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miércoles, 28 de septiembre de 2022

HAY OTRO BENIDORM Y ESTÁ EN LA CALA

La imagen que se suele vender de Benidorm es la de una ciudad bulliciosa y completamente abarrotada. Esto es una verdad a medias. Benidorm tiene la ventaja de que son muchos Benidorm, y que cada viajero que viene a disfrutar de esta ciudad puede encontrar un Benidorm a su medida. Para aquellos que buscan una zona más tranquila, más apacible, hay un lugar perfecto. Vamos a conocer La Cala de Benidorm.

HAY OTRO BENIDORM Y ESTÁ EN LA CALA

La Cala de Benidorm (o simplemente La Cala) combina varias zonas residenciales con edificios dedicados casi en exclusiva a segundas residencias y alquiler vacacional, que se concentran en las primeras líneas de costa. Es un barrio con un montón de servicios para residentes. Gracias a esto tanto las personas que residen durante todo el año como los turistas disfrutan de una gran calidad de vida. Si lo unimos a la tranquilidad que se respira gran parte del año en la zona, entenderéis porque se ha convertido en uno de los lugares preferidos para un gran número de residentes y turistas.

Dónde se encuentra La Cala de Benidorm

Esta parte de Benidorm se encuentra en un extremo de la playa de Poniente, el contrario al centro. Los "límites" de este barrio serían la avenida del Murtal, a partir de la rotonda donde confluyen las avenidas de Juan Pablo II (acceso a la autopista AP-7) y Alcalde Vicente Pérez Devesa (Vía Parque) y el tramo de la avenida de Villajoyosa entre Murtal y la avenida de la Armada Española, donde se encuentra el retén de la sección de Playas de la Policía Local.

HAY OTRO BENIDORM Y ESTÁ EN LA CALA

En el otro extremo limita con el término municipal de Finestrat. Aquí sucede una cosa curiosa, y es que Finestrat también tiene una Cala (sí, en mayúscula). Hace unos 25 años al decir La Cala se entendía que se hablaba de la Cala de Benidorm. Pero se empezó a construir en esta estrecha porción del término municipal de Finestrat. Por lo que se empezó a distinguir entre La Cala de Benidorm, y La Cala de Finestrat. Pero ya hemos dicho que es una franja muy estrecha de tierra, ya que por un tratado de hace unos cuantos siglos el pueblo de Finestrat debía tener salida al mar. Villajoyosa aprovechó el límite de su término municipal con Finestrat para construir. Por lo que ahora hay que distinguir entre La Cala de Benidorm, la de Finestrat y la de Villajoyosa. ¡No hay ni 500 metros de separación entre los tres términos municipales!

La Cala de Benidorm por todo lo alto

Vamos a empezar por todo lo alto. Esto es, por el Tossal de La Cala. Ya os hablamos un poco de este lugar en el post dedicado a los miradores de Benidorm. El Tossal es un peñón de 103 metros de altura. En su parte superior, a la que se puede acceder andando o en vehículo particular, hay un mirador desde el que divisar Benidorm y Finestrat. Además en este lugar se encuentra el primer asentamiento humano (que se sepa) en Benidorm. Ya os contamos en otro post que se ha puesto en valor este yacimiento arqueológico, que en las últimas campañas de excavación que se han realizado ha revelado que se trata de un "castellum", un fortín romano, cuando hasta hace pocos años se pensaba que era un poblado íbero con contacto con colonias griegas. 

Es imposible hablar de La Cala de Benidorm sin nombrar el Gran Hotel Bali. Sería como ir al mar y no mojarse. Poco más podemos decir que no se haya dicho ya: es el hotel más alto de Europa y el segundo rascacielos más alto de la ciudad. Su tremendo volumen contrasta con los edificios de poca altura y los chalets que se encuentran en las primeras líneas de la playa de Poniente. Si deseamos más altos vuelos también en La Cala se encuentra el edificio Intempo, el residencial más alto de España, o de Europa, o...

No se vayan, aún hay más

HAY OTRO BENIDORM Y ESTÁ EN LA CALA

Casi en el límite con el término municipal de Finestrat encontramos la Torre de Morales. Este monumento está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). Aunque ahora la veamos exenta lo más seguro es que estuviera adosada a una casa de campo y que tuviera labores defensivas, los habitantes podrían divisar ataques de piratas y encerrarse en su propiedad y dar cuenta de este ataque a las casas vecinas. Esta tipología de torre es frecuente en la huerta alicantina. Según una inscripción que se encuentra en la propia torre, se construyó en 1777 por orden de un tal Soler. Es por esta razón que el historiador Francisco Amillo dice que debería llamarse torre de Soler y que la torre de Morales sería otra (hoy desaparecida). Según sus investigaciones la torre de Morales estuvo en el término de Finestrat.

Sea como fuere, este elemento patrimonial ha llegado a nuestros días en bastante buen estado. A pesar de todo se tuvo que tapiar ya que había desalmados que "jugaban" a introducir basura a través de sus ventanas.

Probablemente sea el tramo más tranquilo de la playa de Poniente, ni punto de comparación con la playa de Levante. Si queréis una referencia más exacta, entre el Gran Hotel Delfín y el Tossal es el mejor tramo de playa. Además de la tranquilidad tiene una anchura considerable. Esto también es posible porque no hay rascacielos en esta parte de la playa, solo bloques de apartamentos bajos y chalets. Como anécdota, este tramo es en el que se rodó (entre otras producciones) el capítulo de "Cuéntame cómo pasó" en el que la familia Alcántara se va por primera vez de vacaciones...a Benidorm, claro. ¡Me cago en la leche, Merche!

