me sorprendió gratamente, porque el surrealismo puede resultar verdaderamente suntuoso.
Por su parte la Casa Museo de Salvador Dalí se encuentra en Cadaqués, concretamente en la bahía de Portlligat. Aprovechad para visitar este pueblo costero ya que es una maravilla, tanto que numerosos artistas, como Picasso, lo escogieron para sus vacaciones. Un consejo: aparcad en el parking municipal. Multan. Lo sé. Lo comprobé. 


Como habréis averiguado por el nombre, la Casa Museo era la residencia de Dalí y Gala. Dalí comenzó comprando una pequeña casa de pescadores para sus escarceos y poco a poco fue adquiriendo las viviendas colindantes. El conjunto refiere esa unión de inmuebles independientes, y el interior es bastante irregular.

En este museo podremos visitar las estancias en las que residían el matrimonio de Salvador y Gala, como el dormitorio, el vestidor, los cuartos de baño, y el estudio del pintor. También, y no es cosa menor, los exteriores, en especial el olivar, con unas maravillosas vistas de la bahía de Portlligat y la zona de la piscina. Aquí tuvimos cierta controversia acerca de la forma de la piscina.
El tercer vértice del triángulo es el Castillo de Púbol, un edificio medieval con origen en el s. XI que fue adquirido por Dalí para regalárselo a Gala y que fue decorado por su marido para ella en exclusiva. De hecho es el lugar donde yace Gala y donde pidió Salvador ser enterrado, aunque como hemos visto no se le hizo ni caso. Por motivos económicos no llegamos a visitar este edificio, por lo que poco más podemos contar. Tened en cuenta que no es posible visitarlo entre la festividad de Reyes y mediados de marzo.

Hablemos de precios. Los museos no son baratos, sobre todo si se pretenden visitar los tres, y no tienen descuento para familias numerosas, aunque como me dijo un empleado del Teatro-Museo “hombre, los niños hasta 8 años no pagan todavía”. La entrada al Teatro-Museo cuesta 14 euros y 10 en modalidad reducida (estudiantes, pensionistas, jubilados y titulares del Carnet Joven). Para la Casa de Salvador Dalí en Portlligat el precio es de 11€ y 8€ reducida. Finalmente para el Castillo de Gala en Púbol la entrada cuesta 8 euros y 6 € reducida.

Es recomendable reservar previamente tanto para el Teatro-Museo como para el castillo de Gala, mientras que para la Casa-Museo es obligatorio.
Por cierto y para acabar, el nombre de surrealismo se adopta del francés (sur-realisme) que se traduciría como "sobre o por encima del realismo", contrario a lo que mucha gente cree que significa "por debajo" como "subrealismo". De hecho el surrealismo pretende explorar los sueños y el inconsciente, algo que les encanta a los niños y que les puede inspirar a realizar sus propias obras de arte.