sábado, 28 de diciembre de 2019

DESEOS VIAJEROS PARA 2020

Aunque Papa Noel, Santa Claus, San Nicolás o el Olentzero haya pasado, todavía nos queda la oportunidad de pedirle a los Reyes Magos lo que deseamos para el próximo año. Nuestra carta está llena de viajes por realizar. Tenemos varias peticiones, a ver si con suerte alguna se materializa durante este año nuevo que vamos a estrenar. Seremos realistas, al contrario que en el mayo del 68 no pediremos imposibles:


BURGOS: Un viaje que teníamos bastante adelantado para 2019, pero que al final no pudo ser. Tanto la capital como el resto de la provincia tienen numerosos atractivos que la convierten en un destino fantástico para toda la familia. Con la Catedral burgalesa como icono de la ciudad y de la arquitectura gótica. El Museo de la Evolución Humana como estandarte de un nuevo recurso que aprovecha las investigaciones que se realizan en el cercano yacimiento de Atapuerca, que también es visitable. 


CAMINO DE SANTIAGO: Sí, queremos hacer el primer road trip de la historia. Sí, con niños. Sí, nos han dicho que estamos locos. Efectivamente, lo más complicado es diseñar una logística que permita poder poner punto final a cada etapa en cualquier momento, porque con tres niños las probabilidades de que hayan quejas son numerosas. Salir de Sarria y llegar a Santiago de Compostela. En principio son 5 etapas, allí veremos.


EXTREMADURA: Mérida, Cáceres, los paisajes de las Hurdes, el valle del Jerte, la comarca de la Vera. Historia y gastronomía. Una enorme cantidad de posibilidades en esta comunidad autónoma. Aunque nos pilla un poco lejos eso no nos quita las ganas de visitarla y conocerla. La combinación de edificios de época de los romanos con espacios de naturaleza desbordante es un gran aliciente. Y si nos falta algo, Portugal está a la vuelta de la esquina.


ANDORRA: Otro de los viajes que teníamos bastante organizado para el 2019. Si os gusta esquiar es un destino perfecto, pero no sólo de invierno vive Andorra, y eso lo saben perfectamente. Los increíbles paisajes pirenaicos se complementan con los numerosos comercios del Principado, y sus promesas de ofertones y gangas, y uno de los complejos termolúdicos más conocidos de la Península Ibérica. Por si fuera poco, desde hace unos años las noches del mes de julio se amenizan con un espectáculo exclusivo y gratuito del Cirque du Soleil. 


LYON: Sí, también es uno de los viajes que quedaron pendientes en 2019. Probablemente sea el viaje que con mayor seguridad realicemos, puesto que tenemos un familiar muy cercano que reside allí (cercano en consanguinidad, claro) y tenemos resuelto el alojamiento. Antigua capital de la provincia romana de la Galia, importante ciudad comercial en la Edad Media y centro industrial en la Edad Moderna, Lyon vió nacer a los Hermanos Lumière, Antoine de Saint-Exupéry o Paul Bocusse, además de los emperadores romanos Caracalla y Tiberio. Un destino que tenemos muchas ganas de visitar.


DISNEYLAND PARÍS: De parque temático en parque temático y tiro porque me toca. No os podéis ni imaginar la cantidad de blogs que hemos leído con recomendaciones acerca de este parque, la de veces que hemos mirado las ofertas, las alternativas que existen en cuanto a transporte y alojamiento… Quien no haya soñado alguna vez con visitar la filial europea del parque de atracciones del ratón más famoso del planeta no tiene corazón.


LONDRES: Quizás la ciudad europea que más ganas tenemos de conocer. De toda esta lista de deseos probablemente es el menos seguro de realizar en 2020, Brexit mediante. ¿Qué queremos ver en Londres? Pues desde sus fascinantes museos a sus famosos monumentos. Y sobre todo muchos lugares que tienen relación directa con nuestros cantantes y grupos de rock and roll favoritos. Una ciudad increíble que queremos descubrir.

¿Y vosotros? ¿Qué planes tenéis para 2020?

PD: Todas las imágenes utilizadas para este post tienen licencia Creative Commons para poder reutilizarse con modificaciones

miércoles, 18 de diciembre de 2019

PORQUÉ EL JARDÍN DEL TURIA DE VALENCIA ES UNA VISITA IMPRESCINDIBLE

En octubre de 1957 el rio Turia se desbordó en Valencia, provocando unas terribles inundaciones en las que 81 personas (al menos) perdieron la vida y hubo daños que tardarían años en repararse. Para evitar nuevas riadas, que por el volumen de la ciudad cada vez eran más destructivas, se diseñó el denominado "Plan Sur", un nuevo cauce del Turia evitando la ciudad. Entonces surgió una duda, qué hacer en el antiguo cauce del rio. 