Dónde comer y beber en La Cala de Benidorm

Aunque sea una zona muy tranquila, no significa que La Cala tenga que ser un muermo total. De hecho vamos a encontrar propuestas muy interesantes.

Para comer os recomendamos varios restaurantes. Por una parte el Restaurante Ulía (avenida Vicente Llorca Alós, 15). Esta es una arrocería donde prima la calidad del producto, la elaboración tradicional y la calidad del servicio. Son varias generaciones de una misma familia las que se encargan de este restaurante, cuya matriarca fue Pepa Muñoz, galardonada por el Gobierno de España con la Medalla al Mérito en el Trabajo. Su situación en primera línea de playa es inmejorable.

También en primera línea de playa y muy cerca del anterior encontramos el Restaurante Barranco Playa (avenida Vicente Llorca Alós, 14). Buen producto y buen servicio. Su especialidad son los arroces y los pescados. El comedor está totalmente acristalado, por lo que las vistas mientras se come son excelentes.

Otras opciones para comer o cenar muy recomendables son el Restaurante Casa Guillermo y La Falúa, ambos situados en la calle Santander, 20, justo detrás del Gran Hotel Delfin. Casa Guillermo también forma parte de la familia de Pepa Muñoz, y los dos restaurantes tienen un muy buen servicio y una calidad de cocina excelente.

Si lo que queréis es tomaros una copa o una cerveza en un sitio un poco especial, la recomendación es Massai, en primera línea de playa, junto al Gran Hotel Delfín. Si por el contrario lo que os apetece es un helado, un granizado o una horchata, os sugerimos la Heladería Sirvent, junto al restaurante Barranco Playa. Esta heladería tiene varios establecimientos en todo Benidorm y elabora sus propios productos, un clásico del que ha disfrutado hasta Felipe VI.

HAY OTRO BENIDORM Y ESTÁ EN LA CALA

Como veis, La Cala combina muchos elementos para convertirse en una de las zonas más queridas de Benidorm. El más apreciado es la tranquilidad. Porque si la tranquilidad es lo que más se busca en vuestros viajes y queréis añadirle un poco de aliciente, este es vuestro sitio.

jueves, 8 de abril de 2021

LA VILA JOIOSA, COLOR EN EL PARAISO

Voy a empezar con una confesión. Una confesión dolorosa. Y es que para alguien que se considera de Benidorm, hablar bien de La Vila es muy duro. Entre Benidorm y La Vila hay una cierta rivalidad, algo, por otra parte, bastante típico entre vecinos. Madrid y Barcelona (aunque estrictamente no sean vecinos), Bilbao y San Sebastián o, en el ámbito futbolístico, Sevilla y Betis son ejemplos de estas rivalidades.

La Vila Joiosa (sin entrar mucho en polémicas: Villajoyosa en castellano y La Vila popularmente) es la capital histórica de la comarca de la Marina Baixa. En su momento contaba con un puerto importante, la línea de ferrocarril era Alicante-La Vila, y tenía una incipiente industria. Pero a partir de los años 60, con la pujanza del turismo, Benidorm creció muy por encima de lo que lo hacía La Vila. Económica y mediáticamente Benidorm es la población más importante de la comarca, aunque La Vila siga siendo la capital.

¿Qué podemos hacer y ver en La Vila? Muchas más cosas de las que a priori pudiera parecer. En primer lugar vamos a referirnos a su costa. La Vila tiene excelentes playas y calas, bastante menos masificadas que las de Benidorm. Empezaremos por la playa Centro, la playa que se encuentra justo enfrente de su casco urbano.
 

Evidentemente, por su situación, esta es la playa más visitada de La Vila. Es de arena fina y es muy conocida porque en una parte de su fachada litoral se encuentran esas casas que tienen las fachadas de colores y que se han convertido en el símbolo de La Vila. Tanto que hasta las replican en las rotondas de entrada a la población (o salida, según se mire).

Parece ser que pintar las fachadas de esta manera tan colorida no surgió intencionadamente, si no que comenzó a hacerse con la pintura que sobraba al reparar las embarcaciones fuera de temporada. Casi de rebote esto sirvió para que los marineros de La Vila reconocieran mientras faenaban (que podían ser muchas jornadas fuera de su hogar) su casa desde la lejanía, ya que así se diferenciaba de las otras. También se cuenta que aprovechaban para mandar mensajes cortos a través de trapos de colores concretos en las fachadas (la muerte de alguien, nacimientos, etc.).


Las casas de colores las encontramos en dos lugares, uno, como ya hemos comentado, frente a la playa Centro, en la parte recayente al casco antiguo. El otro lugar está muy cerquita, son las casas colgadas sobre el cauce del río Amadorio, que desemboca, precisamente en un extremo de la playa Centro.


Vamos a volver al tema de las playas y de las calas de La Vila, porque es bastante importante. De norte a sur (más bien de noreste a sudoeste) tenemos la cala del Racó del Conill (famosa por ser naturista, nudista, vamos), cala Fonda, cala del Torres, playa de los Estudiantes, playa Centro, playa de la Mallaeta, playa del Moro, cala Mallaeta (sí, no está repe), playa del Paraíso, playa del Bol Nou, playa de la Caleta y la cala del Xarco. Si nos dan a elegir, nos quedamos con las playas del Paraíso y Bol Nou. En verano, además, habilitan chiringuitos que suelen estar abiertos hasta tarde, ofreciendo conciertos y sesiones de DJs. También hay chiringuitos en las playas del Torres y de los Estudiantes.


La Vila tiene muchas más cosas que no son las playas. Empezaremos por una de las industrias que ha dado fama a esta población. Hablamos del chocolate. Hace un tiempo escribimos un post a raíz de nuestra visita a la fábrica de Chocolates Valor. En esta factoría, además de poder ser testigos del proceso de fabricación de este dulce, se encuentra el Museo Valenciano del Chocolate. En su momento llegaron a haber en La Vila numerosos talleres artesanales que fabricaban chocolate con el cacao que se desembarcaba en el puerto vilero procedente de África. Hoy día sobreviven cuatro fábricas. Además de Valor se puede visitar la fábrica y museo de Chocolates Clavileño y la fábrica artesana de Chocolates Pérez. La última fábrica es Marcos Tonda. No se puede visitar, pero sí es posible comprar en su tienda gourmet.


Otro elemento destacado en La Vila es su patrimonio histórico. Se cree que pudo ser la colonia de Alonis, fundada por los griegos y que posteriormente paso a formar parte de los territorios romanos. Aunque hay autores que no están de acuerdo con esta ubicación, el hecho de haber encontrado numerosos restos de esta época sugiere que Alonis sí que era La Vila. Uno de los monumentos más sorprendentes es la denominada Torre de San José (o de Hércules), junto a la playa del Torres, que en realidad es un monumento funerario.


Otros restos históricos son las murallas y las torres vigías. Fueron levantadas en tiempos de Felipe II (s. XVI) para evitar los ataques berberiscos, bastantes frecuentes en aquella época. Las murallas se encuentran alrededor del casco antiguo. Respecto a las torres son tres las que se encuentran en el término municipal de La Vila. Junto a la cala de la Malladeta se encuentra una de las torres. De planta circular y muy cerca del mar, es una de las más bonitas que se conservan. Además en la senda que lleva hasta la torre encontraremos un santuario ibérico y Villa Giacomina, el antiguo chalet ahora en ruinas del doctor Jose María Esquerdo. Esquerdo fue un importante psiquiatra y político nacido en La Vila, también conocido por tener una importante avenida con su nombre en Madrid. En la Vila lo recuerdan con su nombre en colegios y calles y en la playa Centro hay un busto en su honor.




Un poco más al sur se encuentra la torre del Xarco, junto a la playa del mismo nombre. De planta circular y sobre un impresionante acantilado. La última torre es la del Aguiló, que se encuentra sobre un cerro que mira a la cala de Finestrat. Esta es de planta cuadrada. Hay una senda que recorre la costa vilera hasta llegar hasta este punto, que se puede recorrer tanto andando como en bicicleta de montaña.


En Vila Museu, el museo de La Vila, encontraremos muchos de los que se han localizado en los diferentes yacimientos que se han excavado en el municipio. Se encuentra en pleno centro urbano de La Vila, en la calle Colón 57. Tiene un amplio horario, abriendo a las 10:00 y con horario ininterrumpido en invierno hasta las 19:00 o hasta las 21:30 en verano, pero no cierre al mediodía. Los domingos y festivos cierra siempre a las 14:00. La entrada general cuesta 3€, aunque las familias numerosas disfrutamos de una entrada reducida a 1,5€. Los domingos, además de para los niños hasta 7 años, mayores de 65 años o pensionistas, personas desempleadas y personas con diversidad funcional, la entrada es gratuita.



Dependiente de Vila Museu encontramos la Casa Museo La Barbera dels Aragonés, la antigua residencia de una familia noble de La Vila, que conserva parte del mobiliario original del s. XIX. Se encuentra en el parque de La Barbera, junto a la estación del TRAM de Creueta, apenas a 300 metros de Vila Museu y a unos 600 metros de la fábrica de Chocolates Valor. El parque puede ser un buen lugar para descansar un rato después de tanta visita.

El entorno natural de La Vila también tiene bastante interés. Destaca el pantano del Amadorio, el más cercano al mar de España, a sólo 7 kilómetros del Mediterráneo. En este lugar podéis hacer una bonita excursión. Podéis encontrar más info en el artículo que le dedicamos a este paraje hace ya algún tiempo. 


Ahora ya conocéis un poco mejor La Vila. Es un municipio que tiene bastantes atractivos para toda la familia: playas y calas, un pantano, monumentos romanos, lugares pintorescos, museos… Y eso que no hemos entrado en su cocina típica, mediterránea y marinera. Merece la pena conocerla. Aunque al fin y al cabo todo el mundo sabe que Benidorm es mucho mejor.

lunes, 8 de marzo de 2021

LAS PLAYAS DE TAMARIT

Hace un tiempo, en un post, os contamos que el camping Trillas Platja Tamarit nos encantó. La cantidad de servicios que ofrece, las piscinas, la animación, etc. Pero también que a 60 metros del camping hay dos playas estupendas.

Estas playas son dos, la playa de Tamarit y la cala Jovera. Entre las dos playas se sitúa el castillo de Tamarit, que actualmente es de propiedad privada y no se puede visitar a menos que acudas a uno de los eventos que se realizan, o que vayas a misa en una de las capillas de las que disponen.

EL CASTILLO DE TAMARIT

El castillo de Tamarit está construido sobre un pequeño cabo a orillas del mar. Su historia se remonta al siglo XI, cuando las tropas del rey Jaume I conquistaban los territorios habitados por los musulmanes. Tras la conquista estos territorios pasaron a formar parte del condado de Barcelona. Fue entonces cuando se construyó el castillo, entorno a un núcleo de población.

En el siglo XIV se construyen las murallas que resguardaban, tanto al castillo como a la población, de los ataques de los piratas berberiscos. En esta época el castillo pasó a ser propiedad del arzobispado de Tarragona. Poco después se abandonó tras una epidemia de peste. En el s. XVII se construyó la torre, uno de los elementos más destacados del castillo y se reconstruyó la muralla con intención de volver a poblarlo, sin éxito. En 1916 el arzobispado vende el castillo a un empresario estadounidense que vivía entonces en Cataluña. Hizo una restauración romántica dirigida por el pintor Ramón Casas. Traduzco lo de "restauración romántica": hicieron lo que les parecía, lo que pensaban o creían que algún día fue, sin ningún rigor histórico.


Por suerte Charles Deering, el empresario norteamericano seguía siendo el propietario en 1936 del castillo de Tamarit, ya que eso evitó que un grupo de anarquistas prendiera fuego a la capilla y se perdiera para siempre su valioso retablo barroco. Su posición hizo que a los pies del Castillo de Tamarit el bando republicano construyera uno de los numerosos nidos de ametralladoras bunkerizados que construyeron por toda la costa mediterránea para repeler ataques, especialmente los de la armada de la Italia fascista. También se puede ver el acceso, que además llevaba por un pasillo donde habría otro nido, oculto por utilizar piedras del mismo color. Finalmente en 1992 la familia Deering vendió el castillo al grupo que actualmente lo gestiona y que organiza eventos BBC (bodas, bautizos y comuniones) y conciertos. 

LA CALA JOVERA

Respecto a las playas, vamos a empezar por la cala Jovera. Tiene unos 90 metros de longitud y 20 de anchura. Para llegar hay que hacerlo a pie, pasando junto a la entrada del castillo de Tamarit. Es una cala muy chula y recogida, ideal para ir con niños. Pero descartarla si lleváis carro o con personas con problemas de movilidad, ya que se accede por entre las rocas. No como las cabras, hay una escalera, pero creemos que para algunas personas pueden ser peligrosas.

La cala carece de servicio de socorrismo, por lo que, aunque no hay mucha profundidad en los primeros metros de costa, conviene no perder de vista a los niños. En el extremo sur hay una roca que se adentra en el mar y donde los bañistas se suelen subir. La verdad es que las vistas del litoral son muy chulas, sobre todo de los acantilados que se abren hacia el sur. Para los curiosos, hay restos fósiles de conchas.

El camino que lleva a la cala Jovera continua en paralelo a la costa a través del denominado Camino de Ronda, que llega hasta la playa de la Mora, 1,5 kilómetros más allá. No muy lejos de la cala Jovera se encuentra Jungle Trek, un parque multiaventura que está especialmente pensado para los niños, pero del que también pueden disfrutar los mayores. También junto al camino de ronda se encuentra la torre d'En Segur, una torre vigía construida en el s. XVI, al mismo tiempo que otras en toda la costa mediterránea y la costa atlántica de Andalucía para prevenir los ataques piratas.

LA PLAYA DE TAMARIT

La otra playa es la playa de Tamarit, al norte del castillo. Tiene unos 1.800 metros de longitud por 45 de ancho. Al igual que la cala Jovera, tiene arena fina y dorada. Sí que dispone de servicio de socorrismo. Se puede llegar en coche, pero no desde el castillo de Tamarit, ya que está prohibido el aparcamiento. Pero no mucho más lejos sí que podréis dejar el coche. También se puede llegar en tren o autobús.

Continua por la playa de Altafulla, que aunque tenga distinto nombre es la misma playa. A unos 400 metros del castillo de Tamarit se encuentra la desembocadura del rio Gaià, aunque probablemente lo encontréis seco ya que el pantano que se encuentra unos 11 kilómetros río arriba retiene casi todo el cauce. Hay un intento de dotarlo de un cauce ecológico para que las distintas especies animales y vegetales que viven en y gracias a sus aguas no se pierdan. Hay un sendero que recorre varios kilómetros en paralelo al cauce de este río.

En la parte de Altafulla, junto a la playa, hay una gran cantidad de servicios, como bares, restaurantes, supermercados, etc. dispuestos a lo largo de un tranquilo paseo marítimo. Muy cerca del final de la playa se encontró la denominada "Villa dels Munts", una enorme villa romana que en su momento era lugar de descanso de las élites que vivían en la cercana Tarraco.

A pie de playa se encuentra el Club Marítimo de Altafulla. Aquí se puede alquilar un kayak o una tabla de surf para practicar paddle surf. Ofrecen clases de surf, tanto para adultos como para niños. También ofrecen cursos de vela, con diferentes tipos de embarcación, tanto catamaranes, como Optimist o tablas de windsurf. 

Como veis las playas de Tamarit están llenas de posibilidades para toda la familia. Hay varios campings alrededor de la playa, pero nosotros os recomendamos el Trillas Playa Tamarit, por servicios y precio. Un lugar estupendo para visitar muchas otras cosas que ofrece la provincia de Tarragona. Lo miréis por donde lo miréis, un planazo.

domingo, 28 de febrero de 2021

ALTEA, UNA PERLA EN EL MEDITERRÁNEO

En la costa de Alicante, bañada por el mar Mediterráneo se encuentra la villa de Altea. Una población que ha sido desde hace décadas refugio de bohemios y hippies y que cada año recibe más visitantes dispuestos a dejarse llevar por esas callejuelas repletas de casas pintadas de blanco. 


Aunque a simple vista no lo parezca es una localidad muy turística. Pero es un turismo menos masivo que el de la vecina Benidorm, un turismo más tranquilo. De este modo puede disfrutarse durante todo el año, aunque es en verano cuando esta ciudad está en plena ebullición. 

Podemos dividir el casco urbano de Altea en dos partes: la franja litoral y la parte antigua, que se sitúa en una colina que corona la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, que es la patrona de Altea. La visita la vamos a empezar precisamente por aquí, por todo lo alto. 

El centro histórico


Si vais con vuestro vehículo seguid las indicaciones que desde la carretera N-332 (que atraviesa todo el casco urbano de Altea) indican "poble antic" (pueblo antiguo), Palau Altea o Universidad Miguel Hernández. En la parte más elevada de Altea hay suficiente aparcamiento. Si no siempre podéis acudir en autobús o con el TRAM, que os deja en pleno centro de la ciudad.

Probablemente el haber sido refugio de numerosos artistas que, bien veranearon en Altea, bien residieron temporadas en la ciudad, hizo que la Universidad Miguel Hernández estableciera aquí su facultad de Bellas Artes. Esta universidad que tiene su sede en Elche, cuenta con campus en otras localidades de la provincia de Alicante, como Sant Joan d'Alacant y Orihuela.

Lo más seguro es que desde el aparcamiento desemboquéis en la calle San Miguel, que lleva a la plaza de la Iglesia. Esta es la calle que sale en el 90% de las fotos que veréis de Altea. Nosotros no íbamos a ser menos, por supuesto. Su suelo empedrado, sus paredes encaladas, sus macetas con flores, sus tiendas. Es de esas calles encantadoras por las que nos gustaría pasear a cualquier hora. 


Nuestro destino lo guían las dos cúpulas de la Iglesia del Consuelo, que son el símbolo más reconocido de Altea. Tanto que es su marca. Cubiertas de cerámica vidriada de azul cobalto con decoración geométrica en blanco. La plaza está rodeada de bares y cafeterías donde sus terrazas son invitan a sentarnos y tomar algo. Pero antes vamos a acercarnos a dos de los miradores. En primer lugar a nuestra derecha, donde veremos parte de la bahía de Altea con el puerto y, al fondo, El Albir y la Sierra Helada

Si nos dirigimos justo enfrente de la puerta de la Iglesia y bajamos por las callejuelas hasta llegar a la calle Bonavista (buena vista, en castellano), nos encontraremos con el denominado Mirador Blanco. Desde aquí podremos observar una vista panorámica de la costa alteana, desde el Peñón de Ifach de la vecina Calpe, al noreste, hasta la Sierra Helada. El nombre lo toma de las paredes de las casas que nos rodean. 


El frente litoral de Altea es, precisamente, nuestra próxima parada. Para llegar aquí lo mejor es callejear por el centro de la ciudad. Hay varios puntos interesantes si vamos zigzagueando. La Plaza del Agua, la Plaza de la Cruz, o la avenida Rei Jaume I, una de las más importantes de Altea, ya que tiene muchos servicios y se ubica la Casa Consistorial.  

Las playas y calas de Altea


Altea cuenta con un total de 7 playas y calas. Predominan las piedras, lo que puede ser más o menos incómodo para sus usuarios. De sur a norte, la primera playa que encontramos es la de Cap Blanc (cabo blanco), que se extiende como continuación de la playa del Albir hasta el puerto de Altea. La erosión ha hecho que gran parte de la playa haya desaparecido, amenazando seriamente la carretera litoral que une Altea con El Albir. Queda un buen tramo disfrutable junto al Albir, y otro más pequeño junto al puerto. La playa más conocida de Altea es la de La Rada, que discurre por el tramo urbano, al norte del puerto de Altea. A contianuación hay un tramo sin playa, pero donde se puede disfrutar del paseo marítimo, con sus decenas de bares y restaurantes.

Tras el tramo donde no existe playa, encontramos la playa de l'Espigó(n), la más nueva, conseguida tras la regeneración de esta parte de la costa. El límite entre esta playa y la de Cap Negret (cabo negruzco) es la desembocadura del río Algar, un río corto pero bastante conocido por su nacimiento, las Fuentes del Algar, en la vecina Callosa d'En Sarrià. El color oscuro del afloramiento volcánico en Cap Negret, da nombre a esta playa. 

La desembocadura del río Algar es un sitio muy chulo para visitar con los niños. Principalmente por su interés natural, ya que hay especies de aves marinas que habitan aquí, y de vez en cuando se dejan ver especies que están migrando. Hay una ruta senderista circular que recorre el último tramo de este río. A lo largo del camino hay carteles con indicaciones acerca de la flora y fauna que podemos ver en este lugar. Es una ruta muy facilita, especialmente para los niños. 

Ya fuera del casco urbano de Altea encontramos, además de Cap Negret, la cala del Soio, la playa de l'Olla, denominada así porque enfrente tiene el islote de La Olla, un peñasco en el mar que parece que tiene forma de este utensilio de cocina. En esta playa se dispara el sábado más cercano a la festividad de San Lorenzo (10 de agosto) un espectacular castillo de fuegos artificiales, el Castell de L'Olla, que reúne a miles de espectadores cada año. Fiesta de Interés Turístico Autonómico, si queréis verlo deberéis reservar todo el día, porque no es fácil llegar a última hora.

Junto a la playa de l'Olla se encuentra Villa Gadea, una antigua villa de recreo construida en el s. XIX por Vicente Gadea, que fue rector de la Universidad de Valencia. En los últimos años ha tenido varios usos, desde sede de un Centro Internacional de la Música de la  UNESCO a capilla para la celebración de ceremonias de matrimonio. 

Las últimas playas que encontraremos son la de La Solsida y la del Mascarat. El Mascarat es una de las zonas más peculiares de Altea. Además de la cala es un cañón que separa los términos municipales de Altea y Calpe. Hay varios puentes que salvan esta zona, tanto para el ferrocarril como para la N-332, mientras que la autopista AP-7 lo atraviesa con un túnel. Hay algún puente en desuso que se utilizó para realizar puenting hace años. Por la base del cañón discurre una ruta senderista, no muy larga, que se ha puesto de moda en las últimas semanas (o eso nos parece a tenor de las fotos que vemos en Instagram). La ruta puede alargarse por el cercano Morro de Toix, pero no se recomienda para niños. Dice la leyenda que el curioso nombre de esta zona proviene de un bandolero, "El Mascarat" (el enmascarado) que atacaba en esta zona por su estrechez, ideal para emboscadas. Aquí también encontraremos un puerto deportivo, denominado Puerto Greenwich, ya que el Meridiano 0 pasa por este punto.

Un poco antes, siguiendo la carretera N-332 en dirección a Calpe, tras una de las numerosas curvas de este tramo, nos encontraremos con una de las sorpresas que esconde esta zona. Estamos hablando de la Iglesia Ortodoxa Arcángel San Miguel. Por su aspecto parece que la hayan trasladado desde la mismísima Rusia. Y más o menos es así. El promotor es un empresario ruso afincado en Altea, los materiales se importaron desde Rusia, y fue construida por obreros rusos. 


Solo nos quedaría por conocer una zona de Altea, la denominada Altea la Vella (Altea la Vieja). Es el núcleo de población primitivo de Altea. Separado unos kilómetros del casco urbano, se llega a través de una carretera que a ambos lados tiene huertos de nísperos y limoneros. Es un lugar muy tranquilo. Desde aquí se puede iniciar la ruta circular que recorre la sierra de Bèrnia, que vigila sin cesar a Altea. 

Por último, volviendo al casco histórico de Altea, vamos a citar uno de los restos de lo que pudo ser una importante infraestructura hidráulica. Es el acueducto dels Arcs (los Arcos, vaya, que original) situado en la partida del mismo nombre, a espaldas del Club de Tenis. Solo se conservan tres pilares de sillares irregulares y mortero. Algunos expertos creen que podría haber servido para llevar agua del río Algar a la Villa Romana del Albir, un importante centro económico en esta zona, y que ya vimos en otro post. 

Queda reseñar que en Altea se come muy bien, y sería un pecado no darse una vuelta por cualquiera de sus restaurantes. La especialidad de la zona son los arroces, especialmente los marineros, que cuentan con una magnífica materia prima. Ca Joan, cerca de la playa de L'Olla, el Cantó de Palasiet, o el restaurante del Club Náutico, son buenos ejemplos. Si buscáis una cocina más vanguardista, cerca de la iglesia del Consuelo está Oustau. Por otro lado, en la calle San Miguel se encuentra la pastelería De Sabors, donde trabajan con chocolate belga y mantequilla traída directamente de Francia. 

Como veis Altea merece una visita. Ya sea para pasar el día, o una temporada, ofrece un montón de recursos para toda la familia. Además cuenta con numerosas opciones muy cerca, tanto en el vecino Benidorm, como en El Albir, Calpe o Callosa d'En Sarrià. Durante todo el año es un destino perfecto para aquellos viajeros que busquen tranquilidad. ¿No os parece? Pues será mejor que no os lo perdáis.

viernes, 29 de mayo de 2020

UN DÍA NON STOP EN BENIDORM

Benidorm tiene el "honor" de cargar en sus hombros numerosos prejuicios. El más recurrente es que es un destino para jubilados. En parte es verdad, en temporada baja son muchos los hoteles que permanecen abiertos gracias al denominado "turismo senior", contribuyendo a que se mantengan miles de puestos de trabajo durante casi todo el año. Podéis imaginaros la catástrofe laboral que ha supuesto para muchas familias esta pandemia. Por eso os ofrecemos un plan de un día para venir a nuestra ciudad, la mejor para ir de vacaciones con la familia.


A lo largo de muchos años me he encontrado numerosos detractores de lo que se ha llamado "modelo Benidorm" pero la mayoría lo hacían desde el desconocimiento. Entiendo que haya gente a la que no le guste venir de vacaciones a Benidorm, puesto que en temporada alta hay una gran afluencia de gente (ojo, algo común a casi toda la costa española). Hay a quien no le gusta la construcción en altura (los rascacielos). No queremos extenderme mucho en esto, no es el tema de este blog ni de este artículo, y nosotros que vivimos aquí tenemos otra visión en muchos aspectos.

En honor a la verdad Benidorm es mucho más que abuelitos paseando y guiris achicharrándose al sol con las barrigas llenas de cerveza. Algo debe de tener cuando hace unos días el Gobierno anunció que en verano podríamos viajar, el destino más solicitado en Destinia fue Benidorm. Por eso hemos planificado un día a tope donde no va a haber (casi) tiempo para descansar, para que en cuanto podáis venir disfrutéis mucho de nuestra ciudad.


- Toque de diana, nos ponemos en pie. Duchados y vestidos, vamos a desayunar. Pero no un café con leche y un bollo, no. Vamos a coger fuerzas de verdad. Para eso lo mejor es un buen desayuno inglés. Ya sabéis, salchichas, bacon, huevos, judías con tomate, tostadas, tomates y una taza de té (o café si lo preferís). Hay varios lugares para degustarlo, pero nos decantamos por la "zona guiri", es decir, la zona en la playa de Levante más frecuentada por británicos. En la calle Gerona y la calle Londres tenéis varios locales (The Yorkshire Pride, John and Joseph's, The Drop Inn) muy recomendables.


- Como suponemos que no estáis acostumbrados a semejante atracón tan temprano, lo mejor será que lo bajemos. Para eso vamos a dar un paseo por el Parque Natural de Serra Gelada. Esta sierra se encuentra junto al mar, y es una de las culpables del microclima que disfruta Benidorm. Compartido por los municipios de Benidorm, Alfàs del Pi y Altea, aquí podemos observar fauna y flora típicamente mediterránea (ya os hablamos un poco en el post dedicado al Faro del Albir) . Nos dirigiremos junto a la Cala del Ti Ximo, una pequeña cala con una fantástica y tranquila playa de rocas. Desde este punto no se puede acceder con ningún vehículo a motor, a excepción de bicicletas, así que poneos calzado deportivo, y llevad agua. El paseo acaba en la Punta del Cavall (Punta del Caballo) donde hay una torre vigía que hace poco ha sido sometida a un proceso de consolidación. Disfrutad de las vistas de los acantilados, son espectaculares.  La visita la podemos completar subiendo (hay acceso en coche) a La Cruz, una de las cimas de Sierra Helada denominada así por la gran cruz que se instaló en 1961 (sustituida unos años más tarde) para expiar los pecados de la impía ciudad. Desde aquí se puede divisar una vista de toda la bahía.


- Nos hemos ganado el derecho a tomar algo, que no solo de vistas vive el ser humano. Si queréis tomar una cerveza, tenéis numerosas opciones. En el mismo Rincón de Loix os recomendamos El Capricho (Av. Ametlla del Mar), o más en el centro de la ciudad La Cofradía (C/ Gardenias) o Angelillo (Av. Jaime I). Benidorm cuenta con excelentes bares, muchos de ellos ya se han sumado al caña-tapa, con más o menos éxito.

- Ya es la hora de comer. Para ello nada mejor que un buen arroz. Nuestra opción favorita es el Restaurante Ulía, en la Avenida Vicente Llorca Alós, en La Cala. Además de comer un arroz excelente tiene unas vistas magníficas de la playa de Poniente desde primera línea. Podéis optar tanto por un arroz marinero (a banda, o del senyoret) como por una paella de carne.


- Un rato de relax en la playa. Ahora sí. Benidorm tiene cerca de 8 kilómetros de arenales para disfrutar. Si os gusta el gentío la playa de Levante es vuestro lugar. Si queréis un poco de calma acercaos a la playa de Poniente, en la zona de la Cala. Con los niños os recomendamos también la cala de Mal Pas, junto al puerto.


- Tras haber estado en la playa, nos hemos duchado y nos hemos puestos guapos, que viene la noche y hay que lucirse un poco. Daremos un paseo por la avenida del Mediterráneo. Esta es la arteria principal de Benidorm que une el centro con el Rincón de Loix. En sus casi 2 km. encontramos infinidad de bares y tiendas, incluso un casino. Si vais con niños os recomendamos parar un rato en la bolera o Festilandia, un pequeño parque de atracciones.


- ¿Os apetece ver la puesta de sol desde la Plaza del Castillo? Ésta se encuentra sobre el cabo Canfali que divide en dos la bahía de Benidorm. Por unas escaleras se accede al celebérrimo Mirador del Mediterráneo. Desde aquí podemos callejear por el casco histórico donde se encuentra, por ejemplo, la Iglesia de San Jaime y Santa Ana, donde en una de las capillas se encuentra la Virgen del Sufragio, patrona de la ciudad.


- Hora de cenar. Os proponemos una "sena de picogteo" a base de pintxos y tapas en la calle Santo Domingo, o como se le conoce popularmente, la "de los vascos". En esta calle, y las contiguas, encontramos un buen numero de establecimientos que nos trasladarán al mismo País Vasco. En el mes de junio se suele celebrar el Concurso de Tapas y Pinchos, donde una veintena de establecimientos de toda la ciudad demuestra su talento e imaginación en estos pequeños bocados.


- Si vamos con niños probablemente será hora de volver a nuestro alojamiento para descansar (el día ha dado para mucho), pero también queda opción para que los padres vayan un poco de marcha. Si queréis un plan tranquilo en la calle Alameda (muy cerca de la calle Santo Domingo) hay varios locales especializados en preparar gin tonics premium. Si queremos algo más movido os recomendamos los disco-pubs que hay en la playa de Levante, y si queremos darlo todo recurriremos a las discotecas "guiris" donde podremos bailar hasta que salga el sol.

¿Un día completo? Pues ni siquiera hemos pisado los dos parques acuáticos (Aqualandia y Aqua Natura), los dos parques de animales (Terra Natura y Mundomar) y el parque temático Terra Mítica. Y si tenéis ganas de más los municipios de alrededor como Altea, La Vila Joiosa, Polop, Castell de Guadalest, os ofrecen una completa oferta complementaria.


El sociólogo Mario Gaviria comparaba a Benidorm con la Coca Cola. Dice que sería como una botella de dos litros del refresco. A todos les gusta, se puede combinar y es barata. A mi me gusta tomar esa comparación y decir que, además, tiene numerosos formatos adaptados a los gustos y necesidades de cada consumidor: botella, lata, un vaso.... Sea como sea, os esperamos.

jueves, 7 de junio de 2018

8 RECOMENDACIONES PARA DISFRUTAR DEL CABO DE GATA

¿Es posible que la zona de España que registra el menor número de precipitaciones anuales sea un paraíso? Sí, y además un sí rotundo. El Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería, es un paraíso y no solo por sus magníficas playas.


Situado en el sudeste de la costa almeriense, el Parque Natural de Cabo de Gata es una zona de altísimo valor ecológico. Su inscripción como Parque Natural a finales de 1987 se debe a su riqueza geológica, ecológica, histórica, antropológica y paisajística. La vegetación semidesértica (fundamentalmente matorral) se funde con paisajes volcánicos que dan paso a playas inmensas. No en vano abarca 63 de km de litoral. 


Estas características tan singulares hace que el Cabo de Gata sea un destino muy reputado. Es un lugar muy tranquilo, ideal para familias, con múltiples posibilidades de ocio. Es muy apreciado por los amantes del campismo y el autocaravanismo, llegando a concentrarse numerosas AC en varios enclaves del parque (generalmente cerca de la costa). Como curiosidad, en la Cala San Pedro, una de las más inaccesibles, vive una de las últimas colonias hippies que aún perviven en nuestro país.


Os recomendamos que no os perdáis:

La Isleta del Moro: Una playa de fácil acceso, tiene una zona de aparcamiento muy cerca. La arena es de origen volcánico. Las vistas están muy chulas, con acantilados de origen volcánico. Es muy tranquila para ir con los niños. Su elemento más distintivo es una gran roca en mitad de la playa que recibe el nombre de peñón blanco.


Playazo de Rodalquilar: Una de las mejores playas del Cabo de Gata. Una inmensa playa de arena fina y blanca. En el agua la profundidad va aumentada poco a poco, por lo que es bastante segura. Cuando estuvimos había una plaga de medusas, y ante la duda de si eran muy venenosas o no, preferimos no arriesgar y se fastidió el baño. Para llegar os recomendamos ir con vuestro vehículo, ya que hay bastante distancia desde cualquier punto de civilización. En verano hay controladores para que no se masifique (cobrando por aparcar), algo que permite disfrutar todavía más del día. En el extremo norte se encuentra el Castillo de San Ramón, un fuerte defensivo construido sobre una duna fósil. La carretera de acceso es muy chula y recuerda a algunas películas (cerca de Rodalquilar se rodaron escenas de Indiana Jones y la Última Cruzada). También podemos desviarnos un poco hasta visitar las minas de unas antiguas minas. También cerca de Rodalquilar se encuentra el Cortijo del Fraile, un antiguo monasterio dominico que pasó a manos privadas tras la desamortización de 1836, donde un asesinato cometido en 1928 inspiró a Federico García Lorca para escribir Bodas de Sangre.



Playa de los Escullos: Una playa bastante grande, de arena fina y dorada. Muy cerca de varios campings, por lo que hay muy buen ambiente. En el extremo derecho se encuentra el Castillo de San Felipe con su peculiar balcón redondo. Geológicamente se pueden divisar formaciones rocosas bastante curiosas y una duna fósil. 


Playa de Mónsul: Una de las más famosas de todo el Parque Natural de Cabo de Gata. Se accede por una carretera de tierra sin asfaltar que parece que no va a terminar nunca. Allí hay un aparcamiento que no es muy grande. La alternativa es llegar con el autobús que varias veces al día acude a la Mónsul desde San José. La arena oscura delata el origen volcánico de esta zona. A la izquierda una inmensa duna de arena nos recibe. Por un camino entre piteras llegamos a una cala acotada por acantilados y una inmensa roca de forma curva que es uno de los mayores atractivos, ya que apareció en Indiana Jones y la Última Cruzada, cuando Indy y el Sr. Jones (su padre, interpretado por Sean Connery) huyen de los nazis y el Sr. Jones espanta unas gaviotas con su paraguas consiguiendo que se estrellen los aviones que les persiguen. Nuestra playa favorita, 150% recomendada.

Mirador de La Amatista: De camino hacia Rodalquilar por la carretera AL-4200 que atraviesa el Parque Natural del Cabo de Gata encontramos este mirador desde el que se ven unas impresionantes vistas. No os lo podéis perder. Aquí también se encuentra un Centro de Interpretación donde podréis conseguir bastante información sobre actividades.



Faro de Cabo de Gata y arrecife de las Sirenas: Una de las vistas más conocidas del Cabo de Gata es su faro. Junto a él se encuentra el conocido como arrecife de las Sirenas. Su nombre no procede de las singulares rocas que asoman del agua (antiguas chimeneas volcánicas), si no porque hace tiempo habitaban focas monje y los marineros “las confundían” desde los barcos con los seres mitológicos. La carretera de acceso circula paralela a una inmensa y preciosa playa y a un pueblecito con una antigua explotación salinera, que parece parado en el tiempo. No es raro ver flamencos y otras aves acuáticas en las aguas de las salinas. Si vais desde San José podréis ver antes de llegar a las salinas parte de una pista de pruebas de la multinacional francesa Michelin. El faro de Cabo de Gata es una visita muy recomendada, ya que todo el conjunto es muy evocador y realmente nos gustó mucho.

San José: La población más turística de la zona, es una pedanía de Níjar. Cuenta con gran cantidad de servicios, hoteles, apartamentos, puerto deportivo, etc. Si buscáis la tranquilidad que proporciona el Cabo de Gata no es vuestro lugar, aunque siempre puede ser el “campo base” y moveros, a partir de aquí, buscando las distintas playas. 

Níjar: El núcleo principal de población. Su casco histórico está formado por casitas bajas pintadas de blanco. Es interesante visitar la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, del siglo XVI, la plaza del Mercado y el barrio de la Atalaya, de origen árabe.



¿Os habéis quedado con ganas de más? ¡¡¡De verdad que sois insaciables!!! jeje. El Cabo de Gata es un excelente destino en cualquier época del año, aunque quizás en verano aumenta su interés por poder exprimir las playas y practicar deportes náuticos como la vela o el submarinismo. Una vez lo conozcáis os pasará como a nosotros, querréis volver y seguir descubriendo este paraíso.