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domingo, 18 de julio de 2021

DISFRUTAMOS DE LOS JARDINES DEL REAL (O DE VIVEROS) DE VALENCIA

Si realizáis una encuesta entre los valencianos acerca de cual es su rincón favorito de la ciudad, estoy convencido que en un porcentaje mayoritario la respuesta ganadora sería los Jardines de Viveros. Y es que este lugar está grabado en la memoria colectiva de Valencia. El nombre oficial de este parque es Jardines del Real, aunque su nombre popular, Jardines de Viveros, es prácticamente unánime. De hecho muchas veces ambos nombres figuran juntos, para ayudar a identificarlos. 

DISFRUTAMOS DE LOS JARDINES DEL REAL (O DE VIVEROS) DE VALENCIA

Los Jardines de Viveros destacan por varios aspectos. El primero por el natural y ambiental, ya que hay muchísimas especies vegetales, destacando varias especies de árboles y flores, que forman espectaculares espacios. También por su historia, que se remonta varios siglos atrás. También por las obras artísticas que se encuentran en estos jardines y que en muchos casos se trasladaron de otras partes de la ciudad. Por último, pero no menos importante, porque es un lugar de reunión donde se celebran numerosos actos y eventos, y porque su paz y tranquilidad incitan a disfrutar de algo de calma en el corazón de la ciudad.

Un poco de historia

En 1903 este parque fue donado al Ayuntamiento de Valencia, que lo utilizó como vivero de árboles, destinados a otros lugares de la ciudad. De ahí procede su nombre popular. Unos cuantos años después, concretamente en 1912, se abrió al público como jardines para disfrute de la población.

El apellido “Del Real” viene de que en este lugar estuvo hasta el s. XIX el Palacio Real, levantado en el s.XI por los musulmanes y que sirvió de residencia de monarcas durante varios siglos. En 1812, durante la invasión de las tropas napoleónicas fue derribado para que no se atrincheraran aquí los soldados franceses. Como tantas veces, el remedio fue peor que la enfermedad, y aquellos franceses utilizaron las ruinas y cascotes para conseguir una mejor parábola en sus cañones y para que los proyectiles llegaran más lejos. Sí, un facepalm de libro.

Hace unos años el Palacio Real vivió un revival. En primer lugar, en 2004 se localizaron unos planos y alzados del palacio en un archivo de París. Se realizaron en 1810, un par de años antes del derribo. En 2006 se exhibieron los planos en Valencia. En 2009 se inició una excavación que dejó a la vista algunos restos que hoy en día se pueden visitar: un foso, el arranque de una torre, etc. Por desgracia la zona está bastante descuidada para tratarse de un edificio que fue tan emblemático. Por cierto, la “montaña” que hay justo detrás de la excavación de 2009 está formada por los restos amontonados del Palacio Real. 

El patrimonio vegetal de los Jardines del Real (Viveros)

DISFRUTAMOS DE LOS JARDINES DEL REAL (O DE VIVEROS) DE VALENCIA

Como corresponde a unos jardines es impresionante la colección de plantas y árboles que se alojan en sus más 180.000 metros cuadrados. 2769 ejemplares de 167 especies distintas. Entre los árboles destacan las palmeras, en especial las de la especie Phoenix dactylifera y Washingtonia filifera. Son utilizadas para enmarcar algunos de los paseos más importantes en Viveros y en su mayoría están incluidas en el catálogo de Árboles Monumentales de la Comunidad Valenciana, tanto por su tamaño como por su longevidad. En el mismo Catálogo se incluyen un par de ficus verdaderamente excepcionales que están en la parte norte de los jardines. Otro árbol que destaca es un Podocarpus macrophyllus, un árbol originario de Japón que se conoce con el nombre de kusumaki y que se encuentra junto a la Alquería de Canet. 

Una mención especial merece la rosaleda, un espacio de algo más de 7.000 metros cuadrados con una gran fuente central. En mayo estalla en color con las miles de rosas de diferentes especies que florecen. El espectáculo es inigualable.

Junto a la rosaleda se encontraba el antiguo zoo de Valencia, que en 2007 cerró, tras más de 40 años en funcionamiento. Un cierre afortunado, ya que las condiciones no eran las idóneas para los animales que allí se alojaban. En este espacio, ahora, se ubica un parque infantil y una biblioteca.

Otras especies florales y vegetales que podemos encontrar son begonias, cactus (también chumberas o nopales), claveles, azaleas o rododendros, helechos, colocasias o mauritanicas. En cuanto a árboles en Viveros también hay cipreses, cocos, dracenas o agaves, plátanos americanos, o árboles del amor, entre otras especies.

Un poco de arte

DISFRUTAMOS DE LOS JARDINES DEL REAL (O DE VIVEROS) DE VALENCIA

En toda la superficie de los Jardines del Real se puede disfrutar de unas cuantas obras artísticas. Podemos dividirlas en dos grupos. Por una parte esculturas, por lo general bustos que rinden homenaje a varias personalidades valencianas. Una de las más curiosas es la que se está dedicada a Walt Disney, con un pato Donald de cerámica un poco kitsch. Fue financiada a través de donativos de niños que recogieron en los parques de Valencia. Tienen un lugar destacado dos esculturas que fueron realizadas por dos de los escultores valencianos contemporáneos más importantes: Andreu Alfaro y Miquel Navarro.

Por otra parte encontramos elementos arquitectónicos que estaban en varios puntos de la ciudad y que se desplazaron aquí. Suelen ser portadas de palacios que se derribaron tras entrar en ruina (o por otros motivos más crematísticos), pero también hay fuentes ornamentales.  

Eventos en Viveros
DISFRUTAMOS DE LOS JARDINES DEL REAL (O DE VIVEROS) DE VALENCIA

Al inicio de este post hemos comentado que en Viveros se realizan varios eventos. Muchos tienen su espacio en la explanada que hay en la zona central. Aquí se celebran conciertos durante las fiestas de las Fallas y también durante la Feria de Julio, que era una de las celebraciones más importantes en Valencia hace unas décadas. Después de un tiempo en el que se perdió un cierto interés, se está recuperando esta tradicional Feria de Julio.

Por otra parte también cabe destacar que en Viveros se celebra tradicionalmente la Feria del Libro. Durante varias semanas se  suceden las presentaciones de libros, los encuentros y, por supuesto, la venta y la firma en las diferentes casetas. Un escenario excepcional. 

Otros espacios de interés

En el interior de los Jardines del Real se encuentran dos espacios bastante importantes y curiosos. En primer lugar nos referiremos al parque infantil de educación vial. Este lugar simula varias calles, con sus pasos de peatones, señales de tráfico, semáforos, señalización horizontal, etc.  No hay más tráfico que el de los niños, con sus bicis o patinetes. Una manera fantástica de enseñarles las normas básicas de circulación. Se puede utilizar de manera individual, aunque si queremos acudir con monitores (solo para grupos escolares) se debe concertar cita.


Otro lugar muy interesante es el Museo de Ciencias Naturales. No vamos a enrollarnos demasiado porque ya hemos hablado de este magnífico museo en un par de ocasiones, al menos. Destaca su colección de fósiles procedentes de Sudamérica, y los restos de dinosaurios localizados en yacimientos paleontológicos de la Comunidad Valenciana.

Y aunque no está en el interior de los jardines de Viveros, es justo destacar también el Museo de Bellas Artes San Pío V. Se encuentra anexo, así que no tenemos excusa para no visitarlo.   

DISFRUTAMOS DE LOS JARDINES DEL REAL (O DE VIVEROS) DE VALENCIA

Por último, no puedo dejar pasar dos lugares muy emblemáticos, sobre todo para los niños. Uno es la pajarera, una enorme jaula con varias especies de aves, que fue construida en 1933. Otro es el estanque donde viven unos cuantos patos y cisnes. Un lugar que a los niños les gusta mucho. También destacar la Alquería de Canet, una casa típica valenciana que se conserva en su estado original. Junto a esta alquería hay un kiosco.

Si todo esto os parece poco, muy cerca tenéis un montón de lugares interesantes que visitar. Apenas a unos metros se encuentra el Jardín del Turia, sobre el antiguo cauce del río Turia. También a muy pocos metros se encuentran los Jardines de Monforte, otro de los jardines imprescindibles de Valencia. Y cruzando el puente del Real llegamos al centro histórico de Valencia. Mucho y muy cerca.

El horario de apertura de los Jardines del Real es de 7:30 a 21:30, excepto de lunes a viernes en invierno, que cierra una hora antes, a las 20:30. Por supuesto, la entrada es completamente gratuita.

Por todos estos motivos, visitar los Jardines del Real aka. Jardines de Viveros es casi una obligación cuando se está en Valencia. Ofrece mucho, muchísimo, y nunca defrauda. Un lugar muy especial. Estamos convencidos que en cuanto lo conozcáis os cautivará como a nosotros. Y repetiréis. 

viernes, 18 de octubre de 2019

UN PASEO PARA CONOCER EL PARQUE CENTRAL DE VALENCIA

En la primera mitad del s. XIX un nuevo medio de transporte irrumpió para cambiar la forma en la que se viajaba y, ya que estábamos, se encargó de transformar las ciudades. El ferrocarril acercó distancias y sus raíles abrieron nuevos horizontes. Se crearon edificios (en algunos casos maravillosos) para que los pasajeros subieran y bajaran de los trenes y para otras actividades necesarias en la actividad ferroviaria. Pero cuando las ciudades empezaron a crecer el ferrocarril creó brechas.



Valencia no fue una excepción a esta historia. El tren llegó en 1851 y desde entonces fue parte fundamental de la ciudad. No en vano la Estación del Norte (aún en activo desde su inauguración en 1917) es uno de los edificios más representativos y bonitos de la ciudad. Con la mejora de las técnicas constructivas, que realizan túneles pasantes atravesando bajo tierra las poblaciones, y el traslado de talleres y almacenes a las actuales periferias, las zonas antes ocupadas por las vías han quedado sin uso.



En este sentido, en Valencia, se está llevando a cabo una importante transformación urbanística que va a permitir en los próximos años recuperar un espacio público para que la ciudadanía disfrute, y que donde antes existía una brecha ahora haya nuevas conexiones.



El Parque Central es el último parque que se ha abierto en Valencia, a finales de 2018, junto a las calles Filipinas, la plaza de Manuel Sanchis Guarner y el paso elevado de la Avenida de Giorgeta, al oeste del barrio de Ruzafa. Ocupa una superficie triangular que hasta hace muy poco ocupaban las instalaciones de servicios ferroviarios (talleres, almacenes, vías) que poco a poco se han trasladado o concentrando junto a las cercanas estaciones del Norte y Joaquín Sorolla.



Precisamente los antiguos edificios ferroviarios, muchos ideados por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes, autor de la Estación del Norte de Valencia, y sus homónimas en Madrid (Príncipe Pío) y Barcelona, salpican este parque y se reutilizarán para equipar al barrio con diversos usos sociales, culturales y deportivos. El progresivo soterramiento de las vías ampliará la superficie del parque y transformará profundamente esta parte de la ciudad.


Uno de los grandes protagonistas de este parque es el agua, que aparece en numerosos puntos de este parque, con la idea inspirada por el poema de Ausiàs March “Aigua plena de seny" (agua llena de sensatez). Por una parque en estanques que rinden homenaje a líneas de tren que a lo largo del tiempo han ido desapareciendo, pero también circula por canales a modo de acequias (un elemento muy importante en Valencia) y en fuentes donde, a pesar de la prohibición de baño, se usan para mitigar los calores.


Pero siendo un parque los elementos vegetales también tienen una importante presencia. Se dividen en tres tipos de jardines, por una parte el Jardín de la Huerta, donde abundan plantas aromáticas y árboles frutales; por otra el Jardín Romántico, donde toma preeminencia el diseño y la función ornamental de la planta; por último el Jardín de las Flores, con un buen número de distintas clases de flores.



Si solo fuera un parque con fuentes y vegetación sería un poco aburrido, pero esto no ocurre aquí ya que cuenta con una zona de juegos infantiles y dos amplias praderas, una con dos rocódromos y otra donde se permite que haya perros. Un espacio en el que puede disfrutar toda la familia.




El Parque Central además de ser un espacio magnífico para el esparcimiento narra la historia del ferrocarril, un transporte que nos encanta a los románticos y que después de un declive ha resurgido por su sostenibilidad y rapidez frente al transporte por carretera o el avión. Diseñado por la paisajista estadounidense Kathryn Gustafson, que ganó un concurso internacional, seguro que os gustará tanto como a nosotros.

jueves, 8 de agosto de 2019

LOS 5 MEJORES PARQUES Y JARDINES DE VALENCIA CON NIÑOS

Como dice el pasodoble, y todos sabemos, Valencia es la tierra de las flores, de la luz y del amor. Quizá por eso en Valencia podemos encontrar un buen número de parques y jardines que merecen mucho la pena, tanto para pasear con la familia como para pasar un buen rato en ellos. Por eso vamos a hacer un ranking en este artículo con los 5 parques y jardines de Valencia que, en nuestra opinión, son los mejores para visitarlos con niños:

 
5- Jardines de Monforte: se trata de uno de los jardines neoclásicos mas importantes de España. Un pequeño paraíso situado entre edificios en mitad de la ciudad, concretamente en la calle Monforte, muy cerca del punto donde confluye la Alameda con el Puente del Realjunto a los Jardines del mismo nombre.


Cuenta con tres partes diferenciadas, una junto a la entrada con una elegante disposición arquitecturizada, otra parte con una disposición más libre o informal, y por último una tercera parte con una montaña (elemento romántico por excelencia) y un estanque. Su cuidada estética y la mezcla junto a fuentes y numerosas esculturas de estilo clásico, lo convierten en el jardín más bello de la ciudad. Además cuenta con una sorpresa, dos leones en mármol que fueron desechados, por pequeños, para la escalinata del Congreso de los Diputados.



4- Parque de Cabecera: Está situado al oeste de la ciudad, lindando con el término municipal de Mislata, junto a la Avenida de Pío Baroja. Se aprovechó para regenerar una zona de la ciudad bastante degradada. Su nombre proviene de que está en la cabecera del río Turia a su paso por Valencia, aunque su cauce fue desviado. Enlaza directamente con el Jardín del Turia, por lo que suele servir de continuación para los recorridos de runners y ciclistas urbanos.


Tiene un gran lago central por el que podemos navegar alquilando una barca de remos o un patín en forma de cisne. Alrededor de éste se sitúa el bosque mediterráneo, la colina-mirador, un auditorio al aire libre, la cafetería y unos juegos infantiles muy chulos. Además es la puerta de entrada al Bioparc, el parque zoológico de Valencia.



3- Parque Central: Es el último parque que se ha abierto en Valencia, junto a las calles Filipinas, la plaza de Manuel Sanchis Guarner y el paso elevado de la Avenida de Giorgeta, al oeste del barrio de Ruzafa. Ocupa una superficie triangular que hasta hace muy poco ocupaban instalaciones de servicios ferroviarios (talleres, almacenes, vías) que se han ido trasladando o concentrando junto a las cercanas estaciones del Norte y Joaquín Sorolla. Precisamente los antiguos edificios ferroviarios, muchos diseñados por el arquitecto valenciano Demetrio Ribes (autor de la Estación del Norte), salpican este parque y se reutilizarán para diversos usos sociales, culturales y deportivos. El progresivo soterramiento de las vías ampliará la superficie del parque y transformará profundamente esta parte de la ciudad.

Uno de los grandes protagonistas de este parque es el agua, que aparece en numerosos puntos y que un poema de Ausiàs March “Aigua plena de seny" (agua llena de sensatez) ha inspirado para su uso. Además de jardines diferenciados de distintos tipos de especies, cuenta con una zona de juegos infantiles y dos amplias praderas, una con dos rocódromos y otra donde se permite que haya perros.


2- Jardines del Real (Viveros): El parque más querido por los valencianos, algo así como el Retiro para los madrileños. Su nombre, jardines del Real viene dado porque aquí se situaba el Palacio Real, que se derribó en el curso de la Guerra de la Independencia de 1812 y que se quería recuperar en excavaciones arqueológicas. Aunque en Valencia todo el mundo conoce a estos jardines como Viveros.


Cuenta con amplios paseos (en uno de ellos se instala en primavera la Feria del Libro), espacios de gran riqueza botánica como la Rosaleda, o un parque infantil de Educación Vial, con sus semáforos, sus pasos de peatones, sus señales... Tanto en Fallas como en la Feria de Julio se celebran conciertos en una de sus explanadas. En su interior se sitúa el Museo de Ciencias Naturales y colinda con el Museo de Bellas Artes, todo un abanico de posibilidades.



1- Jardín del Turia: en octubre de 1955 el río Turia se salió a su paso por la ciudad de Valencia provocando unas catastróficas riadas. Pasada la tragedia se decidió realizar una obra de ingeniería que cambiara el curso del río para sacarlo fuera del núcleo urbano de la ciudad y así evitar en un futuro nuevas avalanchas que provocarán unos daños tan grandes, cosa que ocurría cíclicamente. Una vez se desvió el cauce del río se quiso dotar de uso al viejo cauce. Fruto de la presión vecinal y ciudadana hoy podemos disfrutar de una de las zonas verdes urbanas más grandes de toda España, ya que en un principio se quiso construir una autopista de varios carriles que atravesará Valencia de punta a punta.


El Jardín del Turia no es solo el gran pulmón verde de la ciudad, una infraestructura envidiada en muchos lugares. En sus cerca de 7 kilómetros combina tramos de bosque mediterráneo con equipamientos deportivos, elementos de ocio y patrimonio histórico. Entre los 19 puentes que lo cruzan algunos, como el de Serranos o el del Real, son del s. XV. Y qué decir del Palau de la Música, el Parque Gulliver o la Ciudad de las Artes y las Ciencias, situado en uno de los tramos finales, solo por uno de estos edificios ya merece la pena visitar Valencia.



Como habéis comprobado, visitar estos parques y jardines es mucho más por la mezcla de elementos que conviven en estos espacios. Una opción fantástica para las familias, ya que combinan deportes, historia, cultura, diversión, ofreciendo una oferta muy variada, sin apenas coste. No dejéis de visitar y disfrutar estos parques y jardines, no os arrepentiréis.

jueves, 23 de noviembre de 2017

NUESTRO CENTRAL PARK: EL PARQUE DEL RETIRO DE MADRID


Voy a empezar corrigiendome e intentando superar ese complejo un poco catetillo de tener en consideración más un lugar de otro país antes que del nuestro, porque hablando con propiedad deberíamos decir que Central Park es el Retiro de Nueva York y no al revés, ya que el parque madrileño es algo más de dos siglos más antiguo que el jardín de Manhattan, eso sí, el americano triplica en tamaño al Buen Retiro.

Dejémonos ya de comparaciones y vayamos al tema. El parque del Retiro se encuentra en pleno centro de la capital de España. Flanqueado por las calles de Alcalá, O'Donnell, Poeta Esteban Villegas, Alfonso XII y la Avenida de Menéndez Pelayo, en sus aproximadamente 120 hectáreas encontramos no sólo elementos vegetales, como es habitual en un jardín (hay unos 19.000 árboles de más de 160 especies diferentes), si no también elementos artísticos y arquitectónicos, algunos de ellos muy destacables.

Su historia se inicia en el s. XVII, durante el reinado de Felipe IV, cuando por orden del valido del monarca, el (celebérrimo) Conde-Duque de Olivares, se dispone que se ejecuten unos jardines para el Palacio del Buen Retiro (de ahí su nombre), un espacio para el descanso y el ocio de la Corona. De esta época se conserva el Casón del Buen Retiro, un edificio que nació como salón de baile, y que siendo subsede del Museo del Prado acogió el "Guernica" de Picasso en su retorno a España en 1981. 

En 1767 se autoriza su uso como parque urbano por orden de Carlos III y en 1868 pasa a titularidad del Ayuntamiento de Madrid. Aunque conserva elementos anteriores al s. XIX, la mayoría del parque es posterior, puesto que quedó muy dañado tras la Guerra de Independencia en 1808 contra el ejército napoleónico. 

El parque del (Buen) Retiro es un oasis en medio del bullicio de la capital y nos permite descansar y disfrutarlo a partes iguales. Podemos recorrerlo durante un rato, aunque si queremos descubrirlo en su totalidad podemos emplear un día entero sin ningún problema. La multitud de espacios hace que toda la familia tenga un lugar preferido. Como opción de visita es magnífica y, como no puede ser de otra manera, la entrada es gratuita.
Probablemente el elemento más conocido del parque del Retiro sea el Estanque Mayor. Cuenta con poco más de 33.000 m2 y fue construido en el s. XVII, es decir, es uno de los elementos más antiguos del parque aunque con el tiempo ha desaparecido la isla central con la que contaba. Es típica la imagen de las parejas de enamorados navegando a bordo de las barcas. A orillas de este estanque se encuentra el Monumento a Alfonso XII, un espacio monumental ya indesligable del estanque, con un destacable conjunto escultórico en el que sobresale la estatua ecuestre del monarca, obra de Mariano Benlliure.

Como ya hemos comentado el Parque del Retiro también cuenta con elementos arquitectónicos. Uno de los más destacables es el Palacio de Cristal un magnífico ejemplo de la arquitectura del hierro del siglo XIX en nuestro país, al estilo del Crystal Palace que estaba, curiosamente, en otro parque, el londinense Hyde Park. Fue construido como invernadero para albergar una colección de plantas originarias de Filipinas y, actualmente, es una sala de exposiciones, subsede del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía junto a otro edificio de El Retiro, el Palacio de Velázquez, un edificio un poco anterior al Palacio de Cristal, cuyas bóvedas también están inspiradas en el Crystal Palace de Londres, tomando su nombre de su arquitecto, Ricardo Velázquez, y no del genial pintor sevillano como podríamos creer.
Uno de los espacios que más les gusta a los niños es la antigua casa de fieras, que fue zoo de Madrid, y su continuación, los jardines de Cecilio Rodríguez. Estos toman el nombre de su creador, un jardinero que durante gran parte del s. XX trabajó en el Retiro, diseñando varios de los jardines que hoy podemos contemplar, y que llegó a ser director de los jardines de Madrid. Las fieras fueron trasladadas al actual zoo, pero a modo de recuerdo hay siluetas de los animales que habitaban los fosos o las jaulas. 

Por su parte los jardines tienen un aspecto romántico un poco arabizados, con setos recortados con formas geométricas y pérgolas con bancos para reposar. Pero si algo llama la atención de los niños esto es, sin lugar a dudas, la colonia de pavos reales que viven aquí en semilibertad. Es habitual que estas aves (o sus crías) se acerquen a los visitantes para picotear migas de pan o incluso patatas fritas. Es curioso ver como saltan por el exterior del pabellón de Cecilio Rodríguez, un edificio municipal contemporáneo de dos plantas, y como trepan por sus barandillas hasta alturas imposibles.
En el Parque del Retiro se encuentra una de las esculturas más sorprendentes que podemos encontrar, la del Ángel Caído una de las pocas representaciones en todo el mundo de un ángel expulsado de los cielos. Aunque se suele decir que es la única estatua con esta temática esta afirmación no es cierta. Obra del escultor madrileño Ricardo Bellver, y realizada en 1878, no ocupó su actual emplazamiento hasta 1885. Es tal su impronta que incluso da nombre a toda la glorieta que acoge el conjunto, que se completa con una peana y una fuente y que está situada en la intersección de dos de las avenidas más importantes que cruzan el parque. Como curiosidad, está situada a 666 msnm.

Estos son algunos de los espacios más destacados que podemos visitar con los niños, pero no los únicos. La Rosaleda, diseñada por Cecilio Rodríguez, es un jardín donde encontramos especies de rosales de todo el mundo. La fuente de los Galápagos, construida con motivo del nacimiento de Isabel II, la fuente egipcia junto al Estanque Mayor, los paseos que atraviesan casi longitudinalmente el parque, como el de coche o el de las Estatuas, los árboles singulares, las rutas botánicas... Decenas de espacios para admirar y disfrutar.
Confieso que la última vez que fui al parque El Retiro lo hice un poco a regañadientes, pero he de admitir que merece no una, si no múltiples visitas. Un must para cualquier familia que haga escala en Madrid.

PD: Artículo editado a partir de una consulta realizada vía Twitter a la RAE: La denominación es «Parque del Retiro», a menudo abreviada como «el Retiro». Lo indicado es escribir el artículo en minúsculas, por lo que se realiza la contracción (http://ow.ly/Mnt830gMLRJ ).