Mostrando entradas con la etiqueta rural. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta rural. Mostrar todas las entradas

jueves, 14 de junio de 2018

OTRO AÑO EN LA FIESTA DE LA CEREZA DE VALL DE GALLINERA

El pasado fin de semana acudimos a la 18 edición de la Fiesta de la cereza que se celebra anualmente en Vall de Gallinera, un pueblecito del interior de la provincia de Alicante. Esta fruta es la estrella de un municipio cuya economía se basa en la agricultura. No en vano está protegida por la Denominación de Origen Protegida Cerezas de la Montaña de Alicante, lo que asegura la calidad del producto, que se consume en toda España y se exporta a varios países europeos que reconocen sus cualidades.


La Vall de Gallinera es un municipio que agrupa ocho pueblos: Benirrama, Benialí, Benisivá, Benitaia, La Carroja, Alpatró, Llombay y Benisili. En total residen unas 600 personas entre todos los núcleos de población, aunque se reparten de manera desigual, ya que Alpatró, el más poblado, tiene en torno a 200 habitantes y Benialí unos 150 vecinos. Este hecho marca que la celebración de esta Fiesta de la Cereza sea rotatoria para que cada año la acoja un pueblo. Podéis imaginar que durante ese fin de semana los visitantes se cuentan por millares.

Nosotros acudíamos por cuarta vez. ¿Por qué? Bueno, en primer lugar porque las cerezas don extraordinarias y no siempre se tiene la oportunidad de consumir fruta que hace unas horas todavía colgaba del árbol. También tiene lugar un mercado con paradas de todo tipo, ya que además de poder adquirir cerezas se pueden comprar otras frutas de temporada (higos, albaricoques,...), aceite de oliva virgen extra (en el interior de Alicante se prodece un aceite excelente), embutidos y quesos artesanales, miel de cosecha propia, cerveza artesana, cocas de muuuchos tipos (para los que no lo sepáis, son una especie de pizza con diversos ingredientes, puede ser salada o dulce, como un bizcocho), productos naturales, libros...





También hay diversas actividades para todos los públicos. A mis hijos les gusta bastante ver el concurso de lanzamiento de hueso de cereza, que se lanza escupiéndolo. Charlas sobre temas locales, excursiones por varios lugares de interés del municipio, música en vivo, cuentacuentos o animación infantil son algunas de las actividades que aparecen en la completa programación. Este año para acabar han contado con la Muixeranga de Pego que han realizado sus tradicionales (y emocionantes) figuras y castillos humanos.





Nuestro consejo es acudir el sábado, ya que el domingo la actividad acaba antes y suele haber más gente, lo que agobia un poco en las calles estrechas. Además cada año acude más gente atraída no solo por la Fiesta, que es una excusa, si no por el pueblo en sí. Imaginad: se encuentra en el interior de un valle de unos 16 kilómetros de longitud que se abre del noroeste al sudeste, hacia el mar. En ambos extremos se encuentran las ruinas de sendos castillos de origen musulmán que guardaban el valle. Dos sierras escoltan el valle. En la que se encuentra al sur, la sierra de la Foradà (forma popular de pronunciar "foradada", es decir, agujereada en valenciano), podemos llegar al mirador del Xap, desde el que podemos ver una soberbia panorámica de todo el valle. Os recomendamos ir por la carretera CV-712 ya que, aunque hay que dar un cierto rodeo, es más segura que subir desde Benitaia. Por la carretera CV-700, que atraviesa todo el valle, también encontraremos varios miradores, pero ninguno tan espectacular como el Xap.




La Foradà tiene un hueco en la roca (de aquí el nombre) que los días 10 y 11 de marzo y 4 y 5 de octubre es protagonista de un fenómeno conocido como "alineación solar" que se produce cuando el sol al ponerse atraviesa este agujero. El mejor punto para verlo es el antiguo convento de San Francisco en Benitaia. Precisamente la festividad del santo es el 4 de octubre. 