El Régimen franquista bajo aquella premisa de que "el progreso como sea es progreso" quiso construir una autopista que atravesara Valencia de punta a punta (¡¡¡atravesara Valencia de punta a punta!!!) conectando el puerto con el aeropuerto. Al potente movimiento vecinal que surgió en contra de ese proyecto le debemos que el verde le ganara la batalla al asfalto y que hoy día se pueda disfrutar de un espacio para todos. Una autopista verde que no atraviesa Valencia, si no que la cohesiona.


El Jardín del Turia es una magnífica mezcla de muchas cosas: en primer lugar vegetación, pero también historia, arquitectura y cultura; y deporte; y lugar de encuentro y esparcimiento. Porque en sus cerca de 7 kilómetros de longitud y 110 hectáreas de extensión caben muchas cosas, y se pueden hacer muchas cosas, como pasear, correr o montar en bici. Uno de los parques favoritos de Valencia.



La urbanización del Jardín del Turia se fue ejecutando por tramos que fueron encargados a distintos estudios de arquitectura y diseño, lo que le confiere al jardín un cierto aire ecléctico, ya que no es posible distinguir un hilo conductor común a lo largo de todo el recorrido. En total encontramos 16 tramos, delimitados generalmente por puentes. Si empezamos por el extremo más alejado al mar, junto al Parque de Cabecera, encontraremos una zona de jardines, con arbolado e instalaciones lúdicas como mesas de ping-pong, zonas de juegos infantiles y canchas deportivas, entre ellas el Estadio de Atletismo del Turia, donde se celebran pruebas de primer nivel. 


A continuación el bosque mediterráneo es el gran protagonista, con una importante presencia de pinos y de vegetación autóctona. Es la zona más “natural”, la que más se acerca a la naturaleza en bruto. Aquí también encontraremos instalaciones deportivas como campos de fútbol, un campo de rugby y un campo de beisbol y sotfbol, donde disputan sus partidos los diferentes equipos valencianos de cada disciplina. 




Siguen jardines finamente diseñados. Éstos se sitúan frente al Museo de Bellas Artes, Viveros y la Alameda. Hasta llegar al puente de la Exposición, ya que el paisaje cambia y se transforma en una explanada donde se celebran ferias, festivales, espectáculos pirotécnicos y antes se instalaban circos. 



Los siguientes tramos tienen como gran estrella la explanada que se abre frente al Palau de la Música. Diseñado por el arquitecto Ricardo Bofill, predomina la ordenación regular y simétrica de los elementos, tanto arquitectónicos como vegetales, con la presencia de especies como palmeras o naranjos amargos. 


Uno de los elementos más queridos de Valencia se encuentra a continuación. Éste no es otro que el Parque Gulliver, un espacio que recrea al gigante creado por Jonathan Swift y que viajó a Liliput, transformando tanto su cuerpo como su ropa en divertidos toboganes para todos los públicos. No os recomendamos ir en las horas centrales en verano. 



Los últimos tramos del Jardín del Turia tienen como gran elemento a la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el conocidísimo conjunto diseñado por Santiago Calatrava y Félix Candela, uno de los mayores centros lúdicos y de divulgación científica de toda Europa. Alrededor de sus edificios se abren numerosas y amplias zonas ajardinadas, atravesadas por un río que recuerda la antigua presencia del Turia. 


Mencionar los puentes que salvaban (y salvan) el Turia es imprescindible, ya que se convierten en una magnífica lección de arquitectura y de ingeniería al aire libre. El más antiguo se remonta al s. XIV, concretamente el Puente de la Trinidad (1356-1402), junto al Museo de Bellas Artes. Los puentes de Serranos (1518), del Mar (1592-1596), del Real (1594-1599) y de San José (1604-1607), completan el top 5 de los más antiguos. Por contra los puentes del 9 D’Octubre, de las Artes, la Exposición, y L’Assut de l’Or, todos de Calatrava, además del Puente de las Flores son los más modernos. 


¿Queréis más? Alquiler de bicicletas y carritos. Terrazas donde tomarse un refresco con unas bravas. Estanques para perros. Se mire como se mire, el Jardín del Turia es un lugar imprescindible si visitáis la capital valenciana. Tiene de todo y seguro que toda la familia podrá disfrutar de él. Si se os queda corto alrededor del antiguo cauce se encuentran museos, más parques, y un sinfín de posibilidades.  Creemos que por si solo ya merece una visita a Valencia.

domingo, 8 de diciembre de 2019

7 JUEGOS DE MESA PARA DIVERTIROS EN FAMILIA

Las Navidades asoman por la esquinita. Las ciudades ya se preparan, instalando luces decorativas y belenes por doquier. Pero sobre todo los comercios, que parece que cada vez adelantan más las ventas para estas fiestas. Por si fuera poco, los canales de televisión repiten machaconamente decenas de anuncios de juguetes, colonias y otros productos susceptibles de convertirse en regalo.


Uno de nuestros regalos favoritos, tanto en nuestra familia como para otras personas ajenas, son los juegos de mesa. Lejos de los más tradicionales como el parchís, la oca, el Trivial Pursuit, Risk o Monopoly, existen multitud de juegos que editan pequeñas empresas, que nada tienen que ver con las macro como MB, Hasbro, etc.


¿Por qué juegos de mesa? En primer lugar porque nos permite socializar en un ambiente lúdico. ¿Quién no añora esas tardes jugando en familia o con amigos a vuestros juegos favoritos? Por otra parte entrenan destrezas como la imaginación, la creación de estrategias o la resistencia a la frustración, puesto que a veces ganas y otras pierdes. Estas destrezas que entrenan los niños (y los adultos) en un entorno divertido nos permiten estar preparados para la vida real (donde no podemos volver a la casilla de salida).

A continuación os presentamos una serie de juegos menos conocidos por el gran público pero que nos parecen magníficos para jugar en familia:

MONZA: Un juego de mesa divertido, con una mecánica fácil y con partidas rápidas. Lo fabrica Haba, una marca alemana de juegos educativos. Por el nombre habrás deducido que tiene algo que ver con las carreras. Efectivamente, nuestro objetivo es llegar a la meta los primeros con nuestro coche. Para ello se lanzan seis dados de colores y avanzaremos según los colores de la pista. Esto nos permite establecer estrategias con los colores para avanzar más o menos. Aunque la edad recomendada sea a partir de 5 años, nuestro hijo pequeño, con 4 años, ya juega con nosotros.


DIXIT: Uno de los juegos de mesa más bonitos con los que os podéis encontrar. Creado por Jean-Louis Roubira, el juego consiste en adivinar una carta a partir de cierta pista. Todas las cartas del juego son diferentes y tienen sugerentes (y preciosas) ilustraciones que cada jugador puede interpretar de un modo distinto. Ahí radica gran parte del éxito de este juego que ha obtenido varios premios internacionales.


LA DANZA DEL HUEVO: Otro juego de Haba. En esta ocasión necesitaremos tener una habitación grande para jugar ya que habrá que correr y buscar huevos de goma que botan. Sí, de ahí proviene el nombre de un juego muy divertido, donde se pondrá a prueba la agilidad de los jugadores. Altamente recomendado para niños pequeños, que se lo pasarán pipa intentando que los huevos no se les caigan del cuello, entre las piernas, etc.


JUNGLE SPEED: Aunque nosotros tenemos una, ejem, versión del juego, el contenido y las reglas son las mismas. Hay un mazo de cartas con dibujos geométricos en cuatro colores distintos. En el centro de la mesa se coloca un tótem. Si dos o más jugadores destapan una carta que coincide en dibujo o color (depende del caso) deberán coger el tótem el primero. Un juego de velocidad y cierta picardía.


SPEED CUPS: Otro juego donde la velocidad de los jugadores es un valor fundamental. Cada uno tiene cinco cubiletes, rojo, azul, verde, amarillo y negro, y debe de imitar la posición que aparece en las cartas que se van destapando. Quien primero lo hace debe de hacer sonar un timbre que se coloca en el centro. Los reflejos son imprescindibles en este juego si quieres ganar.


CÓDIGO 13+1: En este juego los niños se van a meter en la piel de unos agentes secretos y van a intentar descifrar un código secreto para alcanzar la cámara acorazada del museo. Para conseguirlo van a contar con el arma más eficaz jamás creada: las matemáticas. Sí, con este juego los niños (y los adultos) repasarán las operaciones aritméticas básicas: sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Aunque pueda parecer un poco rollaco, los niños se lo pasan muy bien, sin darse excesiva cuenta de que están repasando mates. Otro juego creado por la alemana Haba, que sí, nos gusta mucho.


AVENTUREROS AL TREN: Desde que este juego creado por Alan R. Moon viera la luz en 2004, se ha convertido en un clásico entre los clásicos. Su sencilla mecánica, intentar conectar dos ciudades con el convoy más largo posible, ha seducido a jugadores de todo el mundo. En esta ocasión os traemos el juego de cartas, que carece de tablero y fichas, pero por el contrario, es mucho más ágil y mucho más fácil de llevar, algo ideal para los viajes y vacaciones. Esta versión es una más de las muchas que se han lanzado de este juego, que recorre el planeta al compás de chacachá.


Con estos juegos analizados hemos intentado abarcar un espectro lo más amplio posible acorde a la edad de nuestros hijos, entre 4 y 10 años. Aunque alguno de los juegos roza la línea del rol, creemos que es un tema tan absolutamente amplio (y apasionante) que dentro de un tiempo le dedicaremos un artículo. Esperamos que estas recomendaciones os puedan ser útiles y que si no tenéis listos los regalos para Papá Noel y/o Reyes Magos, podamos guiaros.