Pero volvamos a las cerezas. Nos gusta que nuestros hijos conozcan de donde vienen algunos productos que comemos. Que las cerezas, por ejemplo, no salen espontáneamente en unas cajas en el supermercado. Conocen un cerezo, ven a las abejas libando de alguna flor tardía o de una cereza un poco pocha, distinguen los diferentes árboles como los almendros, los olivos, etc. Y ven como es un pueblo, más allá de lo que cuenta el libro de Conocimiento del medio, que somos muy urbanitas. En definitiva, aprenden mientras se divierten. 




Os avisamos con tiempo, no faltéis el año que viene. Es un evento muy chulo, con actividades para toda la familia, donde podéis pasarlo muy bien, y comer muy bien. Y si tenéis ganas de visitar Vall de Gallinera, cualquier momento es bueno, descubriréis que hay muchas cosas que hacer.

jueves, 11 de enero de 2018

CÓMO CONSEGUIMOS QUITARNOS UNA ESPINITA CLAVADA EN CASA FAUSTO

Este pasado verano vivimos nuestra primera experiencia yendo de camping. Por extraño que parezca íbamos con un poco de temor y quisimos que fuera una prueba por si los niños no acababan de adaptarse, no les gustaba o no hacían más que quejarse. Tonterías de padres, se lo pasaron de 10. Y nosotros también.


Teníamos una espinita clavada, ya que hace unos años lo intentamos y llegando a Teruel (íbamos a la sierra de Albarracín) para comprar víveres, nuestro coche dijo que no hay tu tía. Reparación importante, tres días de cabreo y a freír espárragos las vacaciones.

Esta vez volvimos a optar por Teruel pero nos decidimos por el camping Casa Fausto en Formiche Alto, en la comarca de Gudar-Javalambre. Su entorno rural nos ofrecía la posibilidad de que los niños tuvieran un contacto directo con la naturaleza, algo que no tienen habitualmente.


El camping tiene dos espacios diferenciados. En la parte baja se encuentra la recepción, el aparcamiento, un bar-restaurante y un edificio de una planta que tiene un albergue para grupos y apartamentos. Junto al edificio hay una granja que hace las veces de zoo. A los niños les encantó ver los cerdos, los ponis, la vaca, las gallinas, etc. 

Subiendo por una pista de tierra se llega a la zona de cabañas de madera y parcelas de camping, tanto para caravanas y autocaravanas como para tiendas. Las parcelas son bastante grandes. Nosotros llevamos tienda y con el coche y toda nuestra escampada de trastos nos sobraba mucho espacio. La pendiente es pronunciada y si llevas caravana y no puedes subirla el personal te ayuda con sus vehículos.


Junto a las parcelas se encuentra el bloque de servicios comunes. Los baños estaban súper limpios, algo que personalmente siempre miramos en cualquier alojamiento. También hay zona para fregar los cachorros y una lavandería. Junto a este bloque hay unas barbacoas de uso común. Hay leña de uso gratuito, pero si se necesitan troncos gratis se deben de pagar aparte.

El camping es familiar y muy tranquilo. Está frecuentado por familias, algo que hace que el ambiente sea muy bueno. Se encuentra a 1.200 msnm, en plena sierra, y las vistas son impresionantes. Por la noche al estar en la montaña hace frío. Nosotros estuvimos para el puente del 15 de agosto y por la noche hubo 10°C de mínima. Somos de Benidorm, así que imaginaos la diferencia, algo así como 15°C menos, pero ojo, que fue un gusto poder dormir fresco.


Está muy cerca de Teruel. Para llegar hay que tomar la A-23 que comunica Zaragoza con Teruel y con Sagunto y tomar la salida 100 de Formiche Alto y seguir las indicaciones. Otra de las razones por las que elegimos este camping fue porque tenía una promoción de descuento para Dinopolis, a la que añadimos las entradas gratis que teníamos para los peques. También hay posibilidad de visitar los pueblos cercanos como El Castellar, Rubielos de Mora, etc que están muy chulos.

Las tarifas son muy económicas. Nosotros pagamos 25€ por noche por la parcela, incluyendo ahí todos los gastos. El personal es encantador. Para ser nuestra "primera vez" solo nos arrepentimos de quedarnos dos noches "por si acaso". Vista la reacción de los niños repetiremos experiencia con total seguridad